Las dos personas normales observan cómo varios operarios desmontan el colosal adorno navideño —una mezcla de paquete de regalo, macroesfera y abeto sobreiluminado— de la plaza mayor de su localidad. Varios hombres de rostro aburrido y mono gris retiran las piezas de una en una, mientras una mujer enrolla cables (haciendo girar con destreza codo y antebrazo) y desplaza un carrito con ruedas en el que cada cual va metiendo lo que cree conveniente. —Qué pena más grande...—suspira la primera persona normal, llena de nostalgia. —Qué pena más grande ¿qué? —pregunta la segunda persona. —Que se acaben las cosas. —¿Se acaban las cosas? —Siempre. Siempre se acaban las cosas. —Pero es normal, ¿no? —¿Y qué? —Y nada. Pero no va... Ver Más
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