Melania Trump culpa a los demócratas de la «atmósfera tóxica» detrás de los intentos de asesinato de su marido

Melania Trump ha puesto final a su exilio autoimpuesto de la luz pública. La exprimera dama ha abierto la puerta de su jaula de oro -#FreeMelania, se reían las redes sociales, imaginando su cautiverio en una torreta de Mar-a-Lago, en la costa de Florida: o en una suite rococó en un rascacielos de Manhattan- y ha hablado. La mujer de Donald Trump apareció este jueves en su primera entrevista en más de dos años. Fue en Fox News, el canal de noticias amigo del expresidente de EE.UU. y candidato a recuperar la Casa Blanca. Y fue por una razón poderosa: tiene un libro que vender. Melania salió a la palestra cuando Trump recibió una cascada de imputaciones penales el año pasado, incluida una en Nueva York por falsificar documentos financieros para ocultar de cara a los votantes una relación extramatrimonial con una actriz porno. Tampoco cuando esa imputación le llevó a juicio -el único hasta el momento, es probable que el último- y se ventilaron todas las bajezas de aquel caso, como que el romance ocurrió cuando ella estaba embarazada de de su primer hijo. Ni siquiera habló cuando Trump sobrevivió de milagro a un atentado durante un mitin en Pensilvania a mediados de julio, aunque tuvo la mejor oportunidad para hacerlo en la Convención del Partido Republicano, que se celebró pocos días después. Ello a pesar de que los discursos de las mujeres de los candidatos son una de las grandes tradiciones de las convenciones. «Fue mi decisión», aseguró en la entrevista Melania, que defiende que la carta a la ciudadanía que escribió tras el atentado tenía el mismo objetivo que un discurso en la convención. «De alguna manera, esa carta era mi discurso», dijo la exprimera dama, que solo apareció una noche de las cuatro que tuvo el cónclave republicano. La entrevista de Melania es una forma de crear apetito para las memorias que publica el próximo 8 de octubre. Es la misma razón por la que en las últimas semanas sus redes sociales han soportado una actividad inusual, con pensamientos en forma de vídeo colgados por la exmodelo eslovena. No se esperan revelaciones explosivas en el libro, que lleva por título el nombre de la exprimera dama. Pero sí una pequeña ventana abierta a la vida de alguien que ha destacado por su privacidad durante y después de su paso por la Casa Blanca (quizá no tanto antes, cuando era una modelo tratando de hacerse hueco en el negocio en Nueva York y conoció a Trump). Lo más destacado de la entrevista -realizada por Ainsley Earhardt- fue conocer la posición de Melania sobre los intentos de asesinato de Trump, el episodio central de la convulsa campaña electoral que vive EE.UU. Sin sorpresas: como su marido, culpa a los demócratas de lo ocurrido. «Es realmente conmocionador que toda esta violencia atroz vaya contra mi marido, especialmente cuando escuchamos a los líderes del partido opositor y a los medios calificándolo como una amenaza a la democracia, diciéndole cosas viles», dice sobre el expresidente y gran innovador en el uso del insulto y el ataque personal como forma de hacer política. «Solo alimentan una atmósfera tóxica y dan poder a todos aquellos que le quieren hacer daño. Esto tiene que parar. El país necesita unirse». También como Trump, otorgó a su supervivencia a los atentados una razón casi divina: «Alguien le miraba desde arriba. Es casi como si el país le necesitara». Melania aprovechó la entrevista para protestar el registro de las autoridades en Mar-a-Lago -»se metieron a mirar mis cosas»- dentro de la investigación a Trump sobre la retención de documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca. También para defender la conveniencia de un segundo mandato de su marido: »el país está sufriendo», «la gente no puede cubrir sus necesidades», «el pueblo estadounidense debe decidir lo que realmente quiere». Lo acompañó con una crítica minúscula: «Quizá algunos de sus tuits son fuertes. Pero todo lo demás es fenomenal para el país». La exprimera dama fue preguntada sobre qué es lo que más le atrae de su marido, algo de lo que se espera que se explaye en el libro. «Su humor, su personalidad, su bondad», respondió. «Es muy especial. Su positividad, su energía. Es increíble. Así que tenemos una relación muy bonita». También aseguró que es un «hombre de familia» que disfruta la música. «Le gusta ser el DJ».

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