Las fuerzas que el norcoreano Kim Jong un envió a Rusia para ayudar al ejército de Putin están luchando contra los soldados ucranianos en Kursk. Volodímir Zelenski , aseguró el jueves que «algunas de estas tropas ya han participado en operaciones de combate contra las fuerzas ucranianas y ya hay bajas», sin aportar más detalles. El jefe de Estado de Ucrania manifestó durante la rueda de prensa en la cumbre de la Comunidad Política Europea en Budapest que 11.000 efectivos norcoreanos están desplegados en las inmediaciones de la frontera entre Rusia y Ucrania. Dos días antes de esta declaración, el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, manifestó al canal de televisión surcoreano KBS que ya se habían producido enfrentamientos en la región rusa controlada parcialmente por Kiev desde agosto. Umerov dijo que los primeros combates fueron a «pequeña escala». El titular de Defensa agregó que los soldados norcoreanos se han «disfrazados de buriatos» – uno grupo étnico de origen mongol que viven en la Federación de Rusia- por lo que es necesario comprobar todas las identidades. El jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budánov , aseguró en octubre que Corea del Norte envió al menos 500 oficiales y hasta tres generales. La participación directa de Corea del Norte en Ucrania marca una «escalada significativa» para los aliados de la OTAN Sin embargo, la respuesta occidental hasta el momento ha sido nula. La falta de acción de los aliados ha decepcionado al liderazgo ucraniano. Zelenski volvió a advertir esta semana, que sin «presión política y las armas apropiadas sobre la Federación Rusa», Putin podría utilizar un mayor número de efectivos norcoreanos en la guerra de Ucrania. Ucrania, Corea del Sur, Estados Unidos y la Alianza Atlántica han denunciado la presencia de soldados norcoreanos dentro del Ejército de Putin. En un primer momento el Kremlin negó esta posibilidad, pero finalmente el propio Vladímir Putin dijo que el empleo de personal norcoreano en su agresión contra Ucrania «es asunto nuestro». Además del contingente de soldados, Corea del Norte ha estado enviado armamento a Rusia. Se calcula que unos 3.5 millones de proyectiles para la artillería y también misiles de largo alcance en base a un tratado de cooperación militar rubricado en julio de este año. A pesar de las evasivas del Kremlin, la llegada masiva de norcoreanos a Rusia es un hecho. El medio ruso «Mediazona» informó que entre julio y septiembre de 2024 de 3.765 norcoreanos ingresaron en Rusia para «estudiar». El digital ruso, basado en datos del Servicio de Fronteras del FSB, señala que se trata de récord histórico. En 2019, antes de que Pyongyang cerrase las fronteras por la pandemia de Covid, el número de nacionales norcoreanos que entraron en territorio de la Federación Rusa fueron un total 3.200 en doce meses. El secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte , habló con el presidente de Corea del Sur sobre el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia calificando esta acción como un «un punto de inflexión para la seguridad global». En una carta abierta publicada en Politico, Rutte escribió que a cambio del envío de soldados «Pyongyang [recibe] tecnología militar que su dictador utilizará para amenazar a sus vecinos, lo que aumentará la inestabilidad de la península de Corea». El secretario de la Alianza Atlántica espera poder hablar de este asunto con el presidente electo de Estados Unidos. «Tenemos que trabajar juntos. Por eso espero sentarme con Donald Trump para hablar sobre cómo podemos enfrentar estas amenazas colectivamente y qué debemos hacer» dijo Rutte. Zelenski mantuvo una conversación con Mark Rutte este viernes centrándose, precisamente, en la participación de Corea del Norte en la guerra contra su país. «Es necesaria una respuesta más decisiva de los países occidentales al nuevo papel de Corea del Norte en la guerra entre Rusia y Ucrania» destacó en presidente del país en guerra enun mensaje de X. El mandatario ucraniano ha insistido en la necesidad de lanzar un ataque preventivo contra los campamentos que albergan las agrupaciones norcoreanas en Rusia. El problema es que los aliados mantienen las restricciones en el uso del armamento contra objetivos en el interior de la Federación Rusa, alegando que permitir este tipo de ataques elevarían el riesgo de una escalada de la guerra entre la OTAN y Moscú.
abc.es