Ruby , un carguero provinente de Rusia varado en el mar del Norte, inquieta a las autoridades de varios países por el riesgo que comporta su carga de 20 mil toneladas de nitrato de amonio, un material altamente explosivo . Su tripulación busca un puerto cercano donde reparar graves daños sufridos hace unos días y la petición no parece encontrar un anfitrión dispuesto a tomar el riesgo . El carguero sufrió daños importantes el encallar cerca de la península de Kola en Rusia -donde tomó su mercancía actual-; tanto el timón como la hélice quedaron en mal estado, además de abrirse grietas en el casco. Bajo bandera maltesa, el barco carga el el mismo material que causó en 2020 la explosión del puerto de Beirut, solo que en una concentración de 7,5 veces mayor. La embarcación, de momento (y desde hace varios días), se encuentra remolcada sin rumbo fijo entre aguas noruegas y danesas. Después de su expulsión del puerto de Troms, en Noruega, las autoridades de Suecia y Dinamarca vigilan a Ruby de cerca, sin permitirle tocar tierra. Parece que Lituania, donde iba a ser reparado, también ha denegado que pueda atracar en sus puertos. Según el medio danés 'Danwatch', las autoridades de su país guardan silencio sobre la peligrosidad del buque, aunque lo están monitoreando. Tampoco hay noticias de que se haya autorizado su atraco en ningún puerto de Dinamarca. De momento, parece que está siendo remolcado por una embarcación más pequeña y todo indica que sus daños impiden una movilidad autónoma . La página web de monitorización marítima Marine Traffick, muestra que Ruby tiene como último destino Malta, y viene del puerto de Troms, en Noruega. Según 'Danwatch', allí llegó a atracar de emergencia, pero el permiso fue denegado cuando las autoridades fueron alertadas de la peligrosidad de su mercancía y fue expulsado . Las autoridades suecas también se mantienen en alerta y una dotación de sus Fuerzas Armadas sigue de cerca la embarcación, informan medios locales como 'Goterboörgs-Posten', aunque califican el riesgo como bajo. Medios de los tres países coinciden en que el destino de Ruby es el puerto de Klaipeda, el más grande de Lituania, donde debe ser reparado. Para ello, debería atravesar el estrecho Kattegat, que separa en Dinamarca la península de Jutlandia y la isla de Selandia, unidas por un puente . Los tratados vigentes sobre aguas internacionales no permiten a Dinamarca evitar el paso del buque, y si se encuentra sin rumbo es porque, en última instancia, Lituania también ha decidido prohibir que atraque en ninguno de sus puertos. Según el medio 'Information', el país no dará su visto bueno mienstras transporte mercancía explosiva. La sombra de la guerra en Ucrania plantea un futuro incierto para el carguero, de 183 metros de longitud y casi 30 metros de ancho, que para algunos analistas, plantea sospechas en cuanto a sus verdaderas intenciones. Más teniendo en cuenta que en Strom hay una base de la OTAN y que en su ruta también ha bordeado algunos gasoductos en Bergen.
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