Adrián Campos: "En Red Bull y con Marko, tirón de orejas si toca. Y si va bien, no te dicen nada"

Campos Racing se ha convertido en los últimos años en una de las más potentes estructuras europeas del automovilismo deportivo, con presencia en la Fórmula 2, F3, F4. F1 Academy femenino y Eurocup 3. En la actualidad representa a Red Bull en la Fórmula 2 con los dos pilotos del Red Bull Junior Team, Isack Hajdar y el español Pepe Martí, y aspiran al título con el primero a falta de dos carreras. Varios pilotos de Fórmula 1 han pasado antes por sus filas.

El Confidencial ha hablado con Adrián Campos Junior, hijo del fundador del equipo, crucial en su día para el futuro de Fernando Alonso, Antonio García, Marc Gené, Álex Palou y el propio Pepe Martí. En la entrevista, relata cómo tuvo que afrontar repentinamente la responsabilidad de dirigir el equipo tras el inesperado fallecimiento de su padre, así como el plan de expansión que ha llevado a cabo en los últimos años hasta posicionar su organización en lo más alto del automovilismo internacional.

Entre otros temas, Adrián Campos reflexiona sobre los desafíos para la vida privada en un mundo trepidante, las claves de la gestión empresarial de una estructura tan singular, y sobre la relación con Red Bull y Helmut Marko, quienes decidieron confiar en Campos Racing para su principal proyecto fuera de la Fórmula 1.

Campos Racing está F2, F3, F4 y F1 Academy. (Campos Racing)

PREGUNTA: Encontrarte de un día para otro al frente de Campos Racing debió ser muy duro tras la repentina desaparición de tu padre, obligado a asumir la gestión directa de un día para otro…

RESPUESTA: Fueron varias fases. Todo fue repentino, sin señal, estaba en una reunión con él, de repente se encontraba mal, nada más… En ese momento, entras en shock. Luego, el siguiente paso era decirte: "Has recibido un par de bofetadas y toca espabilar, hay mucha gente y familias que dependen de esta empresa y hay que sacarla adelante".

Tuve un período para pensar, porque cuando pasó lo de mi padre estábamos en pandemia, y como estaba con él en el hospital, cogí el covid. Cuando enterramos a mi padre estuve una semana entera en una habitación. Ahí tuve tiempo para pensar en el futuro, y te dabas cuenta de que no había tiempo para lamentarse ni estar triste, sino que había que ponerse a trabajar para sacar adelante el plan establecido. Mi padre y yo trabajábamos muy juntos, hablando de futuros proyectos que luego hemos llevado a cabo. He intentado seguir el plan establecido lo mejor posible.

P: Campos Racing tiene presencia en muchos campeonatos ¿Cuál es la labor de Adrián Campos junior para gestionar tantos frentes en el día a día?

R: Mi responsabilidad ha ido cambiado estos años. Según hemos ido creciendo, ya no podía hacer lo mismo. Con mi padre, me encargaba de la parte deportiva y todo lo que implicaba. Al principio intento hacer lo mismo, aún éramos un equipo pequeño, en Fórmula 3 y Formula 2. Pero según hemos crecido, con cinco campeonatos, veinte pilotos en la estructura, equipos de test…

Tengo que coger una visión general, y lo bueno que he hecho ha sido rodearme de gente muy buena y competente que ha sacado el trabajo adelante. Mi labor es que ningún tren de los que controlamos descarrile. Poner a la gente en su puesto, decidir a qué pilotos ponemos, la gente a contratar, pero siempre validando con el responsable de la rama correspondiente, deportiva, comercial… Si tenemos una reunión con Red Bull, me veo yo con Helmut Marko, con Bruno Michel. Y luego despachar con cada jefe de departamento e intentar que todo siga su curso sin desviarse.

P: Una organización de carreras, de diferentes equipos, es a la postre una empresa. Vemos la acción, la adrenalina, pero ¿Cuál es la prioridad a la que se enfrenta empresarialmente?

R: La prioridad es siempre los resultados. No somos una empresa como cualquier otra, no vivimos de un buen producto, de tener unas buenas ventas, te vas a casa hasta el día siguiente y desconectas. Nosotros, si no ganamos, no tenemos clientes. Debemos tener buenos resultados para tener buenos clientes con el presupuesto justo y adecuado y seguir en la rueda, para seguir así al año siguiente. Es una empresa, sí, pero muy particular. No descansamos, no tenemos días libres, estamos siempre operativos, entre semana trabajamos igual que en los fines de semana. Quien no está dentro no lo puede entender desde fuera.

En lo que más me he centrado es tener los resultados que nos faltaban para estar delante, firmar a los pilotos antes, y cada vez mejores pilotos. Que cada año el presupuesto de los patrocinadores a la vez sea más alto para así poder mejorar el presupuesto y los resultados cada año.

P: ¿Cómo es la vida personal de quien se dedica a las carreras? Está el frente de las carreras, pero luego el de una empresa entre semana…

R: Digamos que no es una vida muy fácil, no es tan bonito como se ve desde fuera. Tengo muchos amigos y conocidos que piensan que tienes una vida ideal por estar en las carreras, pero no es así para nada. Es una vida muy sacrificada, te tiene que gustar mucho las carreras para poder seguir esta vida.

Antes hacíamos catorce eventos al año, ahora treinta. Yo tengo tres hijos, treinta fines de semana fuera, y luego en casa estás trabajando porque si te tomas un día libre estás en otro sitio y no puedes desconectar. Hay que aceptarlo, pero es complicado cuando tus hijos tienen cierta edad y te dicen que por qué tienes que irte tanto, te pierdes muchas cosas de su infancia.

Y, encima, durante el fin de semana de carreras haces de todo menos disfrutar, porque estás bajo una presión que no se disfruta para nada. Si ganas, todavía, pero eso no pasa cada fin de semana. Es una vida muy estresante y ajetreada, y yo estoy seguro de lo que le pasó a mi padre, en cierto punto, el estrés tuvo algo que ver.

P: Hablas de resultados, pero en las carreras esos resultados dependen frecuentemente de factores fuera de control: los accidentes, la mecánica o la tecnología, la fortuna… A veces, aunque hagas un buen trabajo, la realidad se vuelve en contra.

R: Estoy de acuerdo en parte, solo hace falta ver las dos últimas carreras en Fórmula 2, hemos sido muy rápidos como el resto del año, pero nos quedamos sin puntuar por razones fuera de nuestro control, del piloto y del equipo. Sin embargo, al final, durante el año todo se estabiliza, porque el balance del año es bueno. Nuestro piloto (Isack Hadjar) está a cuatro puntos, segundo, y puede lograr el título. Puedes tener mala suerte en varias carreras, pero el trabajo duro ayuda, porque no vas a tener mala suerte en todas las carreras.

Los buenos resultados se consiguen optimizando al personal, saber en qué es bueno cada técnico y darle esa responsabilidad. Y saber elegir a los pilotos. En Fórmula 2 están los mejores equipos privados europeos, la mayor diferencia que puede haber es lo que digo siempre, lo que va entre el volante y el asiento, un ser humano, que marca la diferencia en un campeonato donde los coches son todos iguales.

Adrian Campos, con su equipo en el 25 aniversario de Campos Racing.

P: Campos Racing tiene el orgullo y la responsabilidad de ser el equipo de Red Bull en la Fórmula 2 ¿Cómo es la relación con Red Bull? ¿Qué implica la exigencia a nivel de resultados?

R: Yo consideraba que el equipo debía dar para un dar un salto de calidad. Si estás con Red Bull tienes acceso a pilotos muy buenos, no apoyan a cualquiera. Sabíamos que nos hacía falta para poder optar a mejores resultados. A partir de aquí, no es fácil, porque la exigencia es total.

Al principio de año, al negociar con ellos, tuvimos que enviar un montón de informes sobre cómo trabajaba el equipo a nivel técnico, nuestras herramientas, cómo íbamos a afrontar la evolución del nuevo coche… A partir de que Helmut Marko nos confirma que va a trabajar con nosotros me dice: "Pero no me vale nada que no sea ganar". Pues imagina, cada fin de semana después de cada carrera hablas de todo, tirón de orejas, si toca, y si la cosa ha ido bien, simplemente, no dicen nada (sonríe…) Es complicado, pero es lo que toca. Es difícil porque estás bajo mucha presión, pero tenemos que acostumbrarnos a ello si queremos ser un equipo grande y seguir ganando todos los años.

P: Pepe Martí es una de las esperanzas españolas, elegido por Red Bull, la cuarta gran apuesta de vuestra historia (con Antonio García, Fernando Alonso y Álex Palou), sin embargo, este año no están saliendo bien las cosas, ¿qué está pasando?

R: Con Pepe ha sido un poco de todo. Empieza en Baréin cuando las expectativas son muy altas por dos carreras muy buenas. A partir de ahí todo lo que sea el podio no vale, y entras en una espiral de grandes resultados. Respecto a Pepe, Marko lo primero que me dice antes de hablar sobre Hadjar, cuando ha ganado este, es: “¿Por qué Pepe no ha ido más rápido?" Así, directamente.

Yo siempre he defendido que Pepe es un piloto distinto al resto. Necesita algo más de tiempo para adaptarse, quizás tenga el límite más alto que otros, pero le cuesta un poco más llegar ahí. Le hemos tenido desde la Fórmula 4, en Fórmula 3 también tuvo un primer año difícil, y al siguiente peleó por el campeonato. En Fórmula 2 le está pasando lo mismo, le cuesta un poco más porque hay muy poco tiempo para todo.

Creo que el año que viene volverá a dar el salto de calidad del segundo año. Ahora también está Red Bull y cómo le puede afectar la presión, pero creo que después de un año con Red Bull aceptará lo que significa trabajar con ellos, que te exigen resultados en las carreras. Esta es la única v variable que cambia respecto a años anteriores.

P: García, Alonso, Gené, Palou… Fueron apuestas de tu padre ¿Cómo te sientes al ver semejante proyección, y de los mejores palmareses internacionales? El otro día, Álex lograba el tercer título del IndyCar…

Lo veo con mucho orgullo, y muy contento de lo que mi padre ha aportado al automovilismo español. Al final, los mejores de cada categoría han pasado por sus manos. Sí que es verdad que me dio rabia, o no me ha gustado mucho, que estas cosas se le reconocen a uno cuando fallece, esa fue la impresión que me dio cuando pasó. Gracias a él están donde están, y yo muy contento porque así sea.

Campos en la primera temporada con Palou en monoplazas. (Adrian Campos)

P: Mirando al futuro, estáis en todos los mejores calendarios de monoplazas. ¿Qué futuro planifica Adrián Campos para su organización? ¿Podría entrar en el Mundial de Resistencia y las 24 horas de Le Mans, que está en plena eclosión?

R: Está la puerta abierta, pero nosotros hemos crecido mucho recientemente y todavía nos estamos recuperando. Tal y como yo lo veo, tenemos que tener lo que hacemos muy por la mano, ganando carreras en todos los campeonatos, bajo control para el siguiente paso. Hemos tenido opciones de entrar en resistencia, pero decidí junto a mi equipo que no era el momento adecuado, que nos podía pasar factura como les ha ocurrido a otros. Esto es lo primero a evitar.

La resistencia no es un campo que conozcamos. Mi pensamiento es que cuando Antonio García (también accionista del equipo) piense en retirarse alguna vez, porque se retirará con 70 años (risas), quizás será el momento para intentar expandirnos a la resistencia y que se encargue de llevarlo él.

P: El mundo de las carreras al más alto nivel es extraordinariamente complejo, y Campos Racing se ha situado entre los mejores equipos a nivel internacional ¿Cómo te sientes, después de haber recogido el legado de tu padre, y llevarlo hacia el futuro? ¿Dónde queréis llegar?

R: Mucha gente me pregunta si quiero tener un equipo en la Fórmula 1, y, obviamente, es algo que no me pasa por la cabeza, porque ni el equipo ni yo estamos preparados para este reto. Lo que quiero es hacer las cosas mejor cada año, tener mejores resultados, incrementar nuestro palmarés. Cuando haces las cosas bien estás en los mejores campeonatos, como ahora, y si los ganamos, ya veremos qué oportunidades salen, pero no me he marcado una meta con la Fórmula 1. Quizás, por la mala experiencia que vivió mi padre en su día, o quizás porque quiero mirar más a corto plazo, y ya veremos dentro de unos años qué tenemos por delante.