Lando Norris ha confirmado el buen momento de McLaren y se ha llevado la pole en el Gran Premio de Singapur, en una jornada marcada por el nivel mostrado por los Mercedes. El podio lo completaron Max Verstappen y Lewis Hamilton. Sainz se chocó con el muro y saldrá décimo, mientras que Fernando Alonso empezará séptimo.
Lando Norris salió con muchísimas ganas en Singapur y empezó su batalla particular con Leclerc, al que aventajó en apenas décimas para colocarse como el más rápido de la parrilla. Era la confirmación de que continúa el buen momento de McLaren.
La sorpresa, sin embargo, llegó al final de esa primera fase. Max Verstappen recuperó su mejor versión, la que ha estado ausente en las últimas carreras, para ser el más rápido en Singapur. Las caras en McLaren eran de sorpresa.
Ricciardo, Stroll, Gasly, Bottas y Zhou se quedaron fuera de la Q2. Sainz era sexto, en una tónica similar a la de la semana pasada, igual que le ocurrió a Alonso, que hasta ese momento rodaba como el noveno mejor. No había motivos para ser optimistas con los españoles.
Alonso pasó a la Q3 por los pelos. (EFE/Peter Powell)El error de Sergio Pérez
La sorpresa llegó en la Q2. Sergio Pérez, protagonista del incidente de la semana pasada con Sainz, finalizó decimotercero y se quedó fuera de la Q3. Alonso, por su parte, entró por los pelos, como décimo, con ese suspense que lo ha acompañado en los últimos grandes premios.
La Q3 dio inicio y era el momento de ir a por todas en la lucha por la pole. El mejor en ese momento era Oscar Piastri, que había sorprendido en la Q2 al superar a un Verstappen que había vuelto a estar intratable.
Los operarios recogieron el coche de Sainz. (Reuters/Hamad I Mohammed)El accidente de Sainz
Todo estaba preparado para la batalla final, pero llegó una bandera roja. El infortunio se cebó de nuevo con Sainz. El madrileño se fue contra el muro tras iniciar su primera vuelta en la Q3. Sacaron la bandera roja y la clasificación se suspendió durante un cuarto de hora.
Luego llegó la hora de la verdad. Y Norris demostró por qué las sonrisas en McLaren estaban justificadas. Logró una pole merecida en una accidentada clasificación que deja, finalmente, un buen sabor de boca para Alonso. Pero caras largas en Ferrari.
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