Un plan de acción para encajar la pieza clave del puzle renovable

España es uno de los líderes mundiales en generación de energía renovable, con más del 50% de su producción eléctrica proveniente de fuentes renovables en 2023 y unas perspectivas de crecimiento aún mayores en los próximos años. Sin embargo, este rápido avance presenta un desafío importante: la integración de una generación no flexible que genera desajustes entre la oferta y la demanda, así como caídas abruptas en la producción. En este contexto, el almacenamiento se vuelve crucial para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico, optimizando el uso de la energía generada y asegurando su disponibilidad cuando más se necesita. «El almacenamiento permite dar flexibilidad al sistema para gestionar estos desafíos y, en este sentido, las baterías pueden dar respuesta en milisegundos o levantar el sistema ante una caída de la red eléctrica», dice María Pérez Medel, responsable de almacenamiento de Naturgy. El almacenamiento en baterías es también, explica Pérez Medel, un motor clave para el desarrollo de las energías renovables, especialmente la fotovoltaica, ya que permite trasladar la energía a las horas de mayor demanda. Al absorber el excedente de energía en momentos de sobreproducción, como durante las horas solares, y liberarla cuando es escasa, como en los picos nocturnos, el almacenamiento se convierte en un elemento esencial para equilibrar el sistema eléctrico y acelerar la transición energética. Para lograr que estos proyectos ayuden a mejorar el sistema eléctrico del país, desde Iberdrola consideran que es importante que el almacenamiento se desarrolle de manera neutra tecnológicamente, es decir, al menor coste posible para dar el servicio que se necesita. Existen varias tecnologías de almacenamiento: las principales son las instalaciones de almacenamiento por bombeo y los sistemas de almacenamiento de energía en baterías. Según explican desde Iberdrola, el bombeo es el sistema de almacenamiento más eficiente y de mayor escala, almacenando agua en momentos de baja demanda para generar energía en horas de mayor consumo, lo que proporciona estabilidad al sistema eléctrico, dicen. Por otro lado, los sistemas de almacenamiento en baterías, aunque de menor escala y con costes más elevados, permiten almacenar excedentes de energía renovable y necesitan ayudas para su desarrollo, explican. Desde KPMG España, Eduardo González, su socio responsable de energía y recursos naturales, indica que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030 plantea para 2030, en su estrategia de almacenamiento energético, alcanzar una capacidad de 22,5 GW de los cuales 12,5 GW corresponden a almacenamiento diario y semanal y 10 GW a almacenamiento estacional. «Se trata de un objetivo ambicioso si consideramos que el dato de referencia del ejercicio 2021 fue de 8,3 GW de potencia instalada en almacenamiento. Los objetivos a 2050 se elevan a los 30 GW», dice González. En ese aspecto, considera que la flexibilidad que aportan los sistemas de almacenamiento será fundamental para poder operar con seguridad. Esta actualización del PNIEC aborda, con nuevas medidas, el desarrollo de nueva capacidad de almacenamiento hidroeléctrico aprovechando en particular embalses existentes, la puesta en marcha de mercados de capacidad para asegurar las inversiones necesarias a medio y largo plazo, así como la reforma del mercado eléctrico, dice el experto. El PNIEC 2023-2030 establece un objetivo del 81% de energías renovables, principalmente solar y eólica, en el mix eléctrico, lo que hace esencial el almacenamiento para absorber excedentes cuando la demanda es baja y devolver la energía a la red en momentos de mayor consumo, dice Andrés Cadenas, director de transporte y distribución de electricidad y gas en Accenture. «De esta forma se evitarían los vertidos de producción renovable y se facilitaría la gestión del sistema eléctrico dotándolo de mayor estabilidad al contar con el almacenamiento como herramienta de flexibilidad», comenta Cadenas. El almacenamiento permite aumentar la integración de renovables y aportar flexibilidad al sistema. Parte de estos servicios pueden producirse desde cualquier punto y cualquier almacenamiento, este dónde este, dice Pérez Medel, de Naturgy. En cuanto a su ubicación, considera que las zonas con mucha generación renovable son las más idóneas para la instalación de sistemas de almacenamiento. Desde Iberdrola coinciden en que la región para colocar estos sistemas en España no es relevante, ya que el sistema eléctrico del país es de nudo único. «Se puede prestar el servicio de almacenamiento desde cualquier punto, siempre que exista conexión», dicen. Algunos de los factores que permitirían acelerar el despliegue de almacenamiento, según Cadenas, de Accenture, son una regulación clara que permita que las baterías puedan participar en los servicios de ajuste de la red, así como en el mercado mayorista, y agilizar las tramitaciones, permisos y procedimientos de acceso y conexión. «El principal atractivo de España es su abundancia en recursos renovables solar y eólico al que se podría sumar el enorme potencial, muy poco explotado, del bombeo hidráulico dada la orografía de nuestro país», dice Cadenas. El experto sugiere que otro paso importante para impulsar estos proyectos es la implementación de incentivos fiscales o subastas específicas para el almacenamiento. Además, resalta la oportunidad de aprovechar los fondos europeos Next Generation EU, a través del PERTE de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento, para fortalecer la industria nacional y fomentar la innovación tecnológica, reduciendo la dependencia de las cadenas de suministro de baterías dominadas por China. También subraya que, para integrar el almacenamiento de manera eficaz, es crucial acelerar el desarrollo y la digitalización de las redes de transporte y distribución eléctricas. Por su parte, el PNIEC incluye medidas para impulsar proyectos de almacenamiento, como fortalecer la industria nacional en todas sus aplicaciones e integrar a diversas empresas de la cadena de valor del sector energético, explica González, de KPMG. Este proceso debe ir acompañado de la promoción de la innovación, el desarrollo tecnológico y la formación especializada, asegura. González destaca que, para cumplir los objetivos de almacenamiento del PNIEC, es fundamental desarrollar un marco regulatorio adecuado en los ámbitos administrativo, legal y económico, que ofrezca las señales correctas para fomentar las inversiones necesarias.

abc.es

Leer artículo completo sobre: abc.es

Noticias no leídas