El acusado Y.B.O. detenido el pasado mes de junio cuando pretendía huir en la estación de Autobuses de Córdoba a Barcelona tras apuñalar en la cara y en los brazos a la madre de su hijo en su piso del barrio del Arcángel rompiendo una orden de alejamiento se enfrenta a penas que suman siete años de prisión. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba sentará próximamente en el banquillo a este acusado por un delito agravado de lesiones con deformidad por apuñalar con un cuchillo en repetidas ocasiones a su expareja cuando estaba en el suelo de su cocina y otro de quebrantamiento de condena por saltarse la orden de alejamiento que tenía vigente. El escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso ABC, recoge que el acusado, de nacionalidad marroquí, fue la pareja sentimental de la joven, de 31 años, durante dos años madre de su hijo. En ese tiempo, ambos habían mantenido una relación no exenta de episodios de maltrato por los que ya se le condenó por parte del Juzgado de Violencia sobre la Mujer a la privación del derecho a la tenencia y porte de armas por dos años y prohibición de aproximación y comunicación con la víctima. El acusado, a sabiendas de que no podía aproximarse ni comunicarse con la madre de su hijo y con ánimo de vulnerar las prohibiciones impuestas hasta 2025, ha mantenido contacto con la perjudicada por Whatsapp y por llamadas de teléfono. Asimismo, la llamaba desde un número privado o la esperaba en la esquina de su vivienda. El día del apuñalamiento, el acusado una vez que se encontraba en el interior de la casa de su expareja, cuando ella se despertó le exhibió el cuchillo y con ánimo de atentar contra su integridad física, estando ambos de pie, intentó pincharle. Como no pudo, según el relato del fiscal, el acusado la empujó y cuando la perjudicada se encontraba ya tirada en el suelo, con ánimo de menoscabar su integridad corporal comenzó a pincharle con el cuchillo en la cara poniendo ella los brazos para protegerse sufriendo también lesiones en los mismos. La madre de la víctima fue testigo de los hechos y así los relató en un espacio de TV. En concreto, esta madre explicó al programa que presenta Toñi Moreno en Canal Sur, que su hija «se lo encontró en la calle porque le habían pegado una paliza», ya que venía « con un ojo morado , la camisa rota y tambaleándose». Prosiguió que a ella «le dio pena, por lo que subió a casa, lo bañó, le dio de comer y se durmió un rato». Al parecer, el acusado, al despertarse se alteró «por unos móviles», lo que llevó a que su hija le dijera que se fuera. Él dijo que «iba a la cocina a beber agua» y ya se desencadenó todo, según María, la madre de la joven: «La apuñaló en la cara, los brazos y las piernas ; el chiquillo, de un año y medio estaba aquí; Dios me dio fuerzas para salir corriendo a pedir ayuda gritando '¡Me la mata, me la mata!'». Afortunadamente, proseguía su madre en el relato ante la TV, «logró salir de casa» y los vecinos la ayudaron hasta que llegó la Policía y los sanitarios. Mientras, la expareja huyó. La víctima fue atendida en el Hospital Reina Sofía y recibió poco después el alta hospitalaria pero su cara y sus brazos se quedaron con las marcas del cuchillo.
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