En una disputa que cuesta ver porque ni el propio protagonista da la sensación de creérselo, Lando Norris le recorta dos puntos más a Max Verstappen en la pelea por el mundial de Fórmula 1. Gana la carrera esprint en Brasil, amortiza dos puntos más sobre su rival holandés y deja la diferencia en 45 puntos a falta del Gran Premio en Sao Paulo este domingo y tres carreras más. Cuesta asumir a Norris con cara de campeón mientras Verstappen pega dentelladas por detrás y se defiende como un tiburón en el goteo de puntos que se va dejando desde que McLaren dispone de mejor coche que Red Bull. Verstappen es una fiera sin control y a Norris parece abrumarle la empres que tiene por delante. En el sábado de Interlagos, McLaren no equivoca la estrategia. Los coches papaya apuran su superioridad, ejecutan una salida académica en modo doblete, Piastri-Norris, y mantienen a raya a su adversario, cuarto Verstappen durante 18 vueltas a la espalda de Leclerc. Cuando el líder de Red Bull se merienda al monegasco de Ferrari, McLaren mantiene la clama, cambia el ritmo, aprovecha el corto circuito de Sao Paulo para conectar a Norris al DRS (a un segundo de distancia de Piastri) y en el momento preciso, fuerzan el cambio de posiciones. A dos vueltas del final, y con la carrera al ralentí por el coche de seguridad virtual en una rotura de motor de Hulkenberg, Norris lidera y Verstappen no se puede acercar a Piastri. Son dos puntos conseguidos con el sudor en la frente, 24 vueltas al trazado brasileño que equivalen a dos puntos. Una tarea titánica y laboriosa en la que McLaren hace su labor, mientras Verstappen persigue sin cometer errores. Carlos Sainz acaba quinto, difuminado por la pelea en la cabeza y sin espacio para salir en la tele. Y mucho menos Fernando Alonso, decimoctavo e invisible en una lucha con su compañero Stroll y los Sauber para no ser los últimos clasificados en la esprint.
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