Incluir variedad y productos de calidad en lo que comemos y bebemos es uno de los pasos principales para tener una buena salud, siempre acompañándolo de una vida activa , ejercicio físico y las horas de descanso necesarias. En la alimentación , los expertos recomiendan priorizar la ingesta de verduras y frutas, sin olvidarnos de pescados, carnes blancas, legumbres, hortalizas, frutos secos y el agua adecuada para cada edad y peso, entre otros nutrientes. Sin embargo, además de lo que comemos, también importa cómo lo consumimos , ya que hay alimentos que son más beneficiosos tomándolos crudos o hervidos, y otros empeoran su impacto en nuestra salud si, por ejemplo, los freímos. Otro de los fallos que suelen cometerse y que puede poner en riesgo nuestro bienestar es abusar de la sal en nuestras comidas. Este condimento compuesto principalmente por sodio, permite que muchos de los alimentos que tomemos tengan más sabor al salarlos. No obstante, abusar de echar sal a lo que comemos o ingerir alimentos que ya tienen mucha sal añadida, a veces sin ser conocedores de ello, puede afectar negativamente a nuestra salud . De hecho, muchos alimentos procesados habituales en la dieta de gran parte de la población, contienen alto contenido en sal. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) , se recomienda que un adulto haga una ingesta inferior a 2000 microgramos al día de sodio, lo que equivale a menos de cinco gramos diarios de sal , algo menos de una cucharada pequeña. Este mismo organismo afima que la mayoría de grupos de la pobalción supera estas recomendaciones, siendo la ingesta media mundial de 4310 mg/día (lo que equivale a 10,78 g/día de sal), duplicando la dosis aconsejada. Que una persona lleve una dieta alta en sodio, es decir, que incluya mucha sal o alimentos con alto contenido de la misma en su día a día, provoca, principalmente, el aumento de la tensión arterial , además de incrementar las posibilidades de tener cáncer gástrico, obesidad, osteoporosis, el síndrome de Ménière y enfermedades renales. Según la OMS, se calcula que 1,89 millones de muertes al año están asociadas con el consumo excesivo de sodio. Atendiendo al principal daño que hace una dieta alta en sal en las personas, el aumento de la tensión arterial, encontramos varios efectos negativos en el corazón . Tal como explica Manuel Anguita, cardiólogo del Hospital Reina Sofía, de Córdoba, y portavoz y ex presidente de la Sociedad Española de Cardiología, la sal aumenta el tono vasoconstrictor de las células musculares lisas de la pared arterial. A su vez, incrementa la osmolaridad del plasma en sangre, favoreciendo la retención de líquidos y que haya más volumen de sangre en los vasos, algo que también hace subir la rpesión arterial. Desde la Organicación Panamericana de la Salud , se indica que la presión arterial alta «contribuye en al menos el 40% de todas las enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares , que representan a su vez el 45% de las enfermedades no transmisibles».
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