La Tortilla Boba, la tasca urbana que desprende cariño y pasión
Es el proyecto idealizado por José Manuel Navarro Sosa, en el ha sido capaz de aglutinar a toda su familia y amigos, desde la tortilla de su padre, las croquetas de su madre o las albóndigas de Juanra
¿La tortilla con cebolla o sin cebolla? Esta pregunta o la hemos hecho o nos la han formulado en algún momento. Como si esto de comer y disfrutar un plato tradicional español fuera un campeonato en la que se juega ser campeona con o sin un ingrediente. Como si fuera prácticamente necesario un debate que solo polariza, que divide, sectoriza y, en mi opinión, nos lleva a perdernos un sinfín de nuevas oportunidades, en este caso culinarias.
Bueno, realmente vivimos en una sociedad donde esta polarización existe en absolutamente todo, pero vamos a lo que vamos.
¿La tortilla? con huevos y papas, y a partir de ahí, la imaginación y el acierto de quien la elabora marcará el camino del éxito, espero que estén conmigo.
Imaginen ahora que, una vez que gana la tortilla sin cebolla, por ejemplo, la siguiente ronda de clasificación sería: ¿algo cruda por dentro, así que se note la yema del huevito o totalmente hecha? Podríamos estar dándole vueltas a esta espiral de opiniones mucho tiempo.
Pero con esta historia en forma de crítica gastronómica (ya saben que me gusta mucho contarles historias), espero dejarles bien definido mi criterio, pero sobre todo, el de José Manuel Navarro Sosa, propietario de La Tortilla Boba.
Sinceramente no sé cómo le gusta la tortilla a José Manuel, lo que sí sé, es que nos quiere hacer disfrutar de lo que hace y que tiene tortillas para todos los gustos.
Si te vas de tapas, tú eliges cómo comenzar: caña o vermú. Yo lo tuve muy claro, tienen Pico Fino Orange, un vermú fusionado con Ginebra y piel de naranja. Una forma maravillosa de empezar un tapeo. Que no eres de vermú (te invito a que lo pruebes) pues: ¡caña aquí!
La Tortilla Boba es una tasca urbana situada en la calle Joaquin Costa 25, en Las Palmas de Gran Canaria, que desprende cariño y pasión desde que pasas por delante y hueles cómo se cocina. Porque la elaboración de sus platos no busca excentricidades, persigue tradición y creatividad con una carta corta pero muy eficaz. Y por supuesto, con una variedad de tortillas que te invita a probarlas todas. Y si, la tienen sin cebolla, la llaman la tradicional, pero no se me enojen, que también la tienen con cebolla pochada y es la tortilla llorona. Y si estás entre quienes se enrocan en debates y te gusta regalarle a tu paladar sabores nuevos, pues te animo a probar la tortilla cremosa, con queso brie y trufa; la ibérica, con jamón ibérico de bellota; la tortilla de la huerta, con tomate seco, albahaca y queso parmesano, y la de Manolo, que es la tortilla de su padre, con cebolla y pimiento.
Como buena tasca tradicional, pero con esa vuelta de tuerca vanguardista, presentan dos cachopos que te pueden transportar a Asturias en su elaboración, pero rompen esa hegemonía del plato con producto.
El Cachopo de jamón iberico, con queso de Guía fue el que nosotros elegimos y no puedo mentirles: el cachopo para mi reúne ciertas formas de elaboración que no me suelen agradar, empanar una carne y acompañarla de jamón y queso, me cuesta verlo como una creación exitosa, incluso en Oviedo, pero no es el caso de éste: aquí transforman el plato añadiendo un excelente jamón ibérico y ese sabor característico del queso de Guía que otorgan al plato una personalidad diferente.
Si te pides unas papas bravas deben ser papas y bravas. Simple. Por eso gustan. Un buen producto es la papa (que ya cuesta a día de hoy) y la salsa, brava, por supuesto, que pique y que dé un sabor consistente. De esos bocados que buscas luego tu bebida para refrescarte un poco y seguir. Insisto: la salsa o es brava o no es salsa para esas papas. ¡Fetén!
Una buena opción para armonizar a las bravas es la ensalada boba con tomate, aguacate y ventresca con aliño de aceite de sésamo. Cuatro productos que se multiplican entre sí para refrescarnos con su sabor.
No creo que pueda existir una tasca sin su buen plato de jamón ibérico, una apuesta segura, un buen aliado para acompañar todas las tapas.
Entre tapa y tapa, sabes que tienes que dejar un espacio siempre para el postre. Nosotros no nos pudimos resistirnos a pedir la tarta de queso con base de cruasán de la pastelería Colomar. Si conoces estos cruasanes te has tenido que quedar loco o loca leyendo el nombre de esta tarta. Pues así es, queso muy cremoso, fresco y equilibrado con esa base que hace de este postre, único en La Tortilla Boba.
Ya conocen mi gusto por el vino, y si algo me encantaría resaltar es la variedad de vinos que puedes disfrutar aquí, lógicamente sin olvidarnos que nos deben tirar siempre una buena caña. Pero su carta de vinos me gusta por su atrevimiento porque se sale de lo común y con variedades muy juguetonas que van maravillosamente con el tapeo. Esto es un secreto: si te gusta el vino, pregúntales qué tienen fuera de carta (yo no te he dicho nada).
Llegados hasta aquí, me encantaría contarles que el proyecto de La Tortilla Boba lleva con sus puertas abiertas desde el 21 de mayo de 2024, aunque no lo parezca y veas en todo su equipo una unión y eficiencia propias de un grupo de personas que llevan mucho más tiempo. Que todo en la tasca gira alrededor de los huevos y gallinas, es visible a ojos de cualquiera. Por ejemplo, pedirte una caña es pedirte un huevo chico; y una jarra, un huevo grande. Pero detrás de un muy buen marketing diferenciador que te identifique, permítanme contarles que La Tortilla Boba es el proyecto idealizado por Jose Manuel que ha sido capaz de atrapar y hacer partícipes a toda su familia y amigos, desde la tortilla de su padre, pasando por las croquetas de su madre y las albóndigas de Juanra. Todo ello presente en su carta. Demuestran que los sueños, las ideas, los proyectos empresariales, y todo lo que importa en la vida, necesita del amor, la presencia y las formas de los nuestros: la familia.
Y así es como te hacen sentir, en familia. Un ticket medio fantástico, tapear de esa manera tan diferente no supera los 25 euros por comensal, sin vinos. Este hecho hace que disfrutar de La Tortilla Boba sea una elección muy versátil, desde comer algo rápido para seguir con tu día, quedar con tus amigos y amigas o darte un caprichito gastronómico más distendido.
Un concepto que llega a la ciudad para quedarse, con un camino muy claro y conciso, que seguro le otorgará la fuerza necesaria para afianzarse y ser una referencia en nuestros bares de tapas de la ciudad.
Con cebolla o sin ella, cuajada o bien hecha, la tortilla, como la vida, solo tiene que gustarte y disfrutarla.
Gracias por leerme, nos vemos en una buena sobremesa.
Puedes seguirme y contactar conmigo en: @gonzalo_santana o en disfrutones@canariasahora.com