Me dijo una vez Indro Montanelli, uno de los grandes periodistas del siglo XX, que las televisiones públicas eran el más preciado botín de los partidos vencedores en las urnas . La joya de su corona. Por aquel entonces estábamos agotando el segundo milenio y esa constatación escandalizaba a cualquier demócrata digno de ese nombre, empezando por el gigante italiano, que jamás puso su pluma al servicio de ningún poder, fuese del signo que fuera y le costara lo que le costase, que fue mucho y muy doloroso. No podíamos imaginar a la sazón, ni él ni yo, que algunos años después llegaría al Gobierno de España un tipo llamado Pedro Sánchez, caudillo de un Partido Socialista derrotado, para adueñarse,... Ver Más
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