La DANA en Valencia ha relegado a un segundo plano el escándalo de Íñigo Errejón . Pero apenas han pasado dos semanas desde que todo saltara por los aires en Sumar y Más Madrid, salpicando a Podemos y cómo no, al propio Gobierno. Ni Mónica García ni Yolanda Díaz hicieron nada más allá de abrir una investigación interna, tras el aviso de Ione Belarra alertando del episodio de 2023 en un festival de Castellón. La dieron por finalizada a los pocos días tras dar credibilidad a la versión del político y no darle mayor importancia. Desde entonces, ambas organizaciones se parapetan en que no sabían nada del comportamiento del exportavoz parlamentario de Sumar hasta que no hablaron con él tras la publicación de múltiples testimonios de mujeres en las redes sociales de la periodista y activista Cristina Fallarás, que le acusaban de acoso y agresión sexual. Según la versión de Más Madrid , integrado en Sumar, exigieron explicaciones a Errejón el mismo lunes 21 de octubre, día en que saltó todo por los aires, y ya después pidieron a Sumar que le cesara de sus cargos y le exigieran su acta como diputado en el Congreso aunque no hizo falta, ya dimitió él apenas tres días después, el jueves 24. Errejón reconoció los hechos a dos dirigentes de dentro del partido que él mismo fundó. A la líder, la ministra de Sanidad Mónica García, y a la que fuera su pareja más de siete años, y que llegó a convivir con él: Rita Maestre . «Fueron dos conversaciones distintas», ha relatado este domingo la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital en una entrevista concedida al programa 'Salvados' de La Sexta. El hecho de que reconociera esos comportamientos «fue un 'shock'», asegura. También lo fue «que fuera tan rapido, que no hubiera forcejeo, titubeo, que dijera que sí y que además, aceptara que tenía que irse». Si bien el ya expolítico les reconoció a ambas dirigentes madrileñas la veracidad de tales acusaciones «a la primera», explica Maestre, «no reconoció un hecho concreto; dijo 'sí, he tenido actitudes machistas como las descritas en ese hilo'». A lo largo de toda la entrevista, la portavoz municipal ha querido mostrar la «empatía» que siente hacia todas esas «mujeres que está contando historias terroríficas de su vida»: «Mi empatía está ahí», ha dicho, y no con Errejón. Durante la primera semana [cuando fue grabada la entrevista], a Maestre no le preocupó «en ningún momento» cómo estaría el político dimitido. «No, en este momento, no [me preocupa]. Esa es la verdad. El nivel de rabia... porque es lo que siento... y de decepción... pues no me permite la empatía «, ha confesado entre suspiros y resoplos. La portavoz de Más Madrid ha reconocido asimismo que el comunicado de Errejón en X fue «ofensivo» y «un insulto a la inteligencia de todas las personas», sobre todo que el exdiputado empleara una «mezcla indecente de victimismo, de echar balones fuera, de no asumir nada y de no pedir perdón«. Esto último, ha hecho in inciso Maestre, »es, por cierto, una cosa que sigue sin haber hecho«. »Tiene delito meter al neoliberalismo en una carta que sólo podía ser de asunción de responsabilidades y disculpas«, ha dicho, además de denunciar que haya convertido en un »meme« una historia de manipulación y doblez». «Tiene, desde luego delito», ha zanjado el asunto. «Ojalá lo hubiéramos sabido antes porque no creo que ninguna aportación a la política valga tanto como para todo el daño paralelo que ha creado y ojalá hubiera estado antes fuera de la política española», ha respondido preguntada por el final político de Errejón entre acusaciones de violencia sexual, teniendo en cuenta que ha sido una de las personas que más ha marcado la política española en la última década. La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital ya publicó hace dos semanas una carta una extensa carta de dos folios en redes sociales contra el que fuera su pareja, censurando su comportamiento «misógino». Con un encabezamiento que decía «cuando el dolor es devastador (...) que nunca más vuelva a pasar, que ningún agresor quede impune», Maestre comenzó solidarizándose con las víctimas, a las que envió su «respeto» y todo su «apoyo». «Abrumada y conmocionada» , sostuvo haber descubierto ahora que algunos de «los episodios de comportamientos y violencia misógina denunciados por las víctimas» sucedieron cuando el agresor era aún su «pareja». Califica al dimitido portavoz de Sumar en el Congreso como «una persona de apariencia normal» que «era a la vez un misógino que volvía a casa con normalidad después de agredir a una mujer de 20 años en un hotel». Recuerda que «los agresores que se suelen presentar como seres monstruosos excepcionales son un padre, un hermano, un compañero de trabajo o tu expareja». «Ahora no es una teoría ni un lema; es mi vida», dijo. Maestre se lamentó en la misiva, al igual que ha hecho este domingo, de no haber visto las «múltiples caras» de Errejón y dió por hecho que mantuvo una «red de agresiones y vejaciones de esta magnitud», de las que se desmarca: «Ni he sido parte ni tengo constancia de ningún encubrimiento de ninguna agresión ni acción violenta (...) Más bien me siento profundamente engañada, y ese engaño resulta devastador».
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