Una española que vive en Australia desvela el animal al que hay que tenerle miedo: no es el canguro

Australia, tierra de contrastes y excentricidades naturales, es un lugar donde la vida salvaje se convierte en un espectáculo diario. Canguros, serpientes venenosas y tiburones forman parte del imaginario colectivo en lo que a animales peligrosos se refiere, pero también existen criaturas que van más allá de los estereotipos y que son una gran fuente de preocupación para los australianos . En este ecosistema exótico y diverso, no todos los temores se dirigen a los reptiles o los grandes depredadores marinos , y en un reciente vídeo, una española que reside en Australia , conocida en TikTok como 'merymuffinz', reveló al mundo el animal que aterroriza al país . «¿Qué pasa si te digo que el animal al que más miedo le tienes que tener en Australia no es ni una serpiente, ni una araña, ni un tiburón?», señala al inicio de la publicación. Con humor, la española advierte en el vídeo sobre una de las criaturas más inesperadas en la lista de animales peligrosos en Australia: la urraca australiana o Magpie . Este pequeño pájaro blanco y negro, aparentemente inofensivo, es capaz de transformar la vida de quienes transitan por su territorio en una auténtica pesadilla . Para la creadora de contenido española, las urracas australianas son «literalmente tu peor pesadilla hecha realidad» y revela que, a pesar de su tamaño, que puede parecer insignificante frente a otros animales, la Magpie se convierte en un auténtico «Terminator» en su versión más hostil, lanzándose con ferocidad sobre cualquier humano que, sin saberlo, invade su territorio. «Son especialmente agresivos en época de crianza, eso es verdad, luego durante el resto del año son un poco más 'chill', pero no te creas», comenta la española en su vídeo. La situación es tal que en muchas ciudades y áreas costeras del país, la gente ha comenzado a tomar precauciones extraordinarias, sobre todo quienes utilizan bicicletas, patinetes, tablas de skate y motos, ya que, según revela, la urraca australiana tiene una inusitada fijación con atacar a cualquier persona que se transporte sobre ruedas . «Tienen cierta fijación con cualquier humano que se transporte por la vía pública en cualquier aparato que vaya sobre ruedas, ya sea skate, bici, patinete o moto, y no dudan en atacar», advierte la influencer. El comportamiento de las urracas es tan predecible que se ha vuelto común ver a ciclistas usando cascos con pinchos en la parte superior para ahuyentarlas, una medida que puede parecer extrema pero que se ha vuelto bastante común. «Es bastante común ver en Australia, sobre todo en las zonas de costa donde la gente pasea más en bici y tal, a la peña con este tipo de cascos», explica la española, mostrando imágenes de ciclistas con esta inusual protección. Además, la joven española detalla la estrategia de ataque de estas urracas, haciendo énfasis en lo perturbador de sus métodos. «Es fácil identificar si uno de estos pajaritos te va a atacar y es que, previamente al ataque, vas a ver cómo se afila el pico», manifiesta. «Va a ir a por zonas que duelen, ya sea el cráneo o los ojos. Y ya no que duelen, es que menuda grima que un pájaro te meta ahí una 'cosculluela' en el ojo», añade. Sin embargo, el consejo de la creadora de contenido no solo se centra en cómo protegerse físicamente de estos ataques, sino también en cómo reaccionar , ya que intentar defenderse puede empeorar la situación : «Es importante que no te defiendas o que por lo menos no los ataques de vuelta y simplemente pues intentes huir de la forma más tranquila posible», recomienda. Y es que las urracas australianas tienen una memoria prodigiosa , hasta tal punto que pueden identificar a quienes han tratado de atacarlas, lo que solo les incita a perseguirlos con más violencia en futuras ocasiones. «Tienen mucha memoria y se van a acordar de tu carita, y eso implica que si vuelves a pasar por ese mismo sitio, van a ir a por ti más fuerte que nunca», asegura. Por último, la joven española revela su propia experiencia con estos animales: «Os diré que personalmente tengo mucho trauma, solo he sido atacada una vez pero solo la simple idea de pensar que me pueden arrancar un ojo hace que si yo sé que hay ese tipo de pájaros por donde voy a ir, gafitas de sol y por lo menos nos curamos de un susto». «Literalmente Lucifer», concluye.

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