«Aquí no se van a entregar cuerpos a familias, no se va a permitir el acceso de familiares a la zona donde tenemos custodiados a todos los fallecidos, así que tienen que esperar de forma obligatoria la llamada del juzgado y la entrega de la documentación pertinente. Las familias en el mejor lugar donde pueden esperar las noticias de sus familiares es en sus domicilios». Estas palabras dirigidas a los más allegados de las víctimas de la DANA marcarán la carrera de la hasta ahora consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana, Nuria Montes , que este lunes ha sido cesada por el presidente Carlos Mazón como parte de la amplia remodelación de su Gobierno, a partir de ahora enfocado en la reparación de las zonas afectadas y la recuperación económica de toda una región golpeada por un temporal devastador. Montes (Madrid, 1969) abandona el Ejecutivo valenciano después de ser designada en julio de 2023 titular de algunas de las competencias más importantes de una comunidad autónoma cuyo motor económico se basa principalmente en el sector terciario y la llegada de visitantes. De hecho, esta licenciada en Derecho fue secretaria general de la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana ( Hosbec ) durante tres décadas y ha ocupado cargos de especial relevancia en la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, en la Agencia Valenciana del Turisme y en la CEOE. «Hija de empresarios», según define en su currículum publicado en el portal de transparencia de la Generalitat Valenciana, Nuria Montes ha sido de una de las conselleras más señaladas desde los primeros días posteriores a la DANA del 29 de octubre. En su caso, por la falta de empatía que demostró en unas declaraciones ante los medios de comunicación en las que informaba a las familias de las víctimas que no podrían acceder al pabellón donde se encontraban los cuerpos para su reconocimiento. Horas después pidió perdón y justificó aquellas palabras en la preocupación que existía entre los agentes de la UME para que Fira Valencia, donde se hallaban los cadáveres de la tragedia, no se convirtiera en un punto de información colapsado de familiares. «Decidimos mandar un mensaje para que se cumpliera el protocolo. Lamento que mis palabras hayan estado faltas de empatía y de la sensibilidad que todos buscamos en estos duros momentos», se excusó tras recibir numerosas críticas en redes sociales y de otras formaciones políticas, incluso de algunas voces del Partido Popular. Pese a que en un primer momento se pensaba desde su entorno que se podría capear el temporal, días después salió a luz el caso de Toñi García , una funcionaria de la conselleria que dirigía hasta ahora Montes, que denunció tras perder a su marido y a su hija de 24 años que la titular de Turismo le llamó por teléfono una semana después. En esta conversación, según relataba esta trabajadora, le contó a su jefa que tuvo que volver a casa andando desde el tanatorio tras incinerar a sus familiares, a lo que alude que la consellera le respondió: «Mujer, habérmelo dicho, te podía haber enviado un coche oficial» . La Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo emitió rápidamente un comunicado para explicar que dos de sus trabajadoras habían perdido a familiares directos en la riada, algo que «se notificó oficialmente a la consellera una semana después». A la mañana siguiente, de acuerdo con su versión, Nuria Montes les llamó para transmitirles el pésame del gabinete de la Conselleria y ponerse a su disposición si necesitaban algo. «La consellera nunca había hablado antes con ellas. Durante la conversación se limitó a escucharlas y a transmitir el pesar de todo el equipo por la tragedia. En ningún momento se hizo ningún ofrecimiento más allá del apoyo de la Conselleria para lo que necesitasen», agregaron. Ambas situaciones acaecidas en las últimas dos semanas habrían provocado que el cese de la consellera señalada, pese a que ella y el presidente mantienen una sólida relación de amistad desde hace décadas, se haya cimentado como una suerte de gesto hacía las víctimas de la tragedia de la DANA y no tanto por su gestión directa sobre ella, como es el caso de la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, encargada de las actuaciones de Emergencias y acuciada por sus errores y contradicciones. En paralelo, en las últimas horas también se han vuelto virales unas declaraciones de Montes del pasado mes de marzo durante un foro organizado por el diario Información , en las que señalaba que «si algo bueno trae el cambio climático es precisamente la extensión de la temporada turística», apuntando que «el buen tiempo visto en 2023 y 2024 prácticamente domina durante todos los meses del año». En ese sentido, además, saltó a la palestra otro mensaje de Montes en las redes sociales en octubre de 2018, cuando desempeñaba en la patronal turística Hosbec un trabajo ajeno a la actividad política, con un comentario irónico relacionado con un aviso meteorológico: «Después de una alarma en la que han caído dos o tres gotas, no me extraña que dentro de unas horas nos declaren la alerta por tsunami si ven dos o tres olas por el mar». En definitiva, un perfil que la dirección de Mazón considera caducado y situado al margen del nuevo rumbo de su Gobierno enfocado íntegramente en la recuperación, pese a que múltiples fuentes del sector turístico la definen como una gran profesional con una amplia trayectoria y que «es una lástima» que tenga que abandonar el Ejecutivo por unas declaraciones faltas de sensibilidad en una tragedia sin comparación.
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