229 funcionarios de prisiones piden el traslado fuera de Euskadi, casi tantos como la ampliación de plantilla prevista por el Gobierno
CCOO considera que se trata de un claro reflejo del "malestar de la plantilla", que no ve avances tras las transferencia de prisiones a Euskadi
Hemeroteca - Ampliada en 287 plazas la plantilla de las Prisiones vascas tres años después de la transferencia
Un total de 229 funcionarios de prisiones han pedido el traslado a cárceles fuera de Euskadi dentro del proceso abierto en todo el Estado. La cifra la ha proporcionado el sindicato CCOO, y llama la atención por lo elevado del número, ya que actualmente hay unos 600 funcionarios de prisiones en Euskadi. De hecho, la cantidad de funcionarios que se quieren ir es practicamente la misma que la ampliación de plantilla que ha aprobado el Gobierno vasco en la la nueva RPT (Relación de Puestos de Trabajo) de este área, 287.La primera ampliación de plantilla que se aprueba, por cierto, desde que se aprobó la transferencia de prisiones a Euskadi.
Habrá que esperar hasta que finalice el proceso para ver cuántos funcionarios consiguen su salida, ya que se trata de un concurso para todo el Estado. Fuentes de CCOO consideran que se tardará entre cinco o seis meses. Dependiendo de cuántos trabajadores consigan finalmente su objetivo, el roto será más o menos grande para el departamento de Justicia y Derechos Humanos que dirige la socialista María Jesús San José, del que depende la dirección de prisiones. Hay que tener en cuenta que estos 229 trabajadores que han cursado la solictud de trasladado, se corresponden con 130 de la cárcel de Zaballa, donde hay unos 300 funcionarios, 60 de Martutene, que tiene 125 funcionarios, y otros 50 de Basauri sobre los 140 funcionarios que trabajan en la cárcel vizcaína. Unos puestos que si se quedan vacíos deberán cubrirse en una primera instancia con la bolsa de trajo de interinos.
Fuentes del departamento de Justicia y Derechos Humanos no han querido valorar el posible impacto del concurso de traslados sobre el funcionamiento de las tres cárceles vascas hasta que esté claro cuantos de ellos reciben luz verde a su solicitud. En cualquier caso, han recordado que la decisión del Gobierno vasco es contar con una plantilla de unos 800 trabajadores -la plantilla actual más los 287 puestos de nueva creación-. “En función de los que se vayan habrá que tirar de bolsa de trabajo”, han señalado las citadas fuentes que han desligado las solicitudes a este concurso con que haya un desconcento en la plantilla. De hecho, aseguran que muchos de los traslados pedidos se corresponden con trabajadores que fueron trasladados en su día de otras comunidades autónomas y quieren volver a sus lugares de origen“.
Nada tiene que ver esta interpretación con la que realiza CCOO, que considera que el hecho de que haya 229 funcionarios que “se quieren marchar” es un claro reflejo del “malestar de la plantilla”, señala la delegada de este sindicato en la prisión de Zaballa, Aida Gil. “Hace tres años que se transfirió la competencia en materia de ejecución penitenciaria y después de todo este tiempo no se ha negociado un acuerdo que modernice la estructura corporativa penitenciaria con los recursos que son necesarios, que mejore las condiciones laborales, y aporte seguridad jurídica al personal penitenciario”, señala. Con los traslados, “no sólo no podrá garantizarse un servicio público penitenciario de calidad, sino que se van a perder recursos humanos que cuentan con mucha profesionalidad y experiencia en el medio penitenciario. Y no se quedarán sino se les respeta”, afirma.
La representante de CCOO es, además muy crítica con la bolsa de trabajo de interinos de la que “tira” el departamento para cubrir la falta de plantilla. “Nosotros somos en su mayoría funcionarios de carrera, que tenemos una licenciatura en diferentes ámbitos y que nos hemos formado y superado una oposición y ahora se cubren los puestos con gente a los que ha dado una formación exprés”.
Este pasado viernes se ha mantenido una reunión de trabajo para analizar la nueva RTP y las diferentes cuestiones relacionadas con horarios y retribuciones que los sindicatos quieren abordar con la administración. “Hay que negociar una nueva estructura organizativa”, señala.