El Real Madrid sufrió para ganarle a un audaz Espanyol en su visita al Santiago Bernabéu (4-1). Dani Carvajal puso las tablas tras el autogol de Thibaut Courtois y Rodrygo, a 15 minutos del final, evitó otro traspié de los blancos. Los tres puntos son vitales para no despegarse del Barça en este arduo inicio de temporada.
No se trataba de una visita más. Aunque los pericos tuvieron un duro inicio de campeonato, todo cambió tras el empate que cosecharon en El Metropolitano. El Madrid avisó al poco de empezar el duelo por medio de Arda Güler, titular inesperado, al igual que Modric.
Mbappé dispuso de ocasiones claras, aunque Joan García le negó el gol en la primera mitad. La impotencia del francés quedó evidenciada por sus constantes protestas que acabaron con una tarjeta amarilla. Su inicio goleador no ha sido el mejor, pero sus destellos siempre aparecen en los encuentros.
La resistencia del Espanyol era evidente, y la comodidad llegó para ellos con el transcurso del encuentro. El nerviosismo imperó en el Madrid, incapaz de batir a Joan García, el mejor de los visitantes en el partido. Su portería era un muro inexpugnable para Mbappé, Bellingham o Rodrygo.
Courtois falló en el gol del Espanyol. (EFE/Rodrigo Jiménez)El error de Courtois
Las taquicardias aparecieron en el Bernabéu cuando pasaron cinco minutos del inicio de la segunda mitad. Un saque largo de Joan García llegó hasta las piernas de Jofre, que centró desde la línea de fondo. Ese pase tocó en las piernas de Courtois, poco afortunado en su intervención, y acabó dentro de la portería. Campanada en Madrid.
Los blancos, acostumbrados a este tipo de situaciones, mantuvieron la parsimonia que no tuvieron en la primera mitad. En escasos siete minutos, Carvajal empató el partido con un remate a placer en la línea de gol tras el pase de Bellingham. Joan García no llegó a la pelota y el español puso las tablas.
Vinícius marcó el 3-1. (Reuters/Vincent West)La actuación de Vinícius
Courtois enmendó su error del primer tanto con una señora parada a Jofre que hubiera dejado al Madrid casi seguro sin los tres puntos. Apenas varios minuto después de esa intervención, Rodrygo remató de manera excelente un centro de Vínicius para colocar a los blancos por primera vez por delante en el marcador.
Y Vinícius le mandó un mensaje a Ancelotti: no quiere ser suplente. Si en el 2-1 fue asistente, en el 3-1 fue goleador. El pase de Mbappé lo remató con un zurdazo cruzado que instauró la tranquilidad y certificó los tres puntos. Luego Kylian hizo el 4-1 desde el punto de penalti. Todo sigue en orden en el Bernabéu.
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