El grupo Freixenet ha comunicado esta mañana el fallecimiento de Josep Ferrer Sala , copresidente de honor de la compañía vitivinícola, a la edad de 99 años. Nacido en Sant Sadurní d'Anoia, Ferrer tomó las riendas de la compañía en 1947, tomando el relevo de sus padres, Pedro Ferrer Bosch y Dolors Sala Vivé, quienes fundaron la marca en 1914. Josep Ferrer tuvo un papel decisivo en la modernización e internacionalización de Freixenet, partiendo de la difícil situación en que quedó la compañía tras la Guerra Civil, en la que perdieron a su padre y hermano mayor. En 1959 asumió la dirección general y en 1978 fue nombrado presidente de Freixenet. Entre los hitos más importantes logrados bajo su liderazgo, destaca la compañía, está la modernización del área de producción, la ampliación de la bodega, el impulso en las ventas y, en especial, la expansión internacional. «Con una gran visión comercial, Ferrer también logró que el Cava Freixenet llegase a ser el más vendido del mundo, siendo la internacionalización de Freixenet una gran contribución para el sector del Cava», se apunta desde la compañía. Con Ferrer la modernidad llegó a un sector tradicionalmente muy conservador, y de hecho fue el impulsor de los emblemáticos anuncios de las Burbujas Freixenet acompañadas de destacados famosos nacionales e internacionales. Además, Josep Ferrer fue un gran mecenas, destacando la colaboración con el Liceu, el Palau de la Música, el MACBA, el MNAC, la Orquesta Sinfónica Freixenet de la Escuela Superior de Música Reina Sofía y el club de hockey CE Noia Freixenet, entre otros. A pesar de estar retirado del día a día de la empresa desde 1999, Josep Ferrer -nombrado presidente de honor de Freixenet- nunca abandonó la compañía ya que siguió formando parte del Consejo de Sabios junto a sus hermanas-. En 2018 tuvo un importante rol en la alianza entre Henkell y Freixenet, por la que el grupo alemán adquirió uno de los emblemas de empresa familiar catalana y española.
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