El presidente del Gobierno defiende una mayor cooperación internacional para avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030 en su intervención en la Cumbre del Futuro de la ONU
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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, apeló este lunes a la esperanza para lograr “un futuro de paz, justicia y prosperidad” en plena escalada de la tensión en Oriente Medio y ante la existencia de otros conflictos como la guerra en Ucrania.
Sánchez hizo esa llamada a la esperanza en su intervención ante la Cumbre del Futuro de la ONU, un evento organizado de forma previa a la apertura del nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.
“En tiempos de incertidumbre como el que vivimos, el miedo es nuestro peor enemigo. Un futuro de paz, justicia y prosperidad solo puede construirse desde la esperanza”, afirmó el jefe del Ejecutivo español, que reivindicó la vigencia del acervo de Naciones Unidas. Un acervo del que dijo que forma parte el respeto al Derecho Internacional, el Derecho Internacional Humanitario y la propia Carta de la ONU.
No hizo referencia explícita a la situación en el Líbano, pero sí se refirió a Palestina al asegurar que España defiende y promueve los principios de la ONU con determinación y coherencia en todos los contextos, ya sea en territorio palestino como en Ucrania o en cualquier otra parte del mundo.
Para garantizar un futuro de paz consideró necesario igualmente impulsar una gobernanza del sistema multilateral más eficaz, inclusiva y justa, y la Cumbre del Futuro dijo que es un paso clave para la necesaria reforma de Naciones Unidas y de sus instituciones para que sean más representativas, eficaces y transparentes y su funcionamiento sea más democrático.
Una fiscalidad más justa y más cooperación internacionalSánchez pidió también una mayor cooperación internacional para avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030 y explicó que España acompaña esa aspiración con hechos comprometiéndose a incrementar la ayuda oficial al desarrollo hasta el 0,7% de la Renta Nacional Bruta en 2030. De la misma forma, recordó que España es el primer contribuyente al Fondo Conjunto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Además, ante la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que se celebrará en Sevilla en 2025, Pedro Sánchez dijo que España quiere consensuar dos medidas concretas que permitan movilizar todos los recursos y políticas para impulsar el desarrollo sostenible.
La primera de ellas es fortalecer los Bancos Multilaterales de Desarrollo, completando la revisión del marco de adecuación de su capital y ahondando en sus procesos de reforma, y la segunda, optimizar el uso de los denominados Derechos Especiales de Giro y sus posibles mecanismos de recanalización.
Al respecto, destacó que España, cumpliendo su compromiso de canalizar hasta el 50% de los derechos recibidos en 2021, llegó a un acuerdo entre el FMI y el Banco Mundial para que ambas instituciones puedan utilizar el Fondo para la Resiliencia y la Sostenibilidad en la lucha contra el cambio climático.
Sánchez dijo que es preciso también incluir cláusulas de contingencia en los contratos de deuda más allá de los desastres naturales para otras crisis, como explicó que ha hecho España recientemente, porque cree que así se daría mejor respuesta a las crisis alimentarias y a las emergencias sanitarias.
Todo ello defendió que vaya acompañado de una fiscalidad más justa, políticas tributarias más eficaces y transparentes que impulsen la movilización de recursos domésticos.
Por ello reiteró su apuesta por un impuesto mínimo global sobre las grandes fortunas y la plena implementación de los dos pilares de la OCDE y el G20 sobre la fiscalidad de las multinacionales como base para una futura Convención Marco de Cooperación Tributaria.
El presidente del Gobierno español apostó también por trabajar en favor de un desarrollo responsable de la inteligencia artificial y el resto de nuevas tecnologías.
Al respecto, explicó que España ha creado la primera agencia de supervisión de inteligencia artificial del mundo, y desde el valor de esa experiencia, defendió que Naciones Unidas desempeñe un papel clave en la definición de un sistema de gobernanza mundial para esta tecnología.
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