El fenómeno de las apariciones de la Virgen y de las revelaciones privadas debe preocupar, como poco ocupar, al Vaticano. Quizá por eso de que el filósofo ruso N. Berdiaev dijera que en los momentos de cambio y crisis de la historia emerge con fuerza la teología de la historia. En mayo pasado el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó unas «Normas para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales». El pasado viernes hizo pública una declaración sobre las apariciones de Medjugorje que, en determinados ámbitos católicos españoles, tienen un indudable tirón. En el citado documento romano se reconoce que «muchas veces estas manifestaciones han producido una gran riqueza de frutos espirituales, de crecimiento en la fe,... Ver Más
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