Miguel Abellán : «¿Racismo en España?Vinicius está totalmente alejado de la realidad»

–¿Qué le ha sumado el deporte? –Es una forma de entender la vida, como el toro. Me ha ayudado a ser mejor profesional y mejor persona. El fútbol y el motociclismo. —Fútbol y motos. Tela —He tenido la suerte de conocer a grandes pilotos. Al añorado Ángel Nieto, del que he sido fan. A Jorge Martín , que va a ser este año campeón del mundo, estoy seguro. Son muy similares a los toreros. Se juegan la vida cada fin de semana y cuando se caen sólo piensan en volver a subirse a una moto. —Usted fue canterano del Atlético. —Sí, en juvenil. Pero enseguida me entró la vena del toro. Cambié mis botas por la muleta y el capote. —¿Y eso? —Yo creo que los toreros nacemos. Luego nos hacemos, pero yo recuerdo ya con cinco años ir a las fiestas capeas y salir a torear. No me preguntes por qué, pero yo quería torear. Luego cogí miedo porque las vacas me golpeaban y dije: «ya no quiero torear, quiero fútbol». Pero un día vi a un compañero de clase, Uceda Leal , actualmente matador de toros. Debutaba en Las Ventas. Fue un flechazo por el toreo. —Para su madre también. —Cuando me portaba mal, mi madre me decía «ahora te quedas sin fútbol este fin de semana». Y yo le replicaba que no podía hacer eso, que el fútbol era mi vida y que cómo me iba a quitar mi vida. Pues después de esa tarde en Las Ventas, le dije que no quería saber más del fútbol. Quería ser torero. Tenía 13 ó 14 años. Mi madre no me tomó muy en serio, entonces. A la mañana siguiente, me levanté para ir a correr y ponerme fuerte para torear. Hasta hoy. —Un futbolista. — Futre y Ronaldo Nazario —Hoy, los futbolistas son iconos de moda, pero no hace mucho, eran los toreros los que ocupaban ese espacio. Les han comido la tostada. —La sociedad evoluciona. Nos hemos vuelto menos sensibles a las emociones. Vivimos muy rápido. Vitorino Martín, que ha sido el mejor ganadero de la historia y mi primer apoderado, me dijo ya hace 30 años que queremos obtener un gran resultado con un mínimo esfuerzo. A veces, parece que el futbolista tiene fama y dinero sin que le cueste ningún trabajo. No es así. Les vemos con grandes coches, novias guapas y fantásticos contratos. Y creemos que eso es de hoy para mañana. Y detrás de ese icono social hay un montón de gente detrás para que sea así. En el toreo, la progresión es mucho más lenta. Eso te va alejando como icono social. Porque trabajar y esforzarse es algo que cada vez nos gusta menos a la sociedad. Sobre todo a los más jóvenes. Ser torero es difícil. Por el camino dejas tu infancia y tu juventud, tu sexualidad, tus primeros amores, tus amigos, tu ciudad. —Aburrirse no se aburre. Tan pronto se le ve en un concurso de baile que en un partido benéfico. —Gracias a mi profesión he podido conocer otros mundos. He sido comentarista televisivo, participante en el concurso de baile con mi amigo Poti que, por cierto, gané. Y eso que entré la primera semana como un pato mareado. —¿Quitarle al toro el Premio Nacional de Tauromaquia es como quitarle el Balón de Oro al fútbol? —Un sinsentido. El reconocimiento cultural no lo hacen las instituciones, ni una ideología personal. Lo hace un pueblo. La Constitución reconoce al toro como patrimonio cultural y es intocable por parte de los poderes públicos. Todo lo que sea atentar contra ello es un hachazo a la ley. Un atentado contra los derechos fundamentales de los ciudadanos. Lo que ha hecho el ministro de Cultura, el señor Urtasun , es lo contrario a lo que está obligado a hacer por ley. —Dice usted que el toreo no es de derechas ni de izquierdas ¿el fútbol tampoco? —Está empezando a pasar. Los protagonistas del fútbol, con muchos más seguidores y con más influencia, un Mbappé, un Carvajal , dan opiniones que calan en la sociedad. —¿Y? —Personalmente, creo que deberían tener mucho más tacto a la hora de decidir qué tipo de comentarios hacer. Otro ejemplo es el caso de Vinicius declarando que, en España, el racismo no está totalmente erradicado. Creo que está totalmente alejado de la realidad. España es un país de aceptación cultural, social, étnica, religiosa y sexual. Somos un ejemplo, en muchos aspectos. La opinión de un jugador de ese nivel te puede acercar a un bando ideológico y yo creo que el fútbol, los toros, la cultura son apolíticos, por fortuna. En una plaza de toros pueden convivir, codo con codo un aficionado de derechas y otro de izquierdas. Un rico o alguien a quien le cueste trabajo venir a los toros, Y, en el fútbol, lo mismo. –¿Es usted antimadridista? —Je, je, je…a los atléticos no nos gusta que el eterno rival gane en nada. —O sea, que sí —Yo soy muy atlético. Muy, muy atlético. Yo llevo al Atleti en la sangre, en el corazón, en las venas. Se torea como se es. Pues los atléticos somos gente distinta. Yo lo que no entiendo es esa gente que dice que es del Madrid, pero el Atleti le cae bien. —¿El ciclo del Cholo está agotándose? —Al Cholo hay que estarle eternamente agradecido porque siente los colores como nadie y le ha devuelto al club la gloria de ser de los mejores de Europa, del mundo. Se ha dejado la piel en el campo como entrenador y sólo puedo estarle agradecido. Lo que diga el Cholo es una religión. Nos ha enseñado una forma distinta de ver el fútbol, de competir. —¿Entonces, de ciclo acabado nada? —Se ha ganado el derecho a decidir él si su proyecto ha culminado o no. Va a ser muy difícil que otro le iguale o le mejore. —¿Cómo va a quedar el Atleti este año? —Tenemos equipo para aspirar a todo. A ganar la Liga, a quedar entre los cuatro primeros… —¡No fastidie! ¿Quedar entre los cuatro primeros? —Es que no es fácil. Volvemos al principio de la entrevista. Que las cosas no son tan fáciles. Hay que ganar partido a partido y los equipos son cada vez más difíciles. Siempre tienes un Girona, un Athletic que te complican y por supuesto el Barça y el eterno rival. — Cuando deje esto, usted tiene que dedicarse a comentar partidos —Yo, encantado. A mí el fútbol me apasiona. Algo haremos.

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