Seguro que alguna vez has recibido una llamada de un número desconocido y, al contestar, te has encontrado con un agente comercial o una voz algo robótica que llama de parte de una compañía para venderte un producto. A diario, miles de personas deben lidiar con estas llamadas 'spam' , que suelen ser siempre inoportunas y molestas y que, aunque no descolguemos el teléfono, siguen sucediéndose durante semanas y desde diferentes números de teléfonos. A pesar de la entrada en vigor el 30 de junio de 2023 de un artículo de la ley de telecomunicaciones que prohibía a las empresas realizar llamadas comerciales sin consentimiento , esta situación no ha cesado. Así lo refleja el Informe Global sobre Amenazas de Llamadas , que sitúa a España como el país europeo con más llamadas de spam telefónica, superando las 17 al mes por persona sin que los usuarios puedan evitarlas de ninguna manera. La realidad es que, a pesar de la normativa, parece que existen pocas opciones para evitar que a nuestro teléfono sigan llegando estas desagradables llamadas . Sin embargo, tal y como ha desvelado ahora para la revista francesa Maison&Travaux una antigua teleoperadora, Eléonore Bounhiol , hay una serie de claves para evitar que las compañías puedan continuar con estas molestas llamadas de spam. La joven, de 22 años, trabajó durante varios meses como operadora telefónica en una agencia de marketing «subcontratada por un gran banco» . Se ofreció para el puesto al ver que el salario que le ofrecían era bastante bueno y que tampoco pedían experiencia previa , lo que se ajustaba a su currículum de estos: «El proceso de contratación fue extremadamente rápido», reveló en este artículo. La sorpresa la asaltó al llegar por primera vez a la compañía y descubrir «un mundo muy estructurado»: «Cada operador estaba colocado en una caja, frente a un ordenador y un teléfono fijo , y tenía que hacer llamadas durante todo el día », contaba la joven, que debía seguir un guion en cada una de sus llamadas. «Muy a menudo, mis pocas horas de trabajo semanal me parecían interminables , ya que la tarea requería mucho tiempo e incluso era ingrata », explicó la mujer a la publicación francesa. Apenas tres meses después de comenzar su labor en la empresa, Eléonore decidió dejar el trabajo, aunque se hizo una gran enseñanza que le ha valido ahora para su día a día. Y es que, según ha revelado a Maison&Travaux, hay una forma de evitar que las compañías sigan haciendo las molestas llamadas 'spam' y de que nos borren para siempre de su base de datos . « Mientras una persona no conteste, su número permanece en la lista de devolución automática de llamadas», ha comenzado explicando la joven, señalando que esto permite que las llamadas se repitan a lo largo de los días. Con la intención de poner fin a esta molesta práctica, la primera clave es «descolgar el teléfono , incluso si no tienes intención de participar en la conversación». Una vez que esto suceda, debemos pedir explícitamente al teleoperador que nos atienda «ser eliminado» de la lista de llamadas , aludiendo a la «obligación legal» de implementar esta petición. De esta manera, podemos sortear estas acciones comerciales que perturban nuestra tranquilidad e incluso nuestra intimidad. En caso de que esta petición no funcione, también existe la posibilidad de pedir que nuestro número se incluya en las listas específicas para evitar llamadas comerciales. En España, la más conocida es la que gestiona la Asociación Española de Economía Digital , aunque lo más sencillo es pedir que te incluyan en la 'Lista Robinson' . A pesar de lo molesto que puede ser, Eléonore ha pedido respeto de cara a los teleoperadores y ser «siempre cortés»: «Sé muy bien que la persona que está al otro lado del teléfono no tiene nada que ver con eso», recordó.
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