La desgracia se cebó doblemente con Jonathan y Ángela , un joven matrimonio con un niño de dos años y otro de tan sólo diez días, a los que la DANA en Valencia del pasado martes 29 de octubre les arrebató su casa, ubicada en el municipio de Sedaví. Por si fuera poco, al día siguiente y después de marcharse a la vivienda de los padres de ella, sufrieron el robo de todos los objetos de valor que se habían salvado de la riada, incluidos joyas, ropa y enseres de los bebés. Después de un largo sacrificio y esfuerzo económico, ambos se compraron un bajo en esta localidad con la ilusión de comenzar un nuevo proyecto en común. «La DANA nos lo ha quitado todo, estamos literalmente en la ruina , aunque doy gracias a Dios porque nos salvó a nosotros y a nuestros niños», explica Jonathan. Tanto es así que, según explica, si llegan a tardar veinte segundos más seguramente «no podrían contarlo», pues recibieron el aviso de un amigo que vive en el piso de arriba para alertarles de la llegada de una ola de agua que entró con una fuerza devastadora. Este joven valenciano recuerda que fue por el «miedo» que le causó su madre enviándole vídeos de las inundaciones el motivo por el que salió de casa antes de que llegara la tromba de agua. En ese momento, fue su vecino el que le dijo que Catarroja ya se estaba inundada y que «ya venía para aquí», por lo que se subieron los cuatro a su domicilio, más elevado y sin peligro como sí lo tenía su bajo. «La riada ha destrozado nuestra casa, los coches, todo. No se puede hacer vida aquí con dos niños tan pequeños», relata, al tiempo que critica la ausencia de ayudas institucionales y sí reconoce la inestimable colaboración de los miles de voluntarios que cada día viajan hacia los pueblos de l'Horta Sud a limpiar las calles y las casas de los afectados. «Me ha sorprendido la gente buena que hay en esta ciudad, pero no sé lo que voy a hacer para reconstruir mi hogar y mi vida », apunta. Así, el nuevo día a día de Jonathan y Ángela se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza que todavía desconocen cómo van a poder afrontar. «Tenemos mucho estrés y cansancio por cuidar de un bebé recién nacido y de un niño de dos años que además acaba de comenzar la guardería. Sólo nos faltaba esto», apunta. Por todo ello, ambos han pedido la ayuda de todo aquel que quiera y pueda colaborar en la reconstrucción de la casa o donarles enseres como muebles, ropa, alimentos de bebé… De hecho, desde entonces, han recibido la entrega de productos básicos por ejemplo de la falla Joaquín Navarro Carrícola, que desde que la DANA asolará Valencia está recogiendo y distribuyendo por las zonas más afectadas.
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