Participa en 'El Jefe Infiltrado' y saca a la luz la verdad de los rodajes del programa de La Sexta: «No sabía si podía hablar por contrato»

'El jefe infiltrado' lleva siete temporadas formando parte de la parrilla de laSexta como uno de sus programas más icónicos. El formato está basado en un alto directivo o propietario de una empresa, quien se disfraza y se hace pasar por un empleado nuevo en su propia compañía, que debe trabajar con sus empleados durante varios días. El objetivo es que, al trabajar de incógnito, el jefe pueda conocer las dificultades, preocupaciones y necesidades de sus trabajadores , así como problemas en el funcionamiento cotidiano de la empresa. El objetivo es que después introduzcan mejoras que beneficien tanto a los trabajadores como a la compañía. Al tratarse de un formato de telerrealidad, muchos espectadores se preguntan si todo lo que sucede durante las grabaciones es cierto o el programa fuerza muchas de las situaciones de tensión que se generan. Uno de sus participantes ha resuelto muchas de estas dudas. Raúl Díaz , que protagonizó el primer episodio de la séptima temporada del 'El jefe infiltrado', emitido el 11 de abril de 2023, ha explicado en su cuenta de TikTok su experiencia en el programa, desde el casting hasta la grabación final, como trabajador de una panadería gallega. El participante asegura en uno de los vídeos estar «nervioso» porque es la primera vez que habla públicamente del tema. Hasta el momento no lo había hecho porque «no estaba en un buen momento personal ni cuando lo grabé, ni cuando se emitió» y porque «no sabía si por contrato podía hablar o hasta dónde podía hablar». Raúl explica en el vídeo que su compañía no les informó para qué programa iban a realizar el cásting: « En ningún momento nos dicen el nombre y nos dicen que todos tenemos que participar». En ese momento, asegura, él estaba tomando medicación porque padecía una depresión : «No tenía ganas de nada, pero lo hice por la empresa, para no quedar mal y cumplir». En el cásting, cuenta, una redactora visita varias veces la empresa y pasa parte de la jornada con los empleados para ver si encajan con el perfil que busca el programa. «Yo, ingenuo de mí, no pensé que eso era el cásting y le contaba ciertas cosas que luego utilizaron para hacer el programa », señala. Después de que una compañera se negara a participar, la empresa animó a Raúl a formar parte del formato de laSexta. « Me pasé toda la noche sin dormir, pensando qué programa podría ser, lo que me iba a encontrar, qué iba a pasar...», asegura. El primer día de la grabación , el equipo del programa explicó a Raúl «por encima» de qué trataba, pero sin mencionar cuál era. Es más, asegura, «te dicen el nombre de otro programa». «Me explican que mi función va a ser formar a una persona que llegue y enseñarle cuál es mi trabajo», continúa. Raúl asegura que en el programa «no hay un papel» . «En todo momento fui yo mismo. Es cierto que mis comportamientos y actitudes se intensifican más por la situación porque en tu día a día no tienes cámaras grabándote ni la presión de formar a una persona que te lo pone difícil», explica el participante. A pesar de que el supuesto nuevo trabajador tenía «actitudes que no le cuadraban», Raúl no sospechó que se trataba de 'El jefe infiltrado'. «No tenía predisposición ni actitud, me estaba complicando las cosas para formarlo. Yo tengo carácter y, si me pones en esa situación, evidentemente saco más», explica. Tal y como asegura Raúl, hay partes que no se emiten en el programa, mientras que, sobre la verdad de lo que sucede, señala, « había cosas reales y otras que no, que el programa manipulaba para ponerte en una tesitura complicada o que parecía mi culpa sin serla y yo tenía que salir de esa situación». Además, destaca, el jefe y el trabajador no tienen contacto fuera de cámaras durante todo el proceso de grabación. A mitad de grabación, cuenta, el programa orquestó una situación incómoda para Raúl. «Se hablaron de muchas cosas y hay un momento en el que me rompo porque estaban tocando temas que pedí que no se tocaran», asegura. Después, «me dijeron que les había gustado mucho. Lo di todo porque tuve movida, saqué carácter, me mostré como yo era, lloré... », asegura Raúl. Respecto a las grabaciones en la oficina, explica, «voy a la dirección que me dicen, me meten en un coche y me siguen grabando. Ahí sí es cierto que me dieron un poco pautas de qué decir, pero yo lo amoldaba a mi personalidad». En el despacho, Raúl se reúne con su jefe, ya sin el 'disfraz'. «Lo primero que hace es echarme en cara ciertas actitudes. Yo me defendí, argumenté y dejé clara mi postura», cuenta. Sin embargo, después, «empezó a decirme cosas positivas y me da un sobre y un regalo: un viaje a Disneyland París para mí y para mi familia» . Un viaje, cuenta, que paga la empresa y lo entregan una vez se emita el programa. 'El jefe infiltrado' cambió la vida de Raúl, quien, tras dos años trabajando para la compañía, decidió dar un giro radical. « Me cambié de ciudad , estuve unos meses con mi familia». Sin embargo, tiempo después ha vuelto a la capital: «Ha sido la mejor empresa en la que he trabajado y he vuelto a trabajar aquí».

abc.es

Leer artículo completo sobre: abc.es

Noticias no leídas