Partido Popular y Vox se frotan las manos tras el escándalo de Alvise Pérez: "Es un embustero"

Hasta la fecha, las continuas denuncias y condenas por difundir bulos e, incluso, las primeras informaciones que apuntaban a presuntas irregularidades de Alvise Pérez han tenido un impacto limitado entre las ardillas de Se Acabó La Fiesta (SALF). El Confidencial publicó el pasado 13 de septiembre que el controvertido dirigente desvió donaciones para su campaña de las elecciones europeas a un chiringuito financiero denunciado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que cerró días después. Pero los problemas para Alvise no habían hecho más que comenzar.

Pocos días después, elDiario.es desveló que había cobrado 100.000 euros en metálico y sin factura por parte de Madeira Invest Club (MIC) con los que había financiado irregularmente su carrera electoral. A cambio, se habría comprometido a apoyar leyes a favor del empresario de criptomonedas Álvaro Romillo, tanto desde el Parlamento Europeo como en el futuro en el Congreso, si conseguía ser decisivo en el futuro para la formación de Gobierno. La Fiscalía del Supremo investigará al líder de SALF por un presunto delito electoral y de financiación ilegal.

En el terreno electoral, PP y Vox miraban a SALF como una amenaza, no tanto por el temor a un trasvase de voto, sino por volver otra vez a la fragmentación de la derecha en tres marcas de cara a las próximas elecciones generales, a las que nadie se atreve a poner fecha por la debilidad parlamentaria de Sánchez y las dudas de que pueda agotar la legislatura.

Pero el goteo constante de informaciones sobre la financiación de su campaña —el propio Alvise admitió en un vídeo a sus seguidores haber cobrado los 100.000 euros en metálico por un "trabajo" sin especificar y en "legítima defensa contra el terrorismo fiscal del Estado"— tan solo unos meses después de su irrupción en política permite a sus dos competidores en la derecha respirar con cierto alivio. "Se ha retratado él solo", opina un dirigente popular.

Las explicaciones de Alvise no convencen ni a los fieles de su chat: "Lo mismo que Koldo"

Aunque mantienen la tesis de "no hablar de otros partidos políticos" y evitan amplificar el foco del agitador político, fuentes de Génova se frotan las manos y deparan a Alvise Pérez un horizonte judicial "delicado" y "muy complicado" por un presunto delito de financiación ilegal. Aunque evitan profundizar en la polémica, en el partido de Feijóo inciden en el hecho de que su "crédito" electoral se verá perjudicado, aunque insisten en limitar el impacto de SALF en los intereses electorales del PP, al entender que su irrupción política perjudica en mayor escala a Vox.

El chat de Telegram de Pérez, que cuenta con más de 700.000 miembros, se ha llenado de mensajes de rechazo a las últimas informaciones. Tampoco convencen las explicaciones del eurodiputado. El líder de SALF ha edificado su proyecto político con promesas como la persecución contra la corrupción y la regeneración política, banderas que ahora se le vuelven en contra.

Alvise admite que cobró dinero sin facturas y anima a la insumisión fiscal: "Esa es la verdad"

Tanto en PP como en Vox estaban convencidos de que, antes o después, el fenómeno de Alvise se desinflaría, pero en ambas formaciones infieren que el estallido del escándalo puede acelerar ese retroceso. Hay que recordar que en Génova se encendieron las alarmas cuando SALF irrumpió en el Parlamento Europeo con tres eurodiputados tras recolectar nada menos que 800.000 votos en su primera incursión política. Feijóo pidió a los suyos analizar cómo "un tipo con un teléfono móvil" había conseguido semejante botín electoral en tan poco tiempo, y desplegó una estrategia digital renovada para no descuidar el flanco de las redes sociales.

"Es un embustero", zanjan en la dirección nacional de Vox. Hasta ahora, Santiago Abascal había apostado por evitar el choque público con Alvise Pérez pese a las "provocaciones". Pero el líder ultraconservador dijo 'basta' después de que el líder de SALF sugiriese que Abascal había mantenido también contactos con Madeira Invest Club y había recibido "sobres en efectivo" del negocio de criptomonedas.

La dirección de Bambú activará su maquinaria jurídica contra Alvise Pérez y prepara una querella por "difamaciones" y "calumnias" contra el político sevillano. Entienden en Vox que lo que intenta el líder de SALF es "lanzar acusaciones" para "tapar su propio escándalo", como subrayó el pasado viernes el portavoz del partido en el Congreso, José María Figaredo, que tildó además de "delirante" el vídeo con las explicaciones que el dirigente había publicado en su canal de Telegram.