Herramientas
Cambiar el país:

Bellingham pone los clavos en el ataúd del Barça en el descuento y le da la Liga al Real Madrid

El Real Madrid se llevó una victoria en el Clásico que bien puede valer una Liga (3-2). El equipo blanco volvió a firmar una épica remontada para conseguir un triunfo que, virtualmente, da el campeonato nacional al conjunto blanco. El primero en golpear fue Christensen, pero Vinícius empató desde el punto de penalti. En una segunda parte loca, Fermín adelantó a los culés, pero Lucas Vázquez y Jude Bellingham, en el descuento, dieron un triunfo vital en la aspiración liguera de los blancos.

El Barcelona era consciente de que solo le valía la victoria para tratar de meterse en la pelea por la Liga... y no lo aprovechó. El triunfo del Madrid le deja con 11 puntos de ventaja sobre los azulgranas, cuando solo quedan 18 por jugar. Los blancos, en una nueva remontada épica, con Lucas como gran estrella y Bellingham como jugador determinante, consiguieron un triunfo que sabe a Liga. Un Clásico que tardará mucho tiempo en olvidarse en Chamartín.

Albert Ortega. Barcelona

El Clásico comenzó con mucha intensidad, con los dos equipos tratando de llevar el peso del partido, pero manteniéndose el respeto. Sin embargo, los culés avisaban primero en un extraño balón perdido de Lunin: en una cesión al meta, el portero arriesgó en exceso al regatear a Lewandowski, un gesto técnico exitoso, pero no el posterior despeje, que le cayó en los pies a Raphinha y a punto estuvo de costarle un disgusto al Madrid. Y otro fallo del ucraniano iba a suponer el primer gol culé.

Solo habían transcurrido cinco minutos de partido cuando el Barça disponía de un córner. El balón sobrevoló el área pequeña, pero el meta midió mal, dejando la portería vacía para que Andreas Christensen, en un laxo marcaje de Toni Kroos, rematara a placer. El Barcelona golpeaba primero y obligaba al Madrid a tener que ir a remolque. Pero los blancos se repusieron del golpe y comenzaron a dominar el partido con mucho control de partido. Y, fruto de ese dominio, llegaría el empate.

Corría el minuto 18 cuando Lucas Vázquez, que estaba siendo uno de los jugadores más incisivos del equipo blanco, alcanzó línea de fondo y, tras regatear a Joao Cancelo, percutió en el área para provocar el penalti de Pau Cubarsí, que dejó su pierna atrás cuando el lateral derecho gallego le había superado. Fue Vinícius, que previamente había perdonado en dos ocasiones, quien asumió la responsabilidad, batiendo a Ter Stegen por el palo derecho para conseguir igualar el marcador.

Tras el empate, el Barça dio un paso adelante y Robert Lewandowski perdonó el segundo culé. De nuevo, en un saque de esquina mal defendido, el polaco remató de cabeza con todo a favor dentro del área pequeña, pero no encontró portería. Los azulgranas dominaban y metían miedo al Madrid y, de nuevo en un córner, llegó la jugada polémica del partido. Un gol fantasma tras remate de Lamine Yamal en el que hubo que hilar fino para comprobar que el balón no había entrado.

El extremo azulgrana estaba siendo un dolor de cabeza para los madridistas y, de hecho, Camavinga sufría en exceso para tratar de pararle. El Barça había hallado una vía de agua en la defensa blanca y estaba dispuesto a aprovecharla. Pero, entonces, el Madrid se lanzó con todo al ataque y pudo hacer el segundo tras dos llegadas de Rodrygo y una de Modric que no acabaron bien. Y, para colmo de males culés, en un balón dividido, Frenkie de Jong se lesionaba al chocar con Valverde.

Una segunda parte de locura

Los dos equipos saltaron al césped con la consigna de buscar el segundo tanto y, fruto de ello, fueron dos disparos lejanos de Lamine Yamal y de Bellingham sin consecuencias. El Barça trataba de mantener el esférico y los blancos, correr al espacio. De hecho, la siguiente ocasión clara del partido estuvo en los pies de Vini, que aprovechó un enorme balón lejano de Bellingham para quedarse mano a mano con Ter Stegen, pero su disparo salió por encima del larguero culé.

Al Barça solo le valía ganar, por lo que dio un paso al frente, lo que el Madrid quiso aprovechar para hacer gala de su velocidad a la contra. Los blancos empezaban a notar el cansancio acumulado del partido de Champions y dejaban algunos huecos poco habituales en la parcela defensiva. Y ahí llegó el segundo tanto culé: en un disparo lejano de Yamal que rechazó Lunin como pudo, Fermín, entrando solo, la empujó a puerta vacía para adelantar al Barça.

Pero el Madrid nunca se rinde y, solo tres minutos después, volvía a empatar el partido. Tras una buena conducción de Valverde, el balón llegó a Vinícius, que puso un magnífico centro al segundo palo, donde apareció Lucas Vázquez solo para, en un gran gesto técnico, mandar el balón a las redes culés y devolver la igualada al marcador. El gallego, que estaba haciendo un partidazo, marcaba un gran gol que permitía al Madrid volver a empatar rápidamente.

Pudo Vinícius desnivelar la balanza, tras un enorme saque de Lunin que le dejó casi mano a mano con Ter Stegen pero el brasileño, en lugar de dársela a Brahim para marcar, intentó el gol en solitario y el alemán hizo una enorme parada para salvar los muebles. El partido se volvía loco por minutos y las ocasiones, en un verdadero correcalles, iban de un lado a otro, si no es menos cierto que era el Madrid el que buscaba la victoria con más ahínco en los minutos finales.

Y lo mejor estaba por llegar. Los blancos no se conformaban con el empate y en una nueva cabalgada de un incombustible Lucas Vázquez, llegó el tanto de la victoria. El gallego, ganando línea de fondo, metió un perfecto balón al corazón del área, donde Joselu no llegó a rematar. Bellingham, rematando con el corazón, fusilaba a Ter Stegen para dar la Liga a los blancos con otra remontada. Este campeonato tiene nombre propio y es inglés: Jude Bellingham vino al Madrid para esto.


Leer artículo completo sobre: elconfidencial.com

Recopilamos artículos de este sitio web, en un máximo de 10 minutos tendrás nuevos artículos aquí.