«Tuve un momento para desahogarme con el Rey lo aproveché al máximo. Saqué todo lo que llevaba dentro y conseguí llorar y me desahogué», afirma Pau Oliver, de 16 años, al ver la portada de ayer de ABC, que inmortalizó ese momento. A pocos metros de donde se disparó la imagen, Pau afirma que él solo estaba ahí porque sabía que iba Felipe VI. «Vine porque quería dejar claro el mensaje de que necesitamos ayuda. Ese era el motivo para estar aquí y creo que quedó bastante claro», apunta, antes de compartir la breve conversación que mantuvo con el Rey : «Le dije que necesitamos ayuda, que llevábamos cuatro días donde la gente sigue muriendo y solo queremos ayuda. Él me dijo que esto es una catástrofe, que lo estaban intentando hacer lo mejor que pueden y que no pueden hacerlo de la manera y velocidad que nosotros deseamos. Que no se puede hacer lo rápido que nosotros queremos. Y ahí tiene toda la razón. Esto es una catástrofe y no se puede hacer nada ». Dice que también lloró «antes de hablar con el Rey» porque «todo es muy triste», la desgracia de la DANA y la forma de recibir a los Reyes el domingo. «Me pareció mal que se le echara barro al Rey y que Pedro Sánchez se cagase. Sí que es verdad que si se quedaba aquí le podrían haber hecho mucho daño», cuenta Pau, quien, ante todo, entiende «el cabreo de la gente». «Yo pasé miedo. Pasé bastante miedo », reconoce. «Entiendo que aquí estén muy enfadados porque la gente tiene miedo. La gente sigue muriendo y no sabemos cómo actuar. Aquí hay gente que ha perdido casas, trabajos, familiares... Yo por suerte solo he perdido el trabajo . Pero mi casa y mi familia están todos bien y no me puedo quejar», afirma Pau. Este cruce de reflexiones le provocó mucha tristeza el domingo, tras la visita de los Reyes. Aunque reitera que «solamente con decirle al Rey lo que pensaba ya fue un desahogo» y que pudo sacar «todo lo que llevaba dentro», por la tarde se sintió raro. «Estaba triste», afirma. Y añade: «Entiendo que la gente esté enfadada. Me sabe mal por el Rey porque él no tiene la culpa de esto y por los periodistas y la gente que no se merecía que le lanzaran cosas. Pero también entiendo a la gente que está harta porque aquí hay miedo: por lo que va a pasar, porque trabajamos para limpiar todo y no vemos el final, porque no sabemos cómo se va a solucionar esto...». La enumeración de todos los miedos de los paiportinos es casi incontable. Dice que el miedo es general, porque también hay en el pueblo «sinvergüenzas que aprovechan el estado de animo de la gente para robar»: «Si es agua, vale. Pero son también joyerías y cosas que no tienen sentido». De hecho, aunque ayer la luz llegó a algunas casas, a partir de las seis de la tarde, cuando empieza a anochecer y Paiporta se queda sin luz, «hacen quedadas entre los vecinos para vigilar » que algunos grupos de bandas que se han formado en el pueblo a raíz de la DANA, no entren en las casas de los vecinos.
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