Adiós a las llamadas de spam: la pregunta que hará que no vuelvan a llegar a tu teléfono
Las llamadas de spam, esas interrupciones molestas que muchas veces llegan en el momento menos oportuno, siguen siendo una pesadilla para miles de usuarios. A pesar de la entrada en vigor de nuevas leyes que deberían protegernos de estas molestas comunicaciones comerciales, lo cierto es que muchas empresas han encontrado la forma de esquivar las normativas, y el teléfono sigue sonando.
Cuando recibes una de estas llamadas comerciales no solicitadas, lo primero que debes hacer es preguntar de manera directa: “¿De dónde habéis sacado mi número?”. Puede parecer una pregunta simple, pero tiene un poder casi desconcertante para los operadores que se encuentran al otro lado de la línea. La razón es que, por ley, las empresas están obligadas a informar de dónde han obtenido tus datos personales.
Lo curioso es que muchas de estas llamadas provienen de bases de datos a las que probablemente diste acceso sin darte cuenta, ya sea al firmar un contrato o al aceptar términos y condiciones en letra pequeña. Pero en otros casos, el operador puede no tener ni idea de cómo tu número ha terminado en su lista de contactos. Es ahí donde el truco funciona mejor: muchos operadores optan por colgar inmediatamente cuando se les enfrenta con esta pregunta, evitando futuras llamadas.
Si bien esta táctica no garantiza que una empresa determinada no vuelva a intentarlo con otro número, puede reducir significativamente las probabilidades de que sigas recibiendo esas llamadas. De hecho, si la compañía persiste después de que hayas pedido explícitamente que no te llamen más, estarían incumpliendo la Ley de Protección de Datos, y podrías denunciarles ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
De dónde vienen las llamadas spam
El problema de fondo radica en que muchas empresas de telemarketing siguen operando mediante técnicas de marcación aleatoria o incluso utilizando llamadas automáticas, también conocidas como robollamadas. Estas llamadas suelen ser especialmente frustrantes, ya que, al contestar, te encuentras con un largo silencio o con una grabación automática. Sin embargo, si es un operador humano quien te contacta, utilizar esta sencilla pregunta puede ser una forma eficaz de hacerles saber que no quieres seguir recibiendo más llamadas.
Si bien las herramientas de bloqueo de llamadas y la Lista Robinson son útiles, esta pregunta estrella ha demostrado ser una solución más directa y sorprendentemente efectiva. La clave está en que las empresas de telemarketing tienen la obligación de cumplir con la normativa de protección de datos, y esa pregunta los pone en una posición incómoda si no pueden justificar cómo consiguieron tu número.