La elección de Teresa Ribera como comisaria europea ha protagonizado la última semana de debate político tanto en España como en Bruselas. En Vox sin embargo se muestran ajenos a toda negociación: votarán no a toda la Comisión. Sentada esta base, los de Santiago Abascal señalan al PP y avisan de que no se creen su «teatro». Para ellos, la idea está clara, si los populares europeos votan en contra, Ribera no saldrá elegida comisaria. «Se acabaron los juegos políticos y las confusiones», ha advertido este lunes el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster. En rueda de prensa, ha reconocido que no se fían de los populares y ha avisado de que «no hay ningún tipo condición o pacto aceptable para que Ribera sea elegida», después de las voces que apuntan a la posibilidad de aceptar su elección si se compromete a dimitir en caso de ser imputada. «Las condiciones son una cortina de humo, es evidente que quieren ese gran pacto», ha avanzado insistiendo en que el PP tendría que tener su postura tan clara como el grupo de Patriotas al que pertenece Vox, del que precisamente este fin de semana Abascal fue elegido presidente. Es más, la petición de una votación secreta que ha reclamado la portavoz de los populares en Europa, Dolors Montserrat, ha sido calificada como «estratagema» por parte de Fúster, que ha insistido en que el asunto es más sencillo: «Ribera solo será comisaria si el Partido Popular Europeo vota a su favor». Todo lo demás, ha avisado, es una «estafa»: «Que el PP quiera justificarse poniendo como condicionante una comparecencia en el Congreso cuando es su obligación como ministra, es una estafa. Como es estafa es condicionar el nombramiento a una posible imputación cuando ya sabemos lo que vale su palabra».
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