Las tecnologías cuánticas siguen siendo, para la mayoría de las personas, un concepto complejo, algo incluso nombrado con palabras que pueden parecer otro idioma. Y razón llevan, porque las reglas de la física cuántica obedecen a otras normas diferentes a las que nos dicta la lógica. En ese diminuto mundo molecular existen partículas que están a la vez en varios sitios; hay un tipo de comunicación, bautizada por el propio Einstein como 'acción fantasmagórica a distancia' , en el que se transmiten mensajes de forma inmediata a distancias inmensas sin ninguna vía aparente; es el mismo mundo en el que el famoso gato de Schrödinger puede estar vivo y muerto al mismo tiempo dentro de una caja mientras no abramos su escondite y rompamos esa 'magia cuántica'. Aunque parezca ciencia ficción, esto ocurre en nuestra realidad constantemente: las matemáticas y la mecánica cuántica lo demuestran. Y estas nuevas tecnologías con apellido en una lengua extraña buscan sacar provecho de estas raras pero prometedoras habilidades dominando sus secretos. Aún queda un largo camino que recorrer , pero ya existen algunas aplicaciones: la mayoría de los bancos utilizan sistemas de encriptado cuánticos, mucho más robustos que los clásicos; o se optimizan recursos o procesos industriales gracias a estas 'bestias cuánticas' capaces de realizar operaciones en cuestión de segundos que serían imposibles para nuestras computadoras, incluso para algunos de los mejores superordenadores del mundo que, sí, podrían resolver el problema, pero en cuestión de millones de años. Imagine el potencial. Y todo esto solo es la punta del iceberg, pues la tecnología cuántica hace que vislumbremos un futuro con aplicaciones aún impensables que darán un vuelco a la medicina, la industria, la economía y la energía. «Y aquí aparecerá una cuestión de clase social», apunta Valentín García, director de Innovación de Lantik , la Sociedad de Tecnología e Innovación de la Diputación Foral de Bizkaia y la primera oficina tecnológica fundada en España, hace más de 40 años. «Porque, ¿quién utilizará estas tecnologías: solo las empresas, solo los ricos?», se pregunta. Precisamente con el objetivo de democratizar estos nuevos recursos y dar acceso a todo tipo de compañías (incluidas pymes) y organismos, nace Biqain, siglas de Bizkaia Quantum Advanced Industries y que forma parte de la iniciativa BasQ que impulsa el departamento de Ciencia, Universidades e Innovación del Gobierno Vasco. La idea es crear un ecosistema, con epicentro en Vizcaya, que aúne a todos los centros tecnológicos y de investigación que están tratando de 'domesticar' el mundo cuántico y lo pongan al servicio del desarrollo y la innovación, sobre todo de las empresas vizcaínas o con sede en sus tierras. «En definitiva, de la sociedad», explicó el propio García en la presentación durante la segunda edición del congreso QuantumNow celebrado en Barakaldo el pasado martes y en el que también estuvieron presentes la Diputada General de Bizkaia, Elixabete Etxanobe y Enrique Sánchez, director de la estrategia europea Quantum Flagship. La base de operaciones de Biqain será el edificio María Goyri del parque tecnológico ubicado en el campus de Leioa de la UPV/EHU, que aunará todo el conocimiento que Vizcaya ha acumulado en tecnología cuántica, además de 15 nuevas empresas vizcaínas o que, fundadas en cualquier otra parte del globo, han asentado su sede en la provincia. Aquí se experimentará con varios prototipos de ordenadores cuánticos (doce en concreto) de diferentes clases que, sin embargo, tienen el mismo objetivo: llegar a tener un ordenador cuántico universal que pueda usarse en el futuro para resolver todo tipo de problemas, como ahora nuestros ordenadores clásicos o incluso nuestros cada vez más versátiles teléfonos móviles. Pero, mientras ese momento llega, con la tecnología actual ya se pueden ir desarrollando diferentes aplicaciones. Y ahí es donde entran las empresas, quienes podrán ir realizando y experimentando con las diferentes plataformas cuánticas de Biqain, ecosistema en el que también participan grandes nombres de la tecnología como Fujitsu, IBM, Amazon Web Services, Microsoft o Telefónica. Todo ello, además, en colaboración con la Asociación de Industrias del Conocimiento y Tecnología del País Vasco, Gaia. «Que queremos aceptar el talento, la cultura científica, la competitividad. Queremos mejorar la vida de la gente. Esto no es para mayor gloria de la tecnología, sino de las personas. Y nuestra intención es ir de lo local a lo global. Con muchísima humildad, pero sin miedo», señaló García durante la presentación. En concreto, Biqain ofrecerá dos tipos de servicio de acompañamiento de empresas. Por un lado, y para las que acaban de empezar su 'andadura cuántica', se les animará a establecer los contactos iniciales y desarrollar los primeros casos de uso con asesoramiento especializado y acceso a los ordenadores. Por otro, las que tengan un conocimiento avanzado serán asesoradas por los grandes operadores tecnológicos que participan para crear sus propios departamentos de tecnología cuántica. «Se trata de conectar la oferta y la demanda, para que tanto las pymes como las grandes empresas tractoras de Vizcaya comiencen a experimentar en este ámbito, conozcan las posibilidades que ofrece y puedan crear y testar soluciones innovadoras de mercado», señalan desde Biqain. «No queremos engañar a nadie, y es cierto que hoy por hoy la tecnología cuántica no puede aplicarse en toda clase de negocios», indica García. «La panadería del barrio, de momento, no necesitará de ordenadores cuánticos. Pero también dijeron los creadores del primer ordenador que no todo el mundo tendría uno en su casa, y la realidad ha sido muy distinta. No sabemos qué nos puede deparar el futuro, pero lo que tenemos claro es que las tecnologías cuánticas serán claves y que no podemos perder este tren», señala el director de innovación de Lantik. Por ello, Biqain también nace con espíritu educativo, y se promoverán desde los laboratorios distintas iniciativas abiertas al público en general. Porque, aunque la panadería de su barrio o su móvil no necesiten de la cuántica, su revolución estará en el futuro próximo de todos.
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