Lo que en principio parecía un asunto en el que, para variar, el conjunto de las fuerzas parlamentarias podrían dejar a un lado sus diferencias para llegar a un acuerdo por el bien de Vigo, la agilización de la conexión ferroviaria de alta velocidad entre la ciudad olívica y Portugal , se tradujo en enfrentamiento, discusiones y una moción con reproches y sin exigencias que solo validó la mayoría socialista liderada por Abel Caballero, sin tomar en consideración las enmiendas del PP ni las del BNG. Un pleno bronco donde el alcalde de comenzó la sesión, como no puede faltar en una narrativa que se precie, trasladándose décadas atrás para explicar su papel y relevancia a la hora de conseguir la llegada de la alta velocidad a Vigo. Un relato que se remonta a 2002, cuando el gobierno de Aznar y Álvarez Cascos « dejaron a la ciudad sin AVE » directo a Madrid y el por entonces alcalde de la ciudad, Lois Pérez Castrillo, aceptó que el trazado de la vía pasase por Santiago por una «falta de coraje », en palabras de Caballero. También se refirió a cuando todavía era candidato a la alcaldía y tenía «dudas», allá por 2007, del compromiso del Ejecutivo central que dirigía Zapatero respecto a la conexión por alta velocidad de la ciudad olívica. Explicó el regidor que le puso al entonces presidente del Gobierno, Zapatero, la condición de que el AVE llegase a Vigo desde Madrid pasando por Cercedo en 2012, una fecha que no suponía un ultimátum, según reconoció Caballero en múltiples ocasiones, aunque ayer reescribió su versión de los acontecimientos, 17 años después . «Zapatero lanzó el estudio informativo, pero no iba suficientemente rápido y yo me planté», afirmó, reconociendo que puso sobre la mesa renunciar a la candidatura, y añadió: «Tenía dudas. Pero ésa fue la decisión clave para tener AVE, porque inmediatamente Touriño -entonces presidente de la Xunta- instó a Fomento a hacer el AVE a Vigo y Fomento dijo que sí, por eso se hizo la declaración de impacto ambiental», aseveró. «Si siguiera Zapatero tendríamos AVE hace muchos años », proclamó en declaraciones recogidas por Ep. Una gesta truncada por el gobierno de Mariano Rajoy, que «empezó el frenazo» del AVE por Cercedo hasta que Pedro Sánchez tomó el mando y «tuvo que empezar de cero» según el regidor socialista. Así lo dejaron claro los socialistas de Vigo en el sexto punto aprobado el pleno del ayuntamiento, donde se les exige tanto a PP como al BNG «que pidan perdón a esta ciudad por la negligencia y la posición intolerable que adoptaron ». Un punto que se resistieron a enmendar a pesar de la insistencia de la oposición, echando por tierra un eventual acuerdo ante una iniciativa en la que todos los grupos coinciden en que es positiva para la ciudad, aprobada por el PSdeG vigués gracias a su mayoría absoluta en la Corporación. Tampoco se introdujo la palabra exigencia , como pedían desde el PP y el BNG, que se queda en instar y reconocer el compromiso del Gobierno central con tener la conexión sur con Portugal para 2030 tras el cambio de opinión que manifestó Sánchez en la última cumbre hispano-lusa. Todo ello provocó la indignación en el grupo popular, que abandonó el pleno antes de la votación, acusando la convocatoria de «farsa», mientras que los nacionalistas se abstuvieron. Lo que sí añadió el Ejecutivo local fue el anuncio de que se llevarán a cabo tres conciertos reivindicativos y manifestaciones los próximos 26 de noviembre, 11 de diciembre y 3 de enero para reivindicar y defender el AVE a Madrid, el AVE a Oporto y la nueva autovía Vigo-O Porriño en túnel. «En el Partido Popular estábamos dispuestos a votar a favor de la moción del PSOE, siempre que aceptaran nuestras enmiendas para retirar el uso partidista de la iniciativa», indicó su portavoz , Miguel Martín, que defendió la salida de su grupo antes de la votación para evitar participar del «juego partidista» y la «votación trampa» que se llevó a cabo. Además, Martín afirmó que la sesión dejó clara la falta de un «interés real» por llegar a un consenso por parte de los socialistas de Vigo, a la vez que tendió la mano al BNG para convocar un pleno extraordinario, «sin partidismos» para llegar a un acuerdo entre todas las formaciones y alcanzar, de esta forma, una «posición de ciudad» . En la misma línea, el portavoz nacionalista, Xabier P. Igrexas, calificó la medida de « moción partidista llena de falsedades e insidias », acusando a los socialistas de buscar el «ruido» frente al consenso y obtener una «victoria pírrica más con la que la ciudad no gana nada». «Si de lo que se trata es de defender con firmeza la salida sur, no caben zancadillas ni trucos de relatos», concluyó el portavoz del BNG.
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