Unos "okupas" y un retorno que inquieta. El verdadero drama del Sevilla está en el palco
El Sevilla ha empezado mal la Liga. Suma ocho puntos en siete partidos, con un juego pobre y con un entrenador, Xavier García Pimienta, que no mejora a su predecesor, Quique Sánchez Flores. Los problemas del club, sin embargo, siguen más allá del terreno de juego, porque el revuelo institucional todavía continúa.
El club celebrará una Junta Extraordinaria de Accionistas el próximo 9 de octubre a solicitud del máximo accionista a título particular, el expresidente José María del Nido Benavente. Su anhelo es recuperar el lugar que ocupó antes de su entrada en prisión, en 2013. Pero este deseo contrasta con el de su hijo y actual presidente, José María del Nido Carrasco.
El expresidente está a la espera de conocer la resolución de las medidas cautelares que solicitaron, y es probable que ocurra antes del 9 de octubre. Si la resolución fuera positiva, podría votar en la junta. Fuentes cercanas a Benavente temen que Del Nido Carrasco y Pepe Castro, vicepresidente, "se inventarán nuevamente algo" para evitar su regreso a la presidencia, puesto que alcanzaría gracias al nutrido grupo de accionistas que lo apoyan.
El cambio con Pepe Castro
Del Nido Carrasco es el presidente del club desde el pasado mes de enero. Era lo acordado por Pepe Castro y él, en virtud del pacto firmado por ambos en 2019, cuando decidieron que se permutarían sus cargos a finales de 2023, como finalmente ocurrió. A pesar de la desaprobación accionarial, se aferran al cargo.
El actual presidente está en el cargo gracias al uso del paquete accionarial de su padre, con el que no se habla desde que tomó partida por el grupo que dirige el club en la actualidad. Del Nido Benavente confía en que más pronto que tarde la justicia le dé la razón y pueda volver a la directiva de la entidad.
Del Nido Benavente es privado de su derecho de voto en base a la interpretación del artículo 243 de la Ley de Sociedades de Capital (LSC) que hacen su hijo y el actual Consejo de Administración del Sevilla. En su momento, él agrupó unas acciones con otros accionistas y eso, según argumenta la directiva actual, les impide participar en la votación sobre el cese de los consejeros nombrados por la mayoría. Pero existen ya dos sentencias, aún no firmes, que han declarado la ilicitud de dicha privación del derecho de voto.
Los planes de Del Nido Carrasco
La afición se encuentra cansada de la situación deportiva. En la previa del duelo frente al Alavés (1-0), la única victoria de la temporada hasta ahora, hubo una concentración en los aledaños del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Allí se congregaron miles de aficionados con cartulinas amarillas para pedir la dimisión y salida de Del Nido Carrasco. Benavente, por su parte, se relamía en los momentos previos al encuentro, que acabaría por suponer los primeros tres puntos para los sevillistas.
El presidente, días antes del encuentro, se reunió con los peñistas para trasladarles tranquilidad en este dubitativo inicio del proyecto. Les confirmó que no tenía intención de marcharse porque sólo lleva nueve meses en el cargo. No obstante, si los tropiezos deportivos continúan, habrá consecuencias: la afición se girará hacia el palco. Y Del Nido Benavente puede entrar en escena de nuevo, es su hoja de ruta.