Hace una semana, la Casa Real británica vivía uno de sus episodios más importantes de los últimos meses. A punto de terminar un año marcado por los diagnósticos de las enfermedades del Rey Carlos III y Kate Middleton , el Día del Recuerdo marcaba un antes y un después por el protagonismo de dos figuras clave en la Familia Real. La ausencia de la Reina Camila por motivos de salud dejaba a la Princesa de Gales sola junto a Sofía de Edimburgo en el balcón del Ministerio de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo, en un delicado momento. La noche anterior, Kate reaparecía en un acto oficial tras anunciar el final de su tratamiento de quimioterapia y la prensa se volcó en halagos hacia su actitud. Lo cierto es que la Princesa de Gales ya llevaba un tiempo cumpliendo con varios compromisos marcados en su agenda más dentro que fuera de Palacio, pero ha sido su presencia en el 'Remembrance Day' la que dejaba un mensaje claro: las cosas están bien y fuerzas para superar definitivamente su enfermedad no le faltan. Antes de su anuncio en vídeo, en el que su equipo de comunicación quiso transmitir que el Príncipe Guillermo y sus hijos son sus máximos apoyos , el descanso y reposo de Kate, alejándola así de la agenda de la Corona, era la prioridad para no perjudicar su estado de salud. Ahora se ha conocido que, muy a su pesar, los últimos meses de tranquilidad de la Princesa no han estado exentos de sobresaltos que han podido perturbar el bienestar de la 'royal' e incluso la seguridad de la Casa Real. Es inusual que Palacio sufra ataques del exterior debido al alto nivel de vigilancia policial con el que cuenta, pero los despistes en los cambios llevados a cabo para no alterar la integridad del hogar de la Corona habrían podido jugar malas pasadas. Así, en octubre, dejar una de las puertas del Castillo de Windsor sin guardias de seguridad dio presuntamente la oportunidad a una pareja de ladrones para entrar a robar y llevarse un valioso botín. Según ha publicado 'The Sun', dos hombres escalaron por la noche una de las vallas del Castillo con el objetivo de robar vehículos agrícolas con el riesgo de ser pillados, pues cabía la posibilidad de que los Príncipes de Gales y sus hijos estuviesen durmiendo en su casa cercana de Adelaide Cottage en los terrenos de Palacio, a la que se mudaron en el verano de 2022. «Alrededor de las 11.45 p.m. del domingo 13 de octubre, recibimos un informe de robo en una propiedad en un terreno de Crown Estate cerca de la A308 en Windsor. Los agresores entraron en una finca y se llevaron una camioneta Isuzu negra y un quad rojo. Luego se dirigieron hacia la zona de Old Windsor», confirmó un portavoz de la policía al medio. Según la fuente, los asaltantes «deben haber estado observando el Castillo de Windsor por un tiempo y después de que la policía armada fuese retirada de las dos entradas públicas principales de Palacio, habrían encontrado la oportunidad para entrar en Shaw Farm, una granja actualmente en funcionamiento dentro de la finca real, que ahora cuenta con un dispositivo especial de vigilancia para patrullar día y noche la zona. Supuestamente, la decisión de retirar la vigilancia estuvo condicionada por la falta de oficiales preparados para el puesto y por la intranquilidad de los turistas que visitaban la residencia y que pensaban que la presencia de policía armada significaba un posible riesgo. Aunque el Castillo sólo contase con agentes armados visibles en el cambio de guardia, en su interior cuenta con seguras medidas de seguridad. «Hay alarmas en el Castillo de Windsor, pero la primera vez que alguien se enteró de que había un robo fue cuando atravesaron la barrera de seguridad en la salida de Shaw Farm Gate», dijo la fuente intuyendo que los ladrones «tendrían que haber sabido que los vehículos estaban almacenados allí antes de entrar y saber cuál era el mejor momento para llegar y escapar sin ser atrapados». Así, los hombres enmascarados se dieron a la fuga utilizando un camión robado y un quad para atravesar la barrera de seguridad, que tuvo que ser reemplazada posteriormente por el estado en el que quedó. Por el momento no se han realizado detenciones, pero se ha dado a conocer la posibilidad de que los Príncipes de Gales y sus hijos estuviesen durmiendo esa noche en su vivienda cercana, pues ocurrió un domingo antes del comienzo de la semana escolar. El Rey Carlos III y la Reina Camila no se encontraban dentro de la finca porque él estaba en Escocia y ella posiblemente descansando en la India. Este incidente no es el primero que tiene lugar en la finca de Palacio. El día de Navidad de 2021, un intruso armado con una ballesta escaló también una valla con la intención de quitarle la vida a la Reina, pero terminó siendo encarcelado por traición. En febrero de este año, otro individuo fue encontrado en los jardines del Castillo de Windsor completamente desarmado pero con actitud sospechosa, por lo que fue detenido y acusado de allanamiento.
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