Francisco Camino Sánchez en su bautismo, Paco Camino en los carteles y ' el Niño Sabio de Camas ' en el imaginario colectivo. Tres identificaciones para una misma leyenda. Que será reconocida de manera póstuma con el Premio Taurino del Ayuntamiento de Sevilla , apenas tres meses después de que ese corazón que a tan baja frecuencia latía frente a los santacolomeños toros de Joaquín Buendía se parase en una suerte de volapié a la posteridad. Un reconocimiento que llega a modo de epílogo tras ese capítulo final con broche de oro de la postrera despedid a de su Camas natal, con la multitudinaria gratitud y admiración que demostraron sus paisanos y los aficionados de Sevilla. Que fue su tierra y que terminó reconociéndolo como lo que siempre había sido: primerísima figura del toreo. De todos los tiempos, para todos los gustos. Había vuelto Paco Camino a Camas el pasado 30 de julio para ser velado en una capilla ardiente por la que pasaron muchos de sus semejantes: Manuel Benítez 'El Cordobés', Curro Romero o José Tomás . También leyendas como este 'Niño Sabio de Camas' que un día antes se había vestido de perpetuo y oro en un centro hospitalario de Navalmoral de la Mata, próximo a su finca 'Los Caminos' de Arenas de San Pedro (Ávila). Consagrado con una docena de salidas a hombros por la puerta grande de Las Ventas , fue una de las grandes leyendas de la historia de la tauromaquia, tan idolatrado en España como en América, especialmente en México. Gran figura de los años sesenta y setenta, marcó una etapa y el Camino que tantas generaciones posteriores quisieron seguir. Fue el gran referente de la lidia total : desde la seda hasta el acero, sin necesidad de tomar las banderillas. Suya fue la clase a la verónica, el sello propio en las chicuelinas, el poder y la elegancia en la muleta y la categórica suerte de matar. En la tarde del 4 de junio de 1970 que rubricó el gran hito en su carrera con aquellas ocho oreja s cortadas de los siete toros que lidió en solitario en el ruedo venteño. ' El eco romántico de Paco Camino ', que tituló en las páginas de ABC Antonio Díaz Cañabate, tuvo una resonancia para toda la historia de la tauromaquia. El matador de toros de Camas vivía desde hacía décadas en su finca 'Los Caminos' de Arenas de San Pedro (Ávila) , donde durante años estuvo criando ganado bravo de origen Marqués de Domecq y Santa Coloma, una sangre que pocos entendieron como él. El Ayuntamiento hispalense lo reconoce ahora con l a IX edición del Premio Taurino de Sevilla , que será recogido por sus familiares a finales de este año 2024. Se trata por tanto de la recuperación total de un galardón que había sido orillado durante el gobierno socialista del anterior mandato municipal, especialmente influido por aquel acuerdo de gobierno suscrito años atrás con Participa Sevilla –germen de Podemos en el Consistorio hispalense–. Tal y como señalan las bases del Premio Taurino Ayuntamiento de Sevilla, este galardón está destinado a reconocer a los profesionales o instituciones que hayan destacado en su trayectoria en relación con la fiesta de los toros. Cabe recordar que este premio se inauguró con el reconocimiento póstumo a Pepe Luis Vázquez en el año 2013, seguido de Curro Romero en 2014, Miquel Barceló en 2016, la Fundación de Estudios Taurinos en 2017, la ciudad de Arlés en 2018, la ganadería de Miura en 2019 y Fernando Savater en 2020 y Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ en 2023.
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