Aunque se dice que las segundas partes nunca fueron buenas, la realidad está plagada de ejemplos en los que merece la pena dar un segundo voto de confianza a un empleo, a un amigo o al amor. En este sentido, el programa 'First Dates' está acostumbrado a ver casos de personas que, tras un fracaso amoroso, deciden que merece la pena volver a llamar a la puerta del amor. Uno de los últimos programas de este reality de Cuatro dirigido por Carlos Sobera ha visto un caso de este tipo: el de Susi , una empresaria del sector de los zapatos de 73 años de Alicante ahora ya jubilada que conoció el amor perfecto pero que hace dos años y medio quedó viuda, que ha querido acudir al restaurante del amor en busca de una nueva pareja. Susi recordó lo feliz que era con su marido y el gran patrimonio que le ha dejado y relató que esperaba encontrar a alguien «que viera la vida con optimismo » y que quisiera salir y disfrutar y era consciente de que era difícil encontrar a un hombre ideal. El programa le tenía preparado una cena con Javier, otro empresario jubilado de Castellón de 77 años. Sin embargo, desde el primer momento en que lo vio entrar por la puerta ella vio algo que no le encajó. «Uy, nada más verlo tan tranquilo y tan pasivo... per digo no, ya no corresponde con lo que yo quería », confiesa ella durante el programa antes de aportar más puntos negativos. «En cuanto me ha dado el primer beso digo 'madre mía, este hombre...'», confiesa ella, que critica tras las cámaras su «pelo mal recortado» y su dejadez. Más momentos desafortunados. A Javier le sonó el teléfono al inicio de cita, algo que también desagradó a Susi, a la que se notaba incómoda. Con todo, tomaron asiento y ella fue dirigiendo la conversación, aunque todo ello llevó a descubrimientos que tampoco le gustaron. Uno de los que más le chocaron fue cuando él le explicó que había sido fumador y que tenía algún que otro problema de salud , en concreto una insuficiente cardíaca y renal. Para ella eso podía «frenar su estilo de vida», lo que no le gustó. « No entiendo que a su edad venga a un programa a encontrar el amor con sus problemas y tal», reconoció. Susi ante las cámaras de formato. El hecho de que él le contara ilusionado que soñaba con comprarse una moto, a pesar de su estado de salud, sorprendió todavía más a la alicantina. Por si esto no hubiera sido suficiente, hubo una confesión que acabó de hacer chirriar el 'match'. «Tengo insuficiencia en la cuenta corriente », le espetó él. Una frase que fue condenatoria para Susi, que tras las cámaras se quejó de que «yo no me voy a un programa de televisión si no tengo una cuenta normal para poder llevar el ritmo de mi pareja». A la vista de la evolución de la cena, e incluso el momento de pagar la cuenta en el que casi discuten, parecía obvio que la cita no acabaría bien. La decisión final confirmó que ambos no querían seguir conociéndose: ella lo fue dejando claro durante todo el encuentro y el también le dio un 'no' reconociendo que había visto muchas « incompatibilidades ».
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