No me importa cuando me viene una ráfaga de olor a porro en Los Caños pero las elecciones en EE.UU. dejan claro que hay no pocos estadounidenses cansados de que en sus ciudades huela a canuto. Lo intuían hasta los turistas: «Tía, qué fuerte, Nueva York huele a porro», te decían. No sólo del aroma se han cansado, también del aumento de los brotes psicóticos en los más jóvenes. Menos mal que David Alandete es nuestro corresponsal en EE.UU. y se ocupa de explicarnos estos asuntos, a diferencia de otros medios que se limitan al «pedo, caca, culo» para analizar la victoria de Trump, o sea, «payaso, mentiroso, Hitler en potencia». La ola pro legalización de la marihuana parece estar... Ver Más
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