¿Te imaginas vivir en una vivienda pagando menos de 1 euro al año? En Fuggerei, un singular barrio de Augsburgo, este sueño para muchos es una realidad: el alquiler es de solo 0,88 euros anuales. Y es que Fuggerei, con más de 500 años de antigüedad, se considera el proyecto de vivienda social más antiguo del mundo y un destino inusual para turistas.
Fundado en 1521 por Jakob Fugger, un pionero financiero y uno de los hombres más ricos de todos los tiempos, este barrio fue concebido con una doble intención: ayudar a los ciudadanos más desfavorecidos y, al mismo tiempo, asegurarse de recibir oraciones para la salvación de su alma, de acuerdo con sus profundas creencias religiosas.
Fuente: iStockPara vivir allí, los habitantes deben cumplir requisitos específicos que no han cambiado en cinco siglos: haber vivido al menos dos años en Augsburgo, estar en situación de indigencia sin tener deudas y, sobre todo, ser católico y rezar tres veces al día por el alma de Fugger. El costo de 0,88 euros por año equivale a un florín renano, el precio original de alquiler que se estableció hace cinco siglos, y hoy día, esta tarifa simbólica se mantiene gracias a una fundación que Fugger creó para garantizar la perpetuidad del barrio.
La fundación ha sobrevivido a lo largo del tiempo mediante la administración cuidadosa de sus bienes y propiedades, especialmente bosques, una inversión establecida por la familia Fugger en el siglo XVII, tras algunas pérdidas en otros sectores. Estos fondos aseguran el mantenimiento de Fuggerei, permitiendo que siga funcionando como un modelo de vivienda social.
@marcreator_ This is the Fuggerei in Germany Augsburg and its a social project that is one of its kind. However even though it sounds very charitable it comes at a price… #fuggerei #augsburg ♬ original sound - Mark | London & TravelEste peculiar rincón de Alemania, que alberga a unas 150 personas actualmente, también ha abierto sus puertas al turismo. Los visitantes pueden recorrer sus calles y aprender sobre su historia pagando 6,50 euros por entrada, una cifra que, irónicamente, es más de siete veces el alquiler anual de los residentes. Con sus casas históricas, su tradición de rezos y sus inalterables normas, Fuggerei es una cápsula del tiempo y un recordatorio de cómo los actos de caridad del pasado aún influyen en la vida moderna.
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