David Bono no dudó un instante cuando, tras la tragedia provocada por la DANA en la Comunidad Valenciana, con el respaldo del Servicio de Bomberos de Dos Hermanas, salió para ayudar en las labores de rescate y auxilio junto a otros cinco compañeros del parque nazareno. Después de 18 años como bombero , David, valenciano de nacimiento, de la localidad de Torrent – que no ha sido tan castigada por la DANA- afirma que no había «vivido otra situación similar». «Cuando llegamos el panorama era desolador y de verdad que recordaba a las imágenes que se habían visto en la película 'Lo imposible' del tsunami pero esto era real», sentencia. Una vez allí se personaron en el Puesto de Mando Avanzado (PMA) para identificarse y que le asignaran las tareas pertinentes. «El primer día nos dedicamos a intentar 'despejar' una avenida en la que los coches estaban amontonados , eran siniestro total con un tipo de maquinaria digamos pequeña para que después se pudiese entrar con otra de grandes dimensiones y empezar limpiar la zona. El objetivo era poder descongestionar aquello, para que nos entendamos», narra. La coordinación entre todos los bomberos, de Sevilla y de otros lugares, y otros cuerpos de emergencia ha sido positiva y se han ido consiguiendo los objetivos propuestos. Para Bono, si hay una palabra clave en estos días es « aprendizaje , de todo tipo: a nivel profesional , aprendes nuevas técnicas o formas de usar una maquinaria de forma más efectiva que como lo hacía o ves cómo alguien utiliza un tractor y compruebas su eficacia; desde eso a cualquier herramienta. Y, por otro lado, aprendizaje emocional y vital , cuando estás con gente que lo ha perdido todo…», explica emocionado. Sin embarg en el municipio de Catarroja o y pese a la catástrofe, el bombero destaca la « actitud positiva de los vecinos , que están todos a una para salir de esta grave situación que los ha asolado. Muchos se dirigían a nosotros para que los ayudásemos, por ejemplo, a abrir una persiana de su negocio a ver cómo estaba o a sacar su coche del garaje, sabiendo que no funcionaría pero quería sacarlo y tienes que entenderlo», expone. Después también han estado ocupados en otras tareas como quitar agua de una zona subterránea, donde los compañeros encontraron un cadáver , «algo a lo que nunca te acostumbras aun sabiendo que puede pasar dadas las características del sitio», asegura David. E incluso han orientado a personas a utilizar determinadas herramientas o aparatos para lograr achicar agua o limpiar un determinado espacio. Las jornadas de trabajo han sido muy intensas, desde que amanecía y salía el sol hasta que se ponía ya que sin luz natural era mejor no seguir para evitar accidentes. Y en todo momento, la colaboración ciudadana ha sido fundamental y han notado el agradecimiento de las personas afectadas, pese a que con el paso de los días el nivel de crispación iba creciendo al comprobar cuánta había sido la pérdida. Al principio, la gente estaba bloqueada, sin creer lo que estaba pasando pero a medida que pasaba el tiempo la conciencia era mayor de la catástrofe en la que se han visto envueltos. Los dramas personales se sucedían y, sin embargo, para ellos siempre ha habido palabras y gestos de agradecimiento. Ha sido una experiencia satisfactoria y gratificante. No tenían nada pero daban mucho. Todavía queda muchísimo por hacer. David regresa hoy a Dos Hermanas con sus compañeros y ya hay relevo nazareno . «Dada la intensidad de las tareas es mejor estar poco tiempo y dar lo máximo y no alargar el tiempo. El agotamiento psíquico es incluso mayor que el físico. Por eso es bueno hacer los cambios», apostilla. Por el momento, y según explican desde el Servicio de Bomberos de la localidad, mientras se les requiera habrá efectivos nazarenos , que con su valía y profesionalidad, ayudarán a recomponer un territorio devastado por la climatología y del que tristemente se escribirán varios capítulos de la Historia contemporánea.
abc.es