La Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA) abrió hace unos días sendas cuentas en las redes sociales X (antes Twitter) e Instagram. Lo que parecía una obligada maniobra de comunicación en el siglo XXI ha resultado ser algo más. Porque el primer mensaje que han publicado las estrellas del automovilismo mundial en esas plataformas es un duro comunicado dirigido a la Federación Internacional de Automovilismo y a su presidente, Mohammed Ben Sulayem. El desencadenante de la rebelión son las recientes multas impuestas a Max Verstappen y Charles Leclerc por pronunciar «joder» en los mensajes que se emiten por la radio. La FIA aprovechó para advertir a los pilotos que seguiría castigándoles económicamente si decían palabras malsonantes. «Con respecto a las palabrotas, hay una diferencia entre las destinadas a insultar a otros y las palabrotas más casuales, como las que podría usar para describir el mal tiempo, o de hecho un objeto inanimado, como un automóvil de Fórmula 1, o una situación de conducción», señala la GPDA. «Instamos al presidente de la FIA a que también considere su propio tono y lenguaje cuando hable con nuestros conductores miembros, o incluso sobre ellos, ya sea en un foro público o de otra manera. Además, nuestros miembros son adultos, no necesitan recibir instrucciones a través de los medios de comunicación, sobre asuntos tan triviales como el uso de joyas y ropa interior», añade. «La GPDA ha expresado, en innumerables ocasiones, su opinión de que las multas monetarias de los conductores no son apropiadas para nuestro deporte. Durante los últimos 3 años, hemos pedido al presidente de la FIA que comparta los detalles y la estrategia con respecto a cómo se asignan las multas financieras de la FIA y dónde se gastan los fondos. También hemos transmitido nuestras preocupaciones sobre la imagen negativa de las multas financieras que traen al deporte. Una vez más, solicitamos que el presidente de la FIA proporcione transparencia financiera y un diálogo directo y abierto con nosotros. Todas las partes interesadas (FIA, F1, los equipos y la GPDA) deben determinar conjuntamente cómo y dónde se gasta el dinero en beneficio de nuestro deporte», prosigue. «La GPDA desea colaborar de manera constructiva con todas las partes interesadas, incluido el presidente de la FIA, con el fin de promover nuestro gran deporte en beneficio de todos los que trabajan en él, pagan por él, lo ven y, de hecho, lo aman. Estamos haciendo nuestra parte».
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