Tras el interesante proyecto musical bautizado como Tulsa se agazapa la cantautora Miren Iza (San Sebastián, 1979), artista que comenzó su periplo en los escenarios a finales del pasado siglo de la mano del grupo de punk pop femenino Electrobikinis . Con ellas se dio a conocer componiendo y cantando en inglés. Fue en 2007 cuando emprendió su aventura más personal, optando por el español en detrimento de la lengua de Shakespeare. «Menos mal que cambié, no tenía mucho sentido», admite. Un cambio más que acertado, ya que ese mismo año, ya como Tulsa, fue nominada a los Grammy Latino en la categoría de Artista Revelación. Desde entonces ha ido sentando las bases de una sólida trayectoria, –aunque siempre desde un perfil underground (nunca ha dejado de lado su labor como psiquiatra), gestionando su propia carrera hasta el punto de encargarse por momentos de la parte financiera y demás menesteres–, con siete discos en el mercado e, incluso, recibiendo hace escasas semanas el Premio Nacional de Músicas Actuales . El jurado ha destacado su disco 'Amadora' (2023) como «un álbum sobresaliente con unas letras de profundo calado lírico y una sensibilidad poética construidas desde el costumbrismo para reivindicar y dar voz a las mujeres menos representadas». Este mismo reconocimiento lo han recibido en años anteriores artistas de la talla de Silvia Pérez Cruz , Javier Ruibal, Santiago Auserón, Luz Casal, Kiko Veneno o el mismísimo Joan Manuel Serrat, motivo por lo que ha sentado de maravilla a la vanidad de Miren, como ella misma confiesa en esta entrevista. Este viernes llega a Sevilla para presentar en la Sala Malandar la propuesta más convencional de su 'Amadora', en el que hace una disección de los dolores físicos de las mujeres, que también se está representando en muchas ciudades desde un concepto más teatral. - A una artista como Tulsa, que siempre ha tenido un perfil poco expuesto más allá de los escenarios, ¿cómo le sientan los premios a su vanidad? - ¡Genial! (risas). Durante la semana del Premio Nacional comparaba este reconocimiento con cómo recibí la nominación al Grammy, porque aquello me resultó tan extraño que casi no se lo dije a nadie, prácticamente lo enterré. O sea, lo escondía porque me parecía tan extraterrestre... No me gustaba nada la exposición, era una persona muy tímida, Y todo eso me daba mucho miedo a mis 26 años. En cambio, este premio lo he recibido con muchísima alegría, con mucho cuidado de que no haya fisuras en esa alegría, porque me parece que hay que ser gradecida. Además, tiene una dotación económica que nos va a ayudar a hacer algún plan más ambicioso en los próximos meses. Así que lo he recibido genial a todos los niveles (risas). - El formato con el que llega a Sevilla es el de un concierto al uso, ¿verdad? - Así es, batería, teclado y guitarra. Ahora mismo 'Amador' tiene dos vidas posibles: la musical, que se parece bastante a un concierto de Tulsa, donde repasamos el repertorio de todos los discos; y luego está la parte de teatro que se centra exclusivamente en este álbum y lo que hemos montado con María Velasco. - Si 'Amadora' existiese como tal, ¿cómo la definirías? - (Silencio) Precisamente, lo que queríamos es que fuesen muchas mujeres a la vez. Pero respondiendo a tu pregunta, te diría que Amadora es un ser híbrido que tiene parte mía, parte de mi madre y otra parte de muchas mujeres que he conocido con la misma historia compartida de dolor en el cuerpo a través de los cuidados, con esto último me refiero a una suerte de claudicación del cuerpo en un momento dado porque se ha entregado demasiado a sostener a los cuerpos de los demás. - Entiendo que ese dolor se puede reflejar física y mentalmente. - Sí, pero yo en este caso quería hacer hincapié en el dolor físico. Hay una canción que se llama 'León pálido' en la que hablo detalladamente de cosas que duelen, porque el cuerpo empieza a doler debido a que antes no se ha expresado la queja mental de otra manera. Es como que el cuerpo toma el relevo y empieza a hablar a través del dolor. - Interesante reflexión… - Existe una expresión muy gráfica en este sentido: «Me duele hasta el pelo». Nos dicen que para ser buena mujer tienes que ser madre, por supuesto, y cuidar de todos y sin queja alguna. Entonces, en mitad de muchas vidas eso estalla por los aires y aparece un dolor. en el caso del personaje de Amadora es como una especie de puerta, de punto de fuga, y a través del dolor empieza a hacerse preguntas importantes. Ese es el contenido del disco y de la obra. - Preguntas que probablemente se las tenía que haber hecho antes… - Bueno, las preguntas nos llegan cuando somos capaces de hacérnoslas. Y a veces tiene que ocurrir algo, tiene que haber un nudo muy pesado para que puedas cuestionarte cosas. - La relación madre e hija y el legado heredado es un tema recurrente en este disco. ¿Cuál cree que será el legado que heredarán las niñas que nazcan ahora? - Mi madre nació en 1948 y me dejó una herencia muy importante: en primer lugar, la misión de la bondad como consigna o como identidad nuclear; pero a la vez, también me dejó un gran legado de independencia y de fortaleza. A esto hay que sumar ahora la ola de feminismo que hemos vivido y que nos ha enseñado tantas cosas, que nos ha aportado muchos significantes nuevos que antes no teníamos como herramientas para pensar. Ojalá no se borre del todo lo aprendido en esta ola, aunque algo se borrará, pero espero que a las niñas que nacen ahora les llegue toda esa herencia de poder pensar con independencia y de elegir un camino propio, no el que ha heredado de una manera invisible, que tiene que ver con esto de entregarse a los demás postergando tu propio deseo. Porque es muy bonito entregarte a los demás, pero qué pasa con tu deseo propio. - ¿Hay que priorizarse a uno mismo? - ¡No, no es eso! Me da miedo que de esto que estoy diciendo pueda quedar que el resultado sea priorizarse a una misma. Yo no creo que haya que priorizarse, pero sí es interesante poder elegir. - ¿Cómo se han tomado las mujeres feministas, entre las que se encuentra, el tema del supuesto maltrato de Errejón a las mujeres? ¿Supone un cañonazo a la línea de flotación o hay que pasar página? - Ha sido demasiado doloroso como para pasar página. Yo he estado con muchísimo malestar durante bastantes días por este tema, muy alerta, muy triste y muy enfadada. No creo que sea un caso aislado, entonces me quedo con que esto viene a confirmar que el problema es mucho más grave, mucho más profundo de lo que a lo mejor ya sabíamos que era. Porque tiene un comportamiento extremadamente machista hasta una persona que tiene toda la información, que tiene toda la cultura y que tiene un entorno que parece favorable. Yo no me meto en si es delito o no es delito, pero insisto en que desde luego tiene una forma de comportarse y de tratar a las mujeres muy machista. Después de la tristeza y la rabia que todo esto ha generado debe venir el tesón en continuar educando de otra manera.
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