Max Verstappen 'copia' a Hamilton para sobrevivir a una sanción en Brasil y no regalar el Mundial

Cuatro Grandes Premios. Eso es lo que queda para dar por finalizado el Mundial de Fórmula 1, donde todavía quedan muchos puntos en juego pues, además de las cuatro carreras, se tienen que disputar dos al esprint. Max Verstappen, líder del campeonato, está bien ubicado para convertirse en tetracampeón, pero es mejor que todavía no lo celebre. Lando Norris y, en menor medida, Charles Leclerc, pelearán por robarle la corona... mientras su Red Bull le lastra.

Verstappen comenzó la temporada como un tiro pero, con el paso de las carreras, su rendimiento ha ido a menos. El problema no sería tal si, tanto McLaren como Ferrari, no hubieran mejorado sus prestaciones de manera inversamente proporcional a la caída de Red Bull. De hecho, el neerlandés lleva ya varias carreras tratando de cauterizar la herida y minimizando daños, con el objetivo de salvar la temporada y lograr su cuarto título de manera consecutiva.

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Pero Interlagos no comenzará de la mejor manera posible para Verstappen, pues lo hará con una sanción. Era el propio Helmut Marko el que daba a conocer que el monoplaza del neerlandés necesita un cambio en una de las partes de la unidad de potencia y que será en el Gran Premio de Brasil donde se lleve a cabo. O, dicho de otra manera, el líder del Mundial será penalizado con al menos cinco posiciones en la parrilla de salida con el objetivo de revitalizar su coche.

"La reducción de prestaciones del motor de Max se nota claramente. Ahora mismo, estamos investigando si podremos volver a utilizar el motor después de la fuga que sufre. Pero no es menos cierto que, por su kilometraje, ya no debería de usarse. Todo esto significa que no podemos evitar el cambio de motor en Brasil, con la correspondiente penalización que conlleva", explicaba Marko en su columna de Speedweek. Así, Red Bull da por hecho el cambio.

La decisión llega después de que Verstappen lleve diez carreras sin ganar, si no es menos cierto que sí lo consiguió en las pruebas al esprint de los circuitos de Las Américas y en el Red Bull Ring. Pero el miedo de Red Bull es claro, pues ve cómo sus rivales empiezan a apretar seriamente: de hecho, ya dan por perdido el Mundial de Constructores, por lo que es casi una obligación conseguir que Verstappen defienda el título que tiene a su alcance.

Pero, ¿por qué se ha decidido hacer en Brasil? Muy sencillo: de los circuitos que quedan, es el más fácil para poder adelantar gracias a sus largas rectas. Es cierto que Interlagos cuenta con alguna curva lenta, las peores para el Red Bull, pero es el mejor trazado para recibir una hipotética sanción. Es, de hecho, lo mismo que hizo Lewis Hamilton en 2021, cuando llevó a cabo ese mismo cambio en el mismo lugar para ganar tres carreras seguidas... aunque no pudo levantar el Mundial.

Verstappen tendrá que cambiar la unidad de potencia de su coche. (DPPI/AFP7)

De hecho, 2021 es cuando llegó el primer título de Verstappen, en una situación similar a la actual. Llegaba recortando puntos y con el Mercedes sufriendo. Terminó ganando el Mundial tras adelantar a Hamilton en aquella polémica última vuelta de Abu Dabi... pero, echando un vistazo al resultado, el británico logró ganar en tres de las últimas cuatro pruebas tras el cambio de su motor: Interlagos, Losail y Yeda. Y Max confía en que, imitando la estrategia, mantendrá el título.

El neerlandés necesita defender los 47 puntos de ventaja que tiene con Norris y, para ello, es fundamental que su monoplaza ofrezca las mayores prestaciones posibles. Verstappen cambiará parte de su unidad de potencia en busca de minimizar daños y ganar algo de rendimiento, aunque le cueste una sanción. Para Red Bull, es la mejor manera de afrontar el tramo final del curso, aprovechando las rectas de Interlagos para evitar que el castigo sea severo... y siguiendo los pasos de Hamilton.