El titular de la Xunta, Alfonso Rueda, ha avanzado que no deposita muchas «esperanzas» en los resultados de la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado viernes. «No tuve ni una sola concreción, el presidente escuchó, en algún caso dio su opinión en otros ni eso», aseveró, añadiendo que, en todo caso, la responsabilidad de Galicia es seguir perseverando y dando cuenta de si las demandas de la Comunidad son atendidas o no. Un encuentro que los partidos de la oposición criticaron con dureza, tachándolo de «oportunidad perdida», sometida a los intereses de Génova como vinieron haciendo hasta ahora, y del que surgió una brecha entre nacionalistas y socialistas. El motivo no fue otro que la fábrica de fibras textiles a partir de pasta celulósica que Altri pretende instalar en Palas de Rei, y la posición del Gobierno sobre la financiación europea, que defiende la propuesta del Ejecutivo autonómico. Una noticia que no ha sentado bien en las filas del BNG, que estos días ha avanzado que Sánchez da dinero público al proyecto, tendría «muy complicado» seguir contando con su apoyo. Una muestra más, en palabras del mandatario gallego, del rigor del partido, cuyo peso en la política nacional cuestionó con dureza, con un pacto de investidura del que Galicia aún no se ha beneficiado. «Si en este asunto concreto, el Gobierno no hace lo que quiera el BNG, todos esos pactos a los que llegaron de repente ya no existen, le retira el apoyo», indicó Rueda ante preguntas de los medios en la rueda de prensa posterior al Consello. Una muestra del «rigor» del partido, que, recordó, ,antes de las autonómicas estaba a favor de la implantación de la fábrica. Pero para el presidente de la Xunta, esa respuesta de los nacionalistas también es una muestra de «la estabilidad de los pactos de Estado que tiene el BNG». Alguno, explicó, se lo recordó a Pedro Sánchez en la reunión del viernes, como el traspaso de la AP-9, pero «nada». «Le pregunté qué iba a hacer el Partido Socialista cuando se votase en el Congreso el traspaso de la AP-9 y no me contestó, lo cual es bastante intranquilizador. Hablé también del compromiso en campaña de su portavoz -el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro-. No dijo ni una sola palabra. Hablé también de las rebajas en los peajes, que está en el acto de investidura y no se hicieron efectivas, todo lo contrario. Óscar Puente dijo que no había dinero para hacerlo. Tampoco contestó», explicó. Muestras, a su juicio, de que los pactos alcanzados con el BNG, e incluso su peso en la gobernabilidad de España, «tienen la importancia que tienen». «Pero, por si a caso tuviese alguna, la portavoz del BNG se encarga de quitársela toda haciendo estas amenazas por asuntos concretos», demostrando, una vez máz, «una falta de respeto absoluta por la labor que están haciendo los técnicos de la Xunta en la tramitación de este expediente». También valoró las declaraciones de la portavoz del partido, Ana Pontón, sobre la comisión de investigación creada de forma automática por su formación en el Parlamento, en la que, según ella, hay que aclarar 15 años de chanchullos del PP. De forma casi irónica, el mandatario gallego mostró sus «dudas» sobre el motivo detrás de la creación de esta comisión de investigación. «No está claro contra quien van y no saben de qué va esta comisión, y ahora se encuentran con estos problemas» y dicen que va a ser para «todo». Se habló del sobrecoste del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y de los contratos en pandemia, recordó, y ahora «resulta que es para hablar de todo». Declaraciones que se hacen, indicó, «cuando no se tienen las cosas claras». «Ahora no se sabe muy bien [para qué es]. Se sabe que es para hacer oposición contra el Feijóo del año 2009 o 2012, pero ya estamos en el año 2024, ya hubo elecciones y si quieren hacer una comisión sobre algo concreto, están en su derecho. [...] Ahora se abrirá el plan de trabajo y espero que, al final, sea una comisión útil», aseveró. [NOTICIA EN AMPLIACIÓN]
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