El despacho de abogados Montero Aramburu & Gómez-Villares Atencia comienza a trabajar desde este martes con nueva imagen corporativa tras culminar el proceso de integración de Gómez-Villares Atencia en Montero Aramburu, que fue anunciado en abril de 2024. El logo de la nueva firma incluye los apellidos de los cuatro socios fundadores para aprovechar el prestigio de ambos bufetes. El despacho resultante controlará Andalucía occidental y oriental, y con con toda probabilidad adelantará en 2024 a Martínez Echevarría, coronando el pódium del ranking de abogados de Andalucía por volumen de facturación, que elabora ABC y que no incluye a las Big Four o despachos como Cuatrecasas o Garrigues. Los dos despachos han mantenido durante tres años una alianza de colaboración, un período de 'convivencia' que ha facilitado la fusión de las dos plantillas y sus filosofías de trabajo. Liderada por los socios directores Javier Valdecantos y Leonardo Neri, la firma de servicios profesionales cuenta con una facturación conjunta de 28 millones de euros, una plantilla formada por 304 profesionales entre abogados y economistas y 370 personas en total, y nueve sedes repartidas entre Andalucía, Canarias y Madrid. Se convierte así en un referente en Andalucía, y en uno de los despachos nacionales más relevantes de la abogacía española por volumen de facturación, número de profesionales y clientes. Montero Aramburu & Gómez-Villares Atencia suma y refuerza la experiencia de los profesionales de ambas firmas en las 17 principales áreas de práctica vinculadas al derecho de los negocios, que incluyen fiscal, mercantil, fusiones y adquisiciones, procesal, arbitraje, laboral, bancario, financiero y mercado de capitales, derecho público, regulatorio, civil y propiedad industrial e intelectual. Además, la firma asegura que con esta fusión «fortalece sus capacidades para atender a los clientes en algunos de los sectores de actividad más relevantes, como el inmobiliario, energía, digital, turismo, telecomunicaciones, deporte y entretenimiento, entre otros». La nueva identidad trata de reflejar «dinamismo, espíritu de progreso y modernidad, con una propuesta de valor basada en el acompañamiento a clientes con soluciones jurídicas sólidas, innovadoras, eficaces y honestas. Los colores corporativos de ambos despachos dan paso a una nueva paleta de color (azul oscuro, azul claro, arena y naranja) que ofrece una mezcla de confianza, profesionalidad, claridad y creatividad». Leonardo Neri, socio codirector de Montero Aramburu & Gómez-Villares Atencia , asegura que «este cambio de imagen corporativa va más allá de lo visual ya que implica una nueva etapa que será decisiva para el futuro del despacho, donde queremos transmitir tanto interna como externamente nuestro posicionamiento estratégico basado en el conocimiento, compromiso, cercanía, y honestidad, cualidades y valores con los queremos ser identificados». Con sede social en Sevilla, Montero Aramburu cerró el pasado año con 23,1 millones de euros de facturación y una plantilla de 305 empleados. Su creación data de 1971, cuando el sevillano Enrique Fernández-Aramburu León y el salmantino José Luis Montero Gómez fundaron un despacho de abogados en Sevilla, que cumplió el medio siglo de vida en 2021. Montero Aramburu extendió sus oficinas por las Islas Canarias, Andalucía y Madrid. El salto a Madrid lo dio Montero Aramburu en 2015, aunque en 2018 aceleró su expansión en la capital española con la entrada de tres nuevos socios que procedían del despacho Roca Junyent. La plaza de Madrid ha sido decisiva para mantenerse en el top 20 del ranking nacional de despachos de abogados. Por otra parte, el despacho malagueño GVA Gómez-Villares & Atencia Abogados remonta sus orígenes en el bufete fundado por Manuel Atencia García en 1953, que se integró posteriormente con otros despachos de Málaga, como Gómez-Villares y Álvarez, dando lugar a la actual firma, que por tanto acaba de cumplir 70 años. Con sede en Málaga y una plantilla de 64 empleados, su facturación en 2023 fue de 4,7 millones de euros.
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