Narges Mohammadi, encarcelada en Irán y reconocida con un Nobel de la Paz, se sometió a una cirugía compleja que implicó la extracción de parte de un hueso de su pierna derecha por temor a un cáncer, pero fue devuelta inmediatamente a prisión, lo que aumentaba los riesgos para su vida, advirtieron grupos de derechos humanos.
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