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Cambiar el país:

Al menos tres detenidos en Vigo por su presunta vinculación con un atraco bancario

Al menos tres personas han sido detenidas en la mañana de este martes en Vigo por su presunta vinculación con el robo de 300.000 euros de un banco ubicado en la calle Gran Vía, ocurrido el pasado mes de diciembre.
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El alquiler a la fuerza, último truco de las mafias de la ocupación
Ha sido en Premiá de Mar donde se ha tomado nota por primera vez en papel oficial de una denuncia por el truco más nuevo de las mafias de okupas: pagar un alquiler al propietario aunque no quiera.Seguir leyendo....
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Arte y autoestima rural
Penelles, primavera del 2015. Como tantos otros pequeños pueblos de la plana de Lleida, Penelles era un lugar de paso, entre Balaguer y Tàrrega, un pueblo de la comarca de la Noguera, de calles vacías, sin arquitectura ni piedras singulares, y ningún peculiar encanto turístico. Podías salir casi sin ropa a tirar la basura, no te cruzabas a nadie.Seguir leyendo....
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"Unos 'okupas' viven a costa de mi difunta tía"
La señora Dolores Alcántara lleva más de dos años muerta. Sin embargo, la fallecida sigue pagando las facturas del gas, la luz, el agua y el teléfono de su casa de Sant Boi de Llobregat. Unas personas aprovecharon el ingreso de la anciana en un centro sociosanitario para okupar’ la vivienda y, desde entonces, viven gratis, denuncian la sobrina de la difunta, María Nieves Lamas, y la vecina D.P., que prefiere mantener el anonimato.Seguir leyendo....
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"He comprado el piso de un traficante para poder echarlo de casa"
No sé si he hecho lo correcto o he cometido una auténtica locura, pero ya no podíamos más, sentencia J.F, un vecino de Rubí, que prefiere no revelar su identidad por temor a represalias. Este padre de familia ha llevado hasta las últimas consecuencias el refrán de a grandes males, grandes remedios, para poder poner punto y final a una okupación’ que se ha convertido, asegura, en una pesadilla que ha durado demasiado.Seguir leyendo....
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El Supremo falla a favor de Aragón en el litigio por los bienes de Sijena
Fin del recorrido. Este jueves el Tribunal Supremo ha terminado con años de litigios y disputas entre Catalunya y Aragón por la propiedad de las obras del monasterio de Sijena. El pleno de lo Civil del alto tribunal ha ratificado las sentencias del juzgado de primera instancia de Huesca y de la Audiencia Provincial de Huesca por las que se declaraba "nula de pleno derecho" la compra-venta (realizada en 1983, 1992 y 1994) de los bienes del cenobio entre la Generalitat y el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), y las monjas del monasterio. Fallos contra los que las dos instituciones y el Museu de Lleida habían interpuesto recursos de casación ante el Supremo. Seguir leyendo....
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Los Maristas depositan 120.000 euros para indemnizar a las víctimas del 'caso Benítez'
La compañía aseguradora de los Maristas ha consignado en la Audiencia de Barcelona los 120.000 euros fijados como indemnización para las cuatro víctimas que llevaron a juicio a Joaquín Benítez, el exprofesor de educación física del colegio de Sants-Les Corts de Barcelona condenado a 21 años y nueve meses de prisión por abusos sexuales. Sus casos son los únicos que pudieron ser juzgados porque los delitos no estaban prescritos. El depósito de esta cantidad en una cuenta ha sido efectuado sin esperar a que el Tribunal Supremo resuelva los recursos presentados por la aseguradora y el imputado, que continúa en libertad.Seguir leyendo....
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Los Maristas reconocen a 25 víctimas de abusos sexuales en sus colegios
El Institut Germans Maristas reconoce los abusos sexuales que sufrieron 25 de sus exalumnos durante su escolarización en colegios catalanes de la hermandad. Un gesto que llega 30 o 40 años después de que ocurrieran los hechos para muchos de los afectados y casi cinco después de que EL PERIÓDICO destapara el Caso Maristas. La comisión de reparación que arrancó en febrero del presente año ha escuchado a estas 25 víctimas aportadas por la Fundació Mans Petites y ha dado credibilidad a su relato. Los exalumnos serán indemnizados económicamente por la organización religiosa, que también les ha hecho llegar una carta en la que la institución se muestra "profundamente avergonzada" y pide "perdón" de "todo corazón". A esta cifra de 25 agraviados por la pederastia de docentes maristas debe sumarse las cuatro víctimas por las que fue condenado el profesor Joaquim Benítez que sigue en libertad. Un cómputo que todavía se mantiene lejos de la cantidad real de menores de edad que sufrieron abusos sexuales, durante décadas, en escuelas de la institución.Seguir leyendo....
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elperiodico.com/es/
Rescate agónico: los bomberos sacan a dos personas atrapadas en el sexto piso
Los bomberos han rescatado del incendio en un edificio en Valencia a dos personas que estaban atrapadas en un balcón del sexto piso. El edificio de 14 plantas está situado en la zona de Campanar, Valencia, y lleva siendo arrasado por el fuego desde las cinco de la tarde. Aunque se han desplazado al lugar 22 dotaciones de bomberos a la zona, la intensidad del fuego continúa fuera de control y sigue amenazando el rescate. Se han convocado unidades de emergencia desde diferentes municipios valencianos, pero su trabajo se está viendo dificultado por las fuertes rachas de viento. Han pedido ayuda a la Unidad Militar de Emergencias.
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elconfidencial.com
El Confidencial lanza la I edición de 'Mujeres que inspiran el cambio'
El mundo necesita mujeres que sean referentes en todos los ámbitos: el político, el social, el económico, el cultural... Desde esa premisa, El Confidencial acaba de lanzar Mujeres que inspiran el cambio, unos reconocimientos que ponen en valor a las mujeres que han innovado o destacado en diversas categorías.Estas son las 'Mujeres que inspiran el cambio'ECEl mundo necesita mujeres que sean referentes en todos los ámbitos: el político, el social, el económico, el cultural... Desde esa premisa, El Confidencial acaba deEn esta primera edición, las seleccionadas serán la secretaria general de Inclusión, Mónica Martínez Bravo (categoría Economía y Empresas); la artista Blanca Muñoz (Arte y Cultura); la directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco (Ciencia); la chef Celia Jiménez (Transformadoras); la presidenta de la Fundación Querer, Pilar García de la Granja (Acción Social); y la diseñadora Teresa Helbig (Moda). El encuentro tendrá lugar el próximo martes 21 de mayo y será conducido por la periodista Marta García Aller.Durante las próximas semanas, además, El Confidencial publicará seis entrevistas en las que repasaremos, junto a las portavoces, su trayectoria personal y profesional, así como los retos que han tenido que afrontar, sus referentes, etc. Este proyecto cuenta con el apoyo de instituciones como Cosentino, Fundación la Caixa o IQOS.Mónica Martínez Bravo (Economía y Empresas) Mónica Martínez Bravo, secretaria general de Inclusión del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Foto: cedida. Saber de economía sirve para que el mundo sea un lugar distinto. Así al menos lo cree Mónica Martínez Bravo, secretaria general de Inclusión del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. La también profesora del Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI) y doctora en Economía por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) se muestra convencida de que la ciencia económica, bien aplicada, puede cambiar la realidad de nuestro entorno.Blanca Muñoz (Arte y Cultura) La artista Blanca Muñoz. Foto: EFE. Una de las artistas españolas con la trayectoria más blindada. La escultora y grabadora Blanca Muñoz ha sembrado una completísima obra cuyo principales protagonistas son el acero y la chapa perforada, tanto en sus obras monumentales como en piezas pequeñas, incorporando también hilos de acero a sus grabados para convertirlos en esculturas. Fruto de dicha trayectoria, ha recibido reconocimientos como el Premio Nacional de Grabado. Además. Desde 2019 es académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.María Blasco (Ciencia) La directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco. Foto: EFE. La actual trayectoria de la directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) no deja lugar a dudas de sus méritos. Durante más de 20 años, su trabajo se ha centrado en demostrar la importancia de los telómeros y de la telomerasa en el cáncer, así como en enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Blasco ha publicado más de 260 artículos científicos en revistas internacionales y nacionales, con un h-index de 81, y ha recibido innumerables premios, tanto nacionales como internacionales.Celia Jiménez (Transformadoras) La chef Celia Jiménez. Foto: EFE. Celia Jiménez es una chef que decidió adoptar el recetario tradicional de su ciudad, Córdoba… y actualizarlo acorde a las nuevas tendencias y los nuevos sabores. Fruto de esta mezcla entre lo tradicional y lo contemporáneo, la cocinera se convirtió en 2006 en la primera andaluza en conseguir una Estrella Michelin. A los mandos de su propio restaurante, Jiménez se sabe consciente de haberse convertido en un referente para aquellas mujeres que quieren trabajar en el sector gastronómico.Pilar García de la Granja (Acción Social) La presidenta de la Fundación Querer, Pilar García de la Granja. Foto: EFE. La periodista Pilar García de la Granja ostenta una trayectoria que aborda diversos medios de comunicación: Wall Street Journal, Televisa, CNBC, Onda Cero, Intereconomía, Punto Radio, El Economista, Mediaset... Desde 2016 es presidenta de la Fundación Querer, una entidad sin ánimo de lucro que fomenta el trabajo para investigar trastornos neurológicos relacionados con el lenguaje.Teresa Helbig (Moda) La diseñadora Teresa Helbig. Foto: Pep Bestard. No es casualidad que en los últimos tiempos hayamos visto a actrices internacionales de la talla de Zendaya, Emily Blunt o Úrsula Corberó lucir los diseños de Teresa Helbig con garbo. La diseñadora catalana está de moda. Si el año pasado era galardonada con el Premio Nacional de Diseño de Moda 2023, a comienzos de este desfilaba por primera vez en París. Sus diseños, que bailan entre lo clásico y lo moderno, y su mirada, con la mujer siempre en el centro, son ya toda una seña de identidad que no para de abrirle puertas.
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elconfidencial.com
El tercer Madrid de Ancelotti que nació en el Rose Bowl: un sistema para Bellingham y un vestuario "sin egos"
El 'staff' del italiano creó un equipo a imagen y semejanza del inglés, Pichichi madridista en su primera temporada. "Su humildad ha sido clave", dicen en el club. Leer
elmundo.es
Swiatek gana su primer Masters de Madrid en una final histórica ante Sabalenka
La polaca se rehace de tres bolas de partido en contra para llevarse el torneo madrileño Leer
elmundo.es
El Atlético vence con lo justo en Son Moix y resguarda el cuarto puesto
El Atlético de Madrid ha ganado este sábado por 0-1 en su visita al RCD Mallorca, con un gol tempranero de Rodrigo Riquelme, en un partido de la jornada 34 de LaLiga EA Sports y que ha servido a los colchoneros para resguardar su cuarta posisión, mientras que los baleares han encajado otro revés en sus aspiraciones por salvar la categoría.
europapress.es
El Atlético afianza la cuarta plaza y mantiene al Mallorca al filo del descenso
Un solitario gol de Riquelme permite a los rojiblancos sumar fuera de casa, su asignatura pendiente esta liga. Leer
elmundo.es
Puente pide al PP que "no sobreactúe tanto" y asegura sentirse "respaldado" por el Gobierno tras la polémica con Milei
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible del Gobierno, Óscar Puente, ha pedido al PP que "no sobreactúe tanto" tras pedir su líder, Alberto Núñez Feijóo, su dimisión, a la vez que ha asegurado sentirse respaldado por el Gobierno después de sus declaraciones sobre el presidente de Argentina, Javier Milei, a quien acusó de ingerir "sustancias".
europapress.es
El CV Guaguas, campeón de la Superliga
 CV Guaguas ha revalidado este sábado en Soria su condición de campeón de la Superliga española de voleibol, tras ganar en el cuarto partido de la final al Grupo Herce Soria (1-3), en un partido donde el equipo local ha intentado forzar, sin éxito, el quinto y definitivo partido en Canarias. El Guaguas ha demostrado su potencial en el pabellón de Los Pajaritos, donde ha ganado los dos partidos que han deparado la final de la Superliga y que, sumado al ganado en Canarias, le ha dado un nuevo título de campeón. En el partido de este sábado, el equipo canario ha ganado por 1-3 (24-26, 22-25, 25-17 y 17-25). Grupo Herce Soria ha tenido en su mano anotarse el primer juego, pero no ha podido defender el punto que le hubiese dado la ajustada victoria parcial, y acto seguido, Guaguas no ha desaprovechado su saque, para cerrar el set (24-26). Los celestes habían hecho lo más difícil remontando cuatro puntos (11-15) en el tramo final, con Zonca como protagonista. En el segundo juego, Guaguas pronto ha dado la vuelta a la ventaja inicial local (4-6), aprovechando su bloqueo hasta el primer tiempo (5-8). Zonca, en la red, aumentó la diferencia (5-9), que se redujo con la entrada de Pequeño en red hasta el empate a 9 y el tiempo muerto solicitado por Sergio Camarero. Olalla, al remate, puso en ventaja a Soria (11-10). Y Cunha, al saque, dilató diferencia (13-10), obligando a Camarero a agotar los tiempos muertos. Pero Guaguas volvió a empatar, tras un remate fallado por Cunha, que buscaba dedos, y un bloqueo que se fue fuera de Pequeño (13-13), y que motivó primer tiempo muerto de Alberto Toribio. Y Guaguas, con Zonca y Bruno, volvió a cobrar ventaja en el momento decisivo (18-22). Los celestes intentaron enjuagar la desventaja pero no tuvo posibilidad de ello. Cunha erró en saque en el peor momento y un remate contra dedos de Lorente cerró segundo juego (22-25) y acercó un poco más el título a Guaguas. Los celestes tomaron ventaja en el inicio del tercer juego (6-2) gracias a los ataques de Olalla y el paso por red de Pequeño, lo que obligó a Camarero a pedir tiempo y la reacción del equipo llevó (7-5) y metió en problemas a Soria. Y el equipo local volvió a cobrar ventaja, que cerró con un bloqueo Lorente (14-10), y Camarero agotó tiempos muertos. Ollala, desde zona tres, puso la máxima ventaja local (15-10), que mantuvo (17-12). Cunha cerró en red (20-14) y acercó primer juego para Soria (25-17). Pero Guaguas no ha dejado más hueco para la duda en el cuarto y definitivo juego, que ha empezado dominando con ventajas cómodas (5-8, 10-14 y 13-19), que ha puesto el título en bandeja para el equipo canario, que ha cerrado el juego y el partido co un claro 17-25.
eldiario.es
Mor una conductora en un xoc frontal a l'N-II a Alcarràs
La dona viatjava amb els seus dos fills, que han resultat ferits
ccma.cat/324/
Las víctimas del éxito del turismo: "Trabajo ocho horas al día y no puedo pagarme un alquiler"
El turismo representará el 35% de todo el crecimiento económico este año, pero tiene un impacto negativo en los residentes de las zonas tensionadas Leer
elmundo.es
El Barça reedita el título de la Liga F, quinto consecutivo
   El FC Barcelona Femení ha sellado este sábado de manera matemática el título de la Liga F 2023/24, gracias a su cómodo triunfo por 1-4 en su visita al Granada CF durante la jornada 26, firmado con un doblete de Fridolina Rolfö, un gol de Lucy Bronze y otro de Caroline Graham Hansen.
europapress.es
Así ha sido la fiesta de los jugadores del Madrid en el vestuario tras ganar la Liga: "Campeones, campeones"
Las imágenes las grabó el hermano del centrocampista Camavinga.
20minutos.es
La desfeta dels conservadors britànics en les municipals deixa tocat el lideratge de Sunak
Els resultats de les eleccions locals confirmen la pitjor derrota dels conservadors en quatre dècades
1 h
ccma.cat/324/
Yoann Bonato repite victoria en el Rally Islas Canarias
El piloto francés Yoann Bonato, acompañado de Benjamin Boulloud en su Citroën C3 Rally2, ha ganado por segunda vez consecutiva el Rally Islas Canarias, valedera para el Campeonato de Europa (ERC). La segunda y tercera posición la han ocupado los también franceses Mathieu Franceschi-Andy Malfoy (Skoda Fabia RS Rally2) y Alejandro Cachón-Borja Rozada (Toyota GR Yaris Rally2), respectivamente, informa la organización de la prueba. 🏆 @yoannbonato gana el 48 #RallyIslasCanarias pic.twitter.com/h1yCQLKYu8— Rally Islas Canarias (@RIslasCanarias) May 4, 2024 Tras la celebración este sábado de los tramos últimos tramos del 48º Rally Islas Canarias, los de ‘Arucas-Firgas’, ‘Moya-Valleseco’ y ‘San Mateo-Valsequillo’, el dúo galo Bonato-Boulloud se ha vuelto a proclamar ganador del Rally Islas Canarias tras haberlo hecho también en la pasada edición. En cuanto al Supercampeonato de España de Rallies (S-CER), el dúo Cachón-Rozada se ha hecho con la victoria, seguido de Diego Ruiloba y Ángel Vela (Citroën C3 Rally2) y José Antonio Suárez y Alberto Iglesias (Skoda Fabia RS Rally2), en este orden. Yeray Lemes y Rogelio Peñate (Citroën C3 Rally2), que ya lideraban esta competición desde los primeros tramos celebrados este viernes, se han proclamado campeones del Campeonato de Canarias de Rallies de Asfalto (CCRA). El segundo y tercer puesto han recaído en Enrique Cruz-Yeray Mujica (Ford Fiesta Rally2) y Alexey Lukyanuk-Yuly Kulikov (Hyunday i20 N Rally2).
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eldiario.es
El Barça sigue haciendo eterna su leyenda y levanta su quinta Liga consecutiva
El conjunto blaugrana vence al Granada en el Nuevo Los Cármenes y certifica matemáticamente su noveno título liguero 
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lavanguardia.com
Dos acertantes de la Primitiva ganan 558.000 euros y el bote sube a 15,1 millones
Uno de los dos boletos premiados ha sido validado a través de la web de Loterías y Apuestas del Estado.
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20minutos.es
Reptes de Tiktok, vídeos virals i IA: així s'apropen els partits polítics als més joves
Les formacions intenten mobilitzar nous votants de cara a les eleccions del 12M amb un llenguatge col·loquial i missatges que viralitzin a les xarxes socials, tot i que el resultat no sempre és el desitjable
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ccma.cat/324/
Míchel: “Nos hemos quitado los miedos propios del equipo pequeño”
El técnico del Girona  se rinde al proyecto: “Esta directiva te permite crecer junto al jugador desde abajo”
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lavanguardia.com
Xavi: “Hay errores que no corresponden al nivel de este club”
El técnico, cabreado, asegura que los últimos 20 minutos son impropios de jugadores del Barcelona
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lavanguardia.com
Misión: ¡regenerar España!
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eldiario.es
Xavi: "Estoy cabreado y decepcionado, antes de entrenador soy culé"
El técnico de Tarrasa felicita al Real Madrid y dice que "nos vamos a dejar la vida" en los cuatro partidos hasta final de temporada.
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Diario online con noticias de última hora...
Netanyahu tensa la cuerda al máximo para un alto el fuego con Hamas
El premier israelí compromete un acuerdo al negar la posibilidad de acabar la guerra
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lavanguardia.com
Tokio critica las "lamentables" declaraciones "xenófobas" de Biden sobre Japón
El Gobierno de Japón ha criticado las "lamentables" declaraciones "xenófobas" del presidente estadounidense, Joe Biden, quien señaló a países como Japón y su rechazo a aceptar inmigrantes como una de las causas de sus problemas económicos.
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europapress.es
Venganza de Swiatek ante Sabalenka en otro duelo titánico en Madrid
Otro partido para el recuerdo, de más de tres horas y con un tie break final de vértigo.
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Diario online con noticias de última hora...
Mick Jagger y el muelle flojo de un país que no tiene arreglo
España siempre fue un país viejo desde que nuestros antepasados pintaban bisontes en las paredes de las cuevas pensando en la posteridad. Por eso mismo, nos sorprende la juventud de los guiris cuando los guiris tienen ya una edad; me explico, pues sólo hay que recordar a Mick Jagger desafiando la tormenta en el Vicente Calderón; julio de 1982.  Por aquel entonces, el cantante de los Stones rozaba la cuarentena y en los papeles no se hablaba de otra puñetera cosa que de la flexibilidad y la juventud de un hombre de cuarenta años. La verdad es que estaba hecho un chaval, y la cosa no ha cambiado mucho hoy, cuando, pasando los ochenta años, a “morritos” Jagger todavía le queda tiempo de vida suficiente para convertir cualquiera de sus costumbres en un vicio.    La edad le ha dejado de pesar hace tiempo y la maldita próstata parece seguir con el mismo tiro, al contrario que por aquí, que las visitas al urólogo son casi siempre para lo mismo. En fin, que no me quiero despistar, pero la vida no es igual para un español cuando alcanza cierta edad que para un guiri con esa misma edad; en los guiris se reconocen todavía los hambrientos días de la pubertad mientras que nuestra próstata visigoda está tan inflamada que dificulta la contención de orina.  Con esto no es de extrañar que muchos de nuestros cantantes -sobre todo cantautores- suban a escena después de haber hecho aguas menores; dicho así, por lo fino, llega una edad que la vejiga es incapaz de contener la orina y la canción protesta se convierte en canción de próstata. Es el momento de dejarlo, de retirarse a tiempo y no emular a Mick Jagger, pues los hijos de la Gran Bretaña siempre nos han madrugado a la hora de la escena y de la vida práctica.  No hay que olvidar que Inglaterra se hizo con ayuda del corso y la piratería. Mientras nosotros volvíamos de expoliar las nuevas tierras, en los laberintos espumosos del Atlántico, las naves inglesas nos abordaban ondeando la bandera pirata. Pero volviendo a los Stones y dejando a un lado su pasado filibustero, en estos días estuve reviviendo sus discos más molones.  Para mi gusto, el primero es Some Girls, el disco funkorro, un homenaje a la negritud más negra, cuando Mick Jagger se convirtió en una Tina Turner inglesa, luego está el Tatoo You y su balada Waiting on a friend con el saxo de Sonny Rollins en estado de gracia y, para terminar, el Emotional rescue con el falsete  del Jagger emulando a los Bee Gees en una época discotequera que inauguró Travolta y su Fiebre del Sábado Noche, y que yo viví de bailongo en bailongo en aquellos tiempos en los que no necesitaba salir a la pista después de haber meado. Porque ser español tiene sus cosas y la vejez es una de ellas. Dicho esto, por favor, no echemos la culpa al fotógrafo.
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eldiario.es
El ganso ya no vive aquí: una década seca en Doñana reduce a mínimos históricos la presencia de su ave más emblemática
Pese a las lluvias de primavera, Doñana sigue atravesando un periodo seco (las precipitaciones están todavía por debajo de la media de un año normal) que viene prolongándose ya durante una década. Esto tiene consecuencias en la vegetación y en los animales, que en no pocos casos han dejado de ver este entorno como una buena opción para pasar el invierno. Es el caso del ganso, el ánsar común, la más emblemática de las aves de Doñana, cuya presencia se está reduciendo a la mínima expresión hasta el punto de que nunca ha habido tan pocos desde que existen registros. ¿Y por qué es tan representativo el ganso? Pues porque en su momento se convirtió hasta en la imagen para la recaudación de fondos en el norte y el centro de Europa que sirvió para comprar las tierras que fueron germen del parque nacional. Entonces eran decenas y decenas de miles de estas aves las que hacían de Doñana su refugio en los meses más crudos, una situación que contrasta con los datos de la pasada invernada: sólo se contabilizaron 4.377 ejemplares. “El ganso está atravesando una mala racha en Doñana”, resume Javier Bustamante, vicedirector de la Estación Biológica de Doñana (EBD), responsable de la Infraestructura Científico-Técnica Singular de Doñana (ICTS-RBD) y experto en biología de la conservación. Eso sí, “no es una especie amenazada y su población mundial es bastante grande”, es decir, que su bajón en este espacio no implica que las cosas le vayan mal de manera general. Pero a Doñana sí es verdad que está dejando de venir. Falta de agua y de alimento “Históricamente éste ha sido un lugar de destino bastante importante, buena parte de las poblaciones de gansos de toda Europa pasaban aquí el invierno”, rememora. La causa del cambio es sencilla, y es que “Doñana no reúne condiciones” básicamente por falta de agua. “Los gansos buscan lagunas” y las castañuelas que crecen en estos entornos, su principal alimento en invierno. “Por eso Doñana siempre ha sido muy atractiva para invernar, pero para eso se necesita que la marisma se inunde”, lo que no es la imagen habitual de un tiempo a esta parte. Evolución de la población de las tres especies de aves acuáticas más comunes en Doñana, con el ganso ('Anser anser') bajo mínimos. “La producción de castañuela ha bajado mucho tras varios años secos”, continúa Bustamante, fruto de que las inundaciones en las últimas temporadas han sido “muy pobres”. ¿El resultado? Pues que vienen menos de estas aves. “El parque no es importante desde la perspectiva de la conservación del ganso a nivel mundial, pero esto supone un daño simbólico para Doñana”. Los datos corroboran esta situación. Los 4.377 ejemplares del pasado invierno suponen que se encadena la cuarta temporada con mínimos históricos, de hecho representan menos de la mitad de los 9.588 de 2023. De la última década, el pico más alto se registró en 2017 con 73.367 de estos pájaros, y desde entonces ha caído en picado: 40.000 en 2019, 29.000 en 2021, 12.000 en 2022... Los máximos históricos durante la invernada son los 80.000 que se contabilizaron en 1985 y 2008. Números “alarmantemente bajos” El propio informe de la Estación Biológica que analiza la situación en 2023 ya alertaba de que la situación ese año, con sus 9.588 individuos, era “muy preocupante”. “Cabe estar muy vigilantes de la evolución de esta especie, una de las más emblemáticas de Doñana”, apostilla el estudio, que define los números que se están cosechando como “alarmantemente bajos”. La sequía es uno de los efectos del cambio climático, también asociado a un progresivo aumento de temperaturas que propicia que haya espacios que los usen como invernada diferentes especies al no alcanzar registros demasiado bajos el termómetro. “Ahora hay zonas con condiciones suaves para la invernada, y los gansos que llegan a Doñana la ven seca y tiran para otro lado”, apunta Bustamante. Un ganso en pleno vuelo. ¿Y las precipitaciones de esta primavera no pueden hacer que cambie la situación para la próxima temporada y que vengan más gansos? “Estas lluvias han sido una buena noticia pero han llegado tarde para la invernada”, además de que “este agua se va a evaporar, impepinablemente en verano se secará”, lo que implica que mejorar las condiciones para pasar el invierno dependerá de lo que pueda caer a partir del otoño. Al margen de cruzar los dedos para que vuelva a llover, “lo único que está en nuestras manos es ser más cautelosos en el uso del agua subterránea”, que es el sustento de muchas de las lagunas de Doñana. “No se puede hacer otra cosa que preservar el acuífero, que está sobreexplotado”, lo que ha hecho que este paraje pierda parte de las condiciones que hicieron que clavaran sus ojos en él desde Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania, los Países Bajos o el Báltico: “Atraía mucho la atención de estos países y por eso pusieron dinero, porque sabían que la mayoría de sus gansos pasaban aquí el invierno”.
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eldiario.es
#MeToo hice 5D silencio
Quo usque tándem abutere patienta nostra? (¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia?). Esta es la famosa y recurrente cuestión que el senador romano Marco Tulio Cicerón formulaba retóricamente al traidor Catilina –en su discurso ante el Senado– para denunciar su traición a Roma, un día de noviembre del año 63 a. C. Dos milenios y pico después, hoy resulta más que oportuna la pregunta que, legítimamente, puede formular la ciudadanía española a su clase política, después de los acontecimientos de los últimos días que no han sido más que la consecuencia natural de una degradación progresiva del debate público en los años recientes, exponencialmente acelerada por efecto de la perversa desinformación; ese fenómeno que provoca la infodemia, a base de bulos, maledicencia y populismo, y que es una mezcla letal para las democracias. Es la peste del siglo XXI, que amenaza al mundo occidental y está infectando también a España. El presidente del Gobierno -lamentablemente, un poco tarde- hace apenas una semana que ha caído del caballo, cual Pablo de Tarso, tras algunos años de flagrantes vulneraciones de los principios más elementales de las reglas de juego de la política española, incluido el chantaje afectivo a través del uso de la vida privada como arma ofensiva entre adversarios (no hablamos de los delitos de familiares, que eso ya se solventó con Juan Guerra). Porque habíamos normalizado que las mentiras descaradas en el discurso político y el espionaje al adversario no tenía un significativo reproche social; el insulto era moneda corriente y las injurias habían descendido a la categoría de grosería y la vulgaridad más despreciable, incluso en sede parlamentaria. Mucho antes de esta primavera, toda esa amalgama pestilente de odio ya había transitado desde las Redes Sociales al Parlamento, con Madrid como territorio de avanzadilla, sin que se pueda descartar la contaminación futura a otras comunidades.  Desde el periodismo, el mundo de la cultura y la universidad se dio la voz de alarma sobre los efectos envilecedores y perversos de la desinformación, hace más de una década, cuando conocimos sus consecuencias en elecciones de otros países o el Brexit del Reino Unido. En el año 2020, las predicciones se confirmaron con una alerta ineludible ante las graves consecuencias que el fenómeno tuvo para la vida y la salud de las personas durante la pandemia. En los cursos de verano de la Complutense, expertos en comunicación como Manuel Castells, filósofas como Astrid Wagner o periodistas como Lydia Cacho confirmaron nuestros peores temores. Las autoridades europeas han estudiado y legislado para atajar estas modernas amenazas a las democracias que integran la UE, aunque siempre por detrás y más lentamente que la velocidad a la que avanzan tanto las grandes plataformas como las empresas tecnológicas y los recursos de la industria de la desinformación, que han adquirido ya una envergadura imponente al servicio de quien la quiera pagar, sean estados, grupos políticos, contendientes o particulares. España debe ser diligente y seguir los pasos de las leyes europeas para atajar esta amenaza ya sobradamente diagnosticada. Pero no es sólo cuestión de tecnología. Es la sociedad misma la que ha cambiado y también sus valores, contagiada por esta peste que afecta a los niños y adolescentes, acosa y violenta a las mujeres, abandona y humilla a los más vulnerables desde distintos puntos de vista y por diferentes cauces. Como consecuencia de ello, aumentan las enfermedades mentales, los suicidios y se multiplican los comportamientos antisociales, que pueden derivar en gritos o comportamientos racistas, manadas de diversas edades y localidades, enfrentamientos y acosos en la escuela, el trabajo o el partido político. Ya está aquí. Ya ha llegado. Tenemos el resultado indeseado de este desarme ético que se evidencia por parte de las sociedades democráticas ante los cambios vertiginosos del inabarcable mundo digital. Le llamamos “trumpismo” en la política y tenemos múltiples ejemplos, incluida la propia sociedad norteamericana que corre el riesgo de repetir el esperpento. Sí, estamos locos. Es a nuestra salud mental a la que ataca directamente esta peste del siglo XXI, que es la infodemias de bulos y maledicencias, preñadas de una despiadada violencia verbal. Está en las redes sociales (haters), en los colectivos sociales, laborales o sindicales y también, en los medios de comunicación. Afecta a todos y a todas. Nuestros políticos y políticas no son inmunes a ella, ya sea como agentes transmisores del contagio o como víctimas. Al igual Sánchez, multitud de seres humanos y yo misma, lo confieso, también nos hemos sentido desoladas y dañadas por la maledicencia reiterada, que se convierte en especialmente dañina cuando adquiere publicidad, porque la ves en tu teléfono móvil, en el ordenador o en la televisión, multiplicando exponencialmente sus consecuencias traumáticas. Y, cuando el dolor resulta insoportable, el deseo de desaparecer o, al menos, alejarte del origen tóxico de tus males es algo natural. Yo también he recurrido al 5D (5 días de silencio) para curar mis heridas y poder seguir adelante. Con sinceridad, debo admitir que en ocasiones esa ausencia ha sido definitiva, como suele ocurrirnos a las mujeres que renunciamos a ciertas luchas en defensa de nuestras emociones. Seamos sinceros y reconozcamos que Sánchez se ha mostrado como un ser humano en estos días al hacer pública su vulnerabilidad con sus 5D¿Hay alguien que no lo haya vivido en algún momento? Casi nadie lo hace público porque el mundo premia a los que disimulan y permanecen impasibles. “La mentira os hará libres”, ironizó Fernando Vallespín en un libro muy esclarecedor de mirada temprana al nuevo estilo político que consiste en construir una realidad a medida de intereses particulares o partidistas sin el menos respeto a la verdad. Existen tantos y tan sofisticados mecanismos para hacerla creíble y ser compartida por una parte del electorado que lo de menos es su verosimilitud. Pero los damnificados no son sólo números demoscópicos de la masa electoral; son personas particulares, individuos de una misma familia o grupo que no pueden dialogar ni entenderse al utilizar “marcos conceptuales” no compartidos. Así, la confrontación y la división están servidas.   Es evidente que, con la radicalización política propia de los nuevos tiempos y una dialéctica grosera y violenta entre quienes nos representan, se han visto seriamente devaluados los valores democráticos que abrazó la sociedad española tras haberlos conseguido con tanto sacrificio, renuncia y generosidad derramadas por nuestros padres fundadores de la Transición, hace ahora casi medio siglo. Que el presidente del Gobierno haya puesto sobre la mesa el cuerpo del delito y abierto un debate en la sociedad española hasta ahora despistada, no puede ser más que una buena noticia, aunque en lo personal se haya visto perjudicada su imagen de hombre poderoso al demostrar una debilidad que, en ciertos ámbitos, resulta inaceptable. No hay más que ver cómo ha redoblado la oposición la virulencia de sus ataques para saber que Sánchez ha dado una patada en el avispero. Ahora también es su responsabilidad pacificar la sociedad a la que sirve y ofrecerle soluciones factibles y eficaces, empezando por demostrar a quienes ejercen la radicalidad que eso no da réditos políticos. Sigue habiendo una mayoría que quiere defender el respeto mutuo, la paz social y la buena voluntad en las relaciones entre diferentes; valores imprescindibles que preceden al acuerdo, el entendimiento o el compromiso como base de toda convivencia. Llamémoslo “consenso”, como hicieron en la Transición, y empecemos a caminar desde ese punto al que no debemos renunciar si valoramos los años vividos y disfrutados en libertad, con un estado de Derecho respetable y garantista que nos ha permitido superar peligros evidentes y afrontar retos manifiestos, en solitario o en compañía de nuestros aliados de la Unión Europea.  Dice el psiquiatra Enrique Rojas que para ser feliz hay que tener buena salud y mala memoria. Nada mejor que atender a sus recomendaciones para encontrar un camino que nos permita superar la penosa crisis emocional actual, que indigna a todos y a todas por igual, aunque sea por motivos diferentes. Entonces, lo mejor es olvidar viejas rencillas, renunciemos al ajuste de cuentas y busquemos puntos de encuentro. Eso fue lo que hicieron los que construyeron la democracia en la Transición, aunque después les haya sido reprochada su generosidad por generaciones jóvenes que no padecieron los años de cárcel, las torturas, la falta de libertades y tantos derechos conculcados por la dictadura. Quienes fueron víctimas de tanto dolor renunciaron a la venganza para que ahora sus descendientes puedan protestar en las calles con las siglas que prefieran y después, regresar tranquilamente a sus casas para convivir en paz. Tomemos su ejemplo. Estoy viendo la sonrisa incrédula de quienes creen que esto es predicar en el desierto. Pero soy de la generación que escuchó a sus mayores decir que bajo los adoquines estaba la playa y que hay que soñar con la utopía para ser realista.  Recordemos que después de un punto y aparte hay que empezar a escribir con mayúsculas. Hay que volver a lo grande, en generosidad y altura moral. De lo contrario, la operación se saldará con una mayor división y odio, más mentiras y maledicencias y los 5 días de silencio (5D) no habrán sido más que una baja laboral, un paréntesis. Por cierto ¿habrá pedido Sánchez la baja laboral? Claro. Revisen las bajas por depresión y verán el más grande de los MeToo hice 5D.
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Ante el riesgo de la libertad
El secreto de los dioses y de los reyes; que los hombres son libres.Egisto, tu lo sabes y ellos no Jean-Paul Sartre Para mi gusto, de todos los títulos honorarios y rimbombantes que orlan los escudos nobiliarios y los de los diversos lugares patrios el más hermoso es, sin duda, uno de los que adorna el de la ciudad de Málaga: “Siempre denodada” y “La primera en el peligro de la libertad”. Ahí queremos estar, denodadamente, los primeros. Los primeros cuando la libertad está en peligro, aunque no crea que realmente estén en peligro la libertad de prensa, la libertad de expresión o el derecho a la información. Más bien creo que nos han echado un hueso para que nos entretengamos a falta de ninguna reflexión profunda o real que proceda de esos cinco días de abril que constituyen la mixtificación más rotunda desde los tiempos de Paradox.   No temo ninguna legislación restrictiva que afortunadamente no llegará. “La mejor ley de prensa es la que no existe”, lo llevamos tatuado con la tinta con la que escribimos todos los que nos dedicamos a esto y hemos recibido una formación solvente. Obviamente eso no significa que no haya líneas que el periodismo no esté obligado a respetar y que vienen determinadas por las leyes ordinarias y el código penal. En España, concretamente, por los delitos de injurias y calumnias y la Ley de Protección del Derecho al Honor, la Intimidad y la Propia Imagen y por la que regula el derecho de rectificación. No son insuficientes, son otros los problemas. No temo el advenimiento de esa legislación restrictiva o esos comités o esas vigilancias porque para promulgar o modificar ciertas leyes es preciso contar con 176 votos -son leyes orgánicas que afectan a derechos fundamentales- y estoy ciertamente segura de que alguno de los “socios” de gobierno jamás transitarían ciertos senderos; no sólo por convicción, que también, sino porque ponerse de frente y de garras a los periodistas y a la prensa no es algo que los políticos estén dispuestos a hacer por mero capricho de otros.  Lo más terrible para mí ha sido comprobar, tras el propagandístico amago regulador, la cantidad de personas y de grupos que están dispuestos a avalar un control -¡incluso previo!- de los medios y los periodistas con lo que consideran el loable fin de impedir las disfunciones, que pretenden falsamente no hay forma de resolver ahora. Un nuevo hacer de la necesidad de alguien una dudosa virtud, por eso lo de la libertad viene tan al caso. Como en el cacareado binomio libertad-seguridad, en el que se pierde libertad para no alcanzar jamás la absoluta seguridad, proclaman ahora un binomio verdad-libertad. Con la información y el periodismo, con la libertad de prensa y la libertad de expresión, pasaría lo mismo; es evidente que pueden dar lugar a problemas, mas en democracia asumimos que nos trae cuenta asumirlos con tal de no cercenar el libre flujo de noticias y opiniones imprescindible en democracia.  He leído estupefacta a líderes de izquierdas, sindicalistas y hasta a periodistas o juristas estos días abogar por controles y restricciones que producen escalofríos. Lo más curioso no es que a los políticos les molesten no ya las inveraces sino las que no les gustan, algo consustancial al poder; lo más increíble es que el público haya decidido que sólo le interesa reafirmarse en los prejuicios o convicciones y que, por tanto, no es de recibo acoger sino informaciones y opiniones uniformes, únicas, reiteradas, acordes, para que puedan disfrutarlas. Incluso me consta que hay quien pide que no me dejen escribir más en este diario, en el que llevo colaborando desde su fundación porque no coinciden con mis puntos de vista. Vengo a decirles que la actitud de los receptores también es muy importante para preservar las libertades. Todo puede ser dicho, si es bien dicho. No hay idea que no se pueda expresar, si se expresa dentro de los límites legales y el respeto a los derechos ajenos; a los derechos no a los deseos o a las molestias o al fanatismo. Esto rige para el periodismo, la universidad, las tribunas, los libros, los púlpitos, las cátedras, los discursos, el humor y los que gritan en los parques o escriben tuits. Esa es la base sustancial de la democracia: que todas las ideas puedan entrar en el flujo de la opinión pública. Me dirán ¿y las ideas repugnantes, las inaceptables? Yo soy tan radical en este punto que les diría: hasta esas porque sin conocerlas, sin estudiarlas, sin acceder a su gestación nunca podría combatirlas y, sobre todo, porque lo inadmisible cambia y la lapidación de cada época es un refugio adecuado para la censura; repasen si no el nombre de los acallados, castigados y reprimidos de Sade a Wilde, de Rushdie a Orwell, ya saben, y relean a Camus, el gran sacerdote de la verdad.   No existe un problema de descontrol en nuestro país, al menos no diferente al que otras democracias sufren en relación con las nuevas tecnologías de propaganda, término que nunca hay que confundir con la información. Para que los medios tengan calidad, el público debe asumir pagar por ella. El mayor precipitante de la pérdida de calidad periodística en España deriva de la pérdida de las fuentes tradicionales de financiación que a veces sustituyen las ideológicas. No nos rasguemos las vestiduras tampoco, tal es el origen de la prensa europea. Mientras la gran prensa norteamericana surge como industria, los orígenes europeos están inequívocamente unidos a una prensa ideológica o de combate político. Por otra parte, el cacareado concepto de fachosfera, procede de una idea francesa “la phachosfère” referida a esos núcleos de las redes, organizados, simulados, anónimos y oscuros, pero jamás ha sido utilizado en el país vecino para medios convencionales de cualquier soporte. En Francia hay revistas de ultra derecha y nadie las mete en ese morral y así debe ser. ¿Por qué no iba a poder expresar sus ideas la derecha más montaraz? Sólo las mismas leyes que rigen para los demás, ya lo he dicho. Un medio digital o analógico que cuente con una estructura empresarial, una sede física para la redacción, periodistas contratados y periodistas profesionales al cargo no entra de ninguna manera en ese concepto. Puede que a tí te resulten odiosos, pero son medios periodísticos. Si algo publican que no se ajuste a la veracidad, se rectifica; si ataca al honor o la intimidad, se demanda; si constituye un delito, se denuncia. Cosa distinta son los espontáneos sin organización empresarial ni profesional que pululan por las redes ¿quieren cortar eso? Eso es cuestión diferente, como las granjas y los ataques y los rusos y las agencias de espionaje.  Las leyes existentes en España son suficientes y sólo se puede contemplar su modernización y agilización. Modernización para incluir las nuevas fórmulas de desinformación en redes sociales -¿hablamos del anonimato o sólo interesan los periodistas conocidos?- y la implementación de fórmulas que permitan obtener una respuesta en un tiempo razonable. Eso requiere de inversión y me temo que lo de la pasta para la Justicia no está en los planes de nadie.  Todo lo demás que he leído: persecuciones de periodistas a periodistas (tribunal de honor, prohibido constitucionalmente), delaciones, control previo de informaciones (censura), establecimiento de la verdad de forma administrativa, multas, etcétera son inadmisibles y las proponga quien las proponga nos van a tener enfrente. Insisto, prefiero que se propalen algunas noticias deformadas -no todo son bulos, algunas cosas son manipulaciones- que pueden llevarse a los tribunales, a que para evitarlas alguien tenga el poder de acallar las verdades que no le gusten. Cuando piensen en prohibir algo, nunca imaginen qué harán sus amigos con esa norma sino qué harán sus enemigos cuando se encuentren con el instrumento creado. Es una vara de medir infalible. El adanismo interesado nos mata porque están inventados los males y también los remedios.  El público, las audiencias, los lectores cargan sobre ellos con una parte de la responsabilidad porque, en el fondo, parte del control depende de sus decisiones. Un periodismo que no responde a las premisas básicas del periodismo debería ser rechazado y no aplaudido. Ese rechazo ciudadano provocaría los efectos que toda la vida tuvo: reprensión o despido del profesional negligente, problemas económicos del medio, su final si persiste. La línea actual de persecución del que no circula por el marco mental determinado, la presión para que se acalle su voz, eso no es democrático sino profundamente represivo.  La cuestión es compleja. No la ha descubierto un presidente del gobierno y mucho menos debido a cuitas personales. Insisto, toda la teoría y los métodos están estudiados y las soluciones también. Por eso yo estaré denodadamente en la lucha por la libertad de prensa, como la mayor parte de mis colegas. El riesgo de la libertad me atrae en su doble vertiente: para socorrerla si es atacada y para asumir que su ejercicio no está exento de peligros que asumo. 
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¿Por qué podemos cerrar RT y no The Objective?
La primera frase de este artículo tiene que ser que estoy completamente en contra de que se cierre ningún medio, incluso sin que considere a ninguno de los mencionados medios de información. Estoy en contra de que se pudiera cerrar The Objective del mismo modo que estuve en contra de que se impidiera el acceso a RT. Pero estoy seguro de que los periodistas del libelo cogerán este titular para acusar al gobierno de iniciar la cacería contra los “medios hostiles” vía interpuesta a través de mis textos y hacerse las víctimas. La pregunta es solo un cebo para pescar a desinformadores y plantear cómo el cierre de medios y la censura informativa está ya presente en nuestro ordenamiento pero solo es un escándalo cuando pone en el objetivo a los que suelen señalar y provocar que sean otros medios los censurados. El Consejo Nacional de Ciberseguridad fue el encargado de proteger a España de las noticias falsas que provenían de los proxies rusos en los medios concretados en RT y Sputnik al que se le hizo el encargo en diciembre de 2017 con el voto a favor de PP, PSOE y Ciudadanos. En marzo de 2018 se nombró nuestra primera embajadora contra las noticias falsas y las amenazas híbridas por parte del gobierno de Mariano Rajoy. En marzo de 2022 la Unión Europea prohibió la emisión de los medios rusos RT y Sputnik por desinformación sobre Ucrania. No es que no se pueda legislar contra la desinformación, porque se hace, la pregunta que cabría hacerse es si se puede hacer sin sesgo y por qué censurar algunos medios que dicen algo que no nos gusta está bien y es inaceptable con otros medios. ¿Por qué es un riesgo para la democracia que Rusia pueda influir en procesos electorales e influir en España para derrocar a un gobierno con noticias falsas y no lo es que ese mismo proceso se haga desde el interior de España a través de ultras de la agitación escondidos bajo libelos, grupos de Telegram, o medios de agitprop maquillados con nombres sobre la objetividad periodística? No es diferente lo que hace RT a The Objective, Periodista Digital u OkDiario, del mismo modo que no es diferente lo que hace Alex Jones en Infowars a Alvise, Javier Negre o Iker Jiménez en España. El objetivo es el mismo, intoxicar para influir en política, una guerra híbrida interior contra la democracia y los procesos electorales reglados. The Objective no es diferente a RT porque circunscribe la verdad al objetivo. Para RT lo que primaba era trasladar una versión que favoreciera en cualquier circunstancia los intereses de Rusia aun mintiendo y desinformando, para The Objective lo que prima es trasladar una versión que perjudique los intereses del gobierno progresista de España aun mintiendo y desinformando. Son dos medios con el mismo objetivo, influir de manera antidemocrática con el uso de la mentira para tumbar a un gobierno. La lógica que emana de las actuaciones contra RT y Sputnik harían factible actuar contra los medios de desinformación que operan desde España. El libelo favorito de la gusanera caprilista de Paula Quintero no es un medio informativo, pero Álvaro Nieto como director tiene derecho a arrastrar su credibilidad entre la profesión haciendo el ridículo cada día que pasa. La denuncia de Manos Limpias que el juez, y padre de una concejal del PP de Ayuso, admitió a trámite, tenía un bulo manifiesto que partió de este panfleto. Un artículo de Fernando Tadeo sostenía que Begoña Gómez era la beneficiaria de una subvención que sin embargo se correspondía a una hostelera de Cantabria del mismo nombre. El medio, lejos de rectificar, intentó eludir su responsabilidad diciendo que nunca había dicho que la beneficiaria fuera la esposa del presidente aunque en su artículo decía de forma literal: “Distintas fuentes sostienen que la mujer de Sánchez habría sido beneficiaria de algún tipo de subvención”. No es una equivocación, es una estrategia deliberada de influir contra un gobierno con el uso de la mentira como medio. No hay que cerrar medios, porque como dijo Luis María Ansón para rechazar el cierre de Egin: “Los periódicos no delinquen, delinquen los periodistas”. Ni tampoco establecer censura previa, no se combaten los peligros de la democracia sufriendo una regresión democrática. Pero hay que sancionar de manera inmisericorde estos comportamientos nocivos para la democracia haciendo que no salgan a cuenta. Alex Jones fue condenado y multado con una sanción de 965 millones de dólares por sus difamaciones, lo que le llevó a la bancarrota. Su sentencia fue disciplinante y es solo un ejemplo de lo que se puede hacer con quienes se enriquecen mintiendo. En España ya se han cerrado medios de comunicación con el beneplácito judicial y con el silencio cómplice, cuando no el apoyo abierto de muchos medios de comunicación y periodistas. Algunos hace muy poco tiempo, como RT, pero otros hace ya bastante como Egunkaria, Egin o Ardi Beltza. Ahora que todo el mundo habla de lawfare pocos se acuerdan de Pepe Rei, el periodista de investigación abertzale que pasó varios meses en prisión acusado de señalar objetivos a ETA, y que fue absuelto de todas las acusaciones que pesaban sobre él pero que no le impidió comerse cárcel en preventiva. Baltasar Garzón, el juez que ahora se adora desde la izquierda, fue el encargado de meter en prisión a Pepe Rei con su doctrina del entorno de ETA que permitía actuar contra cualquiera que se saliera del relato aceptado. El juez cerró los medios donde escribía y le metió en la cárcel y después acabó siendo absuelto de todos los cargos por falta de pruebas. La libertad de prensa es un discurso liberal hipócrita cuando está en boca del poder, pero tiene que ser dogma para periodistas y ciudadanos. La realidad es que nadie la defiende en serio asumiendo los costes que eso implica. En los medios militantes de izquierda es un debate necesario, y un test que no pasan, porque mientras denuncian esas actitudes en el adversario laminan a aquellos periodistas que no se circunscriben de manera militante a la doctrina oficial marcada por la cabeza jerárquica. No hay nadie que defienda su necesidad y que no caiga en comportamientos censores o represores de dicha libertad. Nadie, ni usted que me lee, que querría quitar del debate a cualquier periodista que diga algo que no le gusta sobre su partido incluso sin mentir. La necesidad de actuar contra los bulos y la desinformación es imperiosa, pero hasta que no seamos honestos y rigurosos con las propuestas no es más que un vano intento por callar al que no nos interesa que hable. 
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¿Reparar los crímenes del colonialismo? Portugal abre la puerta, pero el Gobierno conservador se opone
Una cena con corresponsales extranjeros acreditados originó la polémica política que alimentó la semana en la que Lisboa celebraba el 50º aniversario la Revolución de los Claveles, un levantamiento militar que precisamente tenía como uno de sus principales objetivos la descolonización de los territorios africanos ocupados por Portugal. El presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, admitió en aquel encuentro que Portugal debe “pagar los costes” por los daños del periodo colonial, entre otras cosas, porque “reconocer el pasado y responsabilizarse de él era más importante que pedir perdón”. Se trata de un debate adormecido en la sociedad portuguesa desde que el Ejecutivo socialista comenzó a preparar, en diciembre de 2022, el inventario de los bienes culturales originarios de las antiguas colonias para su eventual devolución, pero la lista no se ha finalizado. Las declaraciones del jefe de Estado, que no precisó cómo se llevaría a cabo esta reparación histórica, han provocado una discusión nacional y la oposición del Gobierno del mismo signo político, que no ha visto con buenos ojos sus palabras y ha asegurado que no iniciará “ningún proceso” en este sentido. En su encuentro con la prensa internacional el pasado 21 de abril, el presidente luso quiso abrir la puerta al reconocimiento de que la colonización portuguesa causó daños en los países que la sufrieron, contrariamente a una visión benévola de la historia. La imagen del “buen colonizador” se impuso durante el régimen dictatorial que gobernó el país entre 1933 y 1974 y en las escuelas se enseñaba que el colonialismo portugués era “suave”, a diferencia de la realidad de otros colonizadores. Pero el país tiene un pasado colonial asociado a la esclavitud. Durante varios siglos, los portugueses sometieron a los pueblos africanos bajo su dominio y lideraron el comercio de esclavos en el Atlántico, con millones de personas secuestradas, transportadas a la fuerza y luego vendidas, principalmente en Brasil. El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, en una imagen de archivo. Tras estallar la polémica, el presidente de la República explicó, el pasado sábado, lo que entiende por “reparación histórica”. Para Rebelo de Sousa, Portugal debe asumir “la responsabilidad de lo que hubo de malo y de bueno en el imperio”, sacando consecuencias de las “masacres” y tratando de entender “la cuestión de los bienes patrimoniales”, para devolver las obras a las antiguas colonias. El presidente de la República afirma que este proceso no tiene por qué pasar necesariamente por “pagar una indemnización”, poniendo como ejemplo otras formas de reparación como el “perdón de la deuda” o un “estatuto de movilidad” más favorable. La postura del presidente portugués fue bien recibida en los territorios que estuvieron bajo ocupación portuguesa, especialmente en Brasil. Para la ministra brasileña de Igualdad Racial, Anielle Franco, se trata de “una evolución en el debate” que “debe ir seguida de acciones concretas”. En la misma línea, el Gobierno de la nación isleña africana Santo Tomé y Príncipe ha anunciado que va a elaborar un plan para negociar reparaciones con Portugal, añadiendo que el proceso llevará tiempo. Este tipo de medidas han sido apoyadas por el alto comisionado de derechos humanos de la ONU, que se ha sumado a los países que reclaman reparaciones por la esclavitud y la colonización. “En materia de reparaciones, debemos entrar por fin en una nueva era. Los gobiernos deben dar un paso adelante para mostrar un verdadero liderazgo con compromisos genuinos para pasar rápidamente de las palabras a los hechos que aborden adecuadamente los errores del pasado”, dijo Türk el mes pasado en el Foro Permanente sobre los Afrodescendientes. El Gobierno rechaza las reparaciones Pero en casa no tardaron en surgir las críticas de quienes consideran que Rebelo de Sousa habló del asunto a la ligera, sin que haya intención alguna por parte del Gobierno de compensar a las antiguas colonias. En declaraciones a la agencia Reuters, Paula Cardoso, fundadora de la plataforma Afrolink para profesionales negros en el país, ha asegurado que las declaraciones del jefe de Estado son “simbólicas” pero importantes, ya que ponen el tema sobre la mesa. “(Pero) me hubiera gustado oír algo más concreto del presidente. Para tener algún impacto, estas reflexiones tienen que ir acompañadas de medidas y compromisos”, dice Cardoso, quien cree que las reparaciones y las políticas públicas para combatir las desigualdades causadas por el pasado de Portugal son esenciales. El programa del primer ministro Luís Montenegro no incluye ninguna ninguna propuesta en este sentido. De hecho, en una declaración enviada a los periodistas el sábado, el Gobierno conservador afirmó que sigue “la misma línea que los gobiernos anteriores” en lo que se refiere a las reparaciones por el pasado colonial y que no se plantea “ningún proceso o programa de acciones” en este ámbito. Este fue el primer momento claro de tensión entre el nuevo Gobierno y el presidente de la República, que comparten color político. El primer ministro portugués, Luis Montenegro. El partido más pequeño de la coalición de Gobierno, el democristiano CDS, aprovechó su intervención en la sesión conmemorativa de la revolución del 25 de abril para criticar al presidente al que apoyó. Su líder parlamentario, Paulo Núncio, dijo no aceptar “polémicas históricas ni deberes de reparación”, ya que “la historia es la historia y nuestro deber es con el futuro”. El líder del partido de extrema derecha Chega, André Ventura, también criticó a Rebelo de Sousa, hablando de una “traición al pueblo portugués”. Chega obligará al Parlamento a votar si condena o no las palabras del presidente y garantiza que, “si hay alguna indemnización que sirva de reparación histórica”, presentará una moción de censura contra el Gobierno. Las críticas también llegaron desde otros frentes: los socialistas afirmaron que tratar este tipo de asuntos en declaraciones informales es “faltar al respeto a la historia”. Los comunistas, por su parte, prefirieron decir que “hay acontecimientos en la historia que no pueden olvidarse”, pero que el camino a seguir “pasa por la cooperación con los países africanos de lengua portuguesa”. El presidente de la República se ha visto envuelto en diferentes polémicas. En la misma cena con corresponsales internacionales, Rebelo de Sousa dijo que el primer ministro Montenegro tenía un “comportamiento rural” y que el anterior (António Costa) era “lento” porque era “oriental”, creando una ola general de repudio por estas declaraciones que obligaron al presidente de la República a justificarse. Rebelo de Sousa dijo también que había dejado de hablar con su hijo tras las supuestas sospechas de que había favorecido el tratamiento médico, valorado en cuatro millones de euros, de dos gemelas luso-brasileñas en un hospital público de Portugal. Hay sospechas de trato de favor, motivado por presiones del hijo del presidente, amigo de la familia de las gemelas.
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Francia busca salvar a Atos con la compra de sus "actividades soberanas"
“¿Hay algún mosquetero francés dispuesto a salvar a Atos?”, se preguntaba hace unos días la televisión pública France Info. De momento es el Estado el que más se está implicando en el rescate del grupo. El domingo, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, anunció que había enviado una carta de intención a Atos con vistas a negociar la adquisición de todas sus actividades “soberanas”, con el objetivo de evitar que intereses estratégicos de Francia puedan “caer en manos de actores extranjeros”, según declaró el propio ministro en una entrevista en televisión. El anuncio de Le Maire se produjo un día antes de que se hiciera público un nuevo deterioro en la situación financiera de Atos. El nuevo plan de negocio presentado el lunes 29 de abril revisaba al alza necesidades de financiación tras un mal comienzo de año: Atos asegura que necesita una inyección de liquidez de 1.100 millones de euros para financiar sus actividades en 2024-2025 (frente a una estimación anterior de 600 millones de euros). De manera global, debe dar una respuesta a su deuda de 5.000 millones de euros antes de agosto. Durante mucho tiempo el Ejecutivo francés había optado por mantenerse al margen pese a las dificultades que ha venido acumulando en los últimos años el que fuera buque insignia de la French Tech. Y todo ello pese a los repetidos llamamientos de varios partidos de la oposición, que en los últimos meses han solicitado en varias ocasiones la nacionalización directa de actividades juzgadas como estratégicas para intereses nacionales. Ahora la intención de compra que se ha presentado va un paso más allá de la acción preferencial (golden share) que el ministerio ya había anunciado el pasado 9 de abril, que aseguraba al Estado un derecho de decisión sobre Bull SA, la filial de Atos que gestiona, entre otros, los supercomputadores que se utilizan en las simulaciones de armas nucleares (Francia dejó de hacer ensayos nucleares en el Pacífico en 1996). No obstante, como señala Libération, este mecanismo de golden share estatal ya había mostrado límites en el pasado, en concreto en el caso de Arabelle, la turbina para los reactores nucleares EPR. Vendida en 2015 a la estadounidense General Electric con el resto de la rama energética de Alstom, Francia negocia desde hace años para recuperar su control después de una serie de diferencias con el grupo americano. “Ojalá el entonces ministro de Economía, un tal Emmanuel Macron, hubiese tenido más vista cuando dio luz verde a esta adquisición”, apunta Libé. Nuclear, defensa y ciberseguridad En el caso de Atos el Gobierno quiere asegurarse un mayor control. “Es una responsabilidad del Estado defender los intereses estratégicos de Atos y evitar que tecnologías sensibles y decisivas en materia de superordenadores o defensa pasen a depender de intereses extranjeros”, insistió Le Maire en su intervención del domingo. En la práctica, la intención es adquirir tres actividades concretas a través del control accionarial en filiales específicas de Atos: de entrada los citados ordenadores de alto rendimiento (supercomputadores), utilizados en la simulación nuclear; también los llamados sistemas de misión crítica (mission critical systems), que proporcionan mapas e información en tiempo real a las fuerzas armadas y que gestionan las comunicaciones de los cazas Rafale; por último, varias actividades de ciberseguridad que se utilizan para encriptado o control de acceso a bases de datos. De acuerdo con Atos estas tres actividades representan entre 700 y 1.000 millones de euros de su cifra de negocios, es decir, algo menos del 10% de los ingresos totales y emplean a unas 4.000 personas, la gran mayoría en Francia. De acuerdo con las informaciones filtradas por el ministerio estos días, el Estado baraja una oferta de 700 millones. Aunque la carta de intención no tiene valor contractual, su mero anuncio provocó una fuerte subida en bolsa de las acciones de Atos el lunes. Ahora el Gobierno debe iniciar conversaciones con la dirección de la empresa en las próximas semanas y está previsto que se presente una oferta de adquisición a principios de junio de 2024. Thales y Dassault En todo caso el ministerio no quiere embarcarse en el proyecto en solitario y el ministro ha anunciado que espera convencer a otros grupos industriales franceses para que se sumen a él. Le Maire ha insistido en que la intención no es nacionalizar las actividades, sino desvincularlas de Atos y gestionarlas en una nueva sociedad, una colaboración público-privada. “No corresponde al Estado dirigir en solitario estas actividades y lo lógico sería que fueran gestionadas por industriales en el marco de una asociación accionarial”, subrayó. Aunque evitó citar nombres, uno de los principales candidatos es Thales, que ya trabaja con Atos en varios proyectos militares y civiles y que es propiedad del Estado francés en un 26%. La estructura del capital de esa colaboración final podría asemejarse a las de Naval Group (fabricante de submarinos nucleares, que pertenece en un 62,25% al Estado y en un 35% a Thales). Otra posibilidad, según varios medios, podría ser la entrada en las negociaciones del grupo Dassault. En cualquier caso, una vez aseguradas estas actividades, parece que el Gobierno no tiene intención de implicarse en el capital del resto del grupo. El Comité interministerial de reestructuración industrial supervisa el procedimiento de conciliación financiera iniciado el 26 de marzo, con el que Atos debe convencer a sus acreedores de la viabilidad de su plan para reembolsar 5.000 millones de euros de deuda.
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Gernika, 1937: el bombardeo terrorista como arma de guerra
“El crimen fue en Granada”, escribió don Antonio Machado en memoria de Federico García Lorca. La victoria en la Guerra Civil española del triple fascismo aliado –nazis 'hitlerianos', fascistas 'mussolinianos' y franquistas– está sembrada de crímenes de guerra: el crimen también fue en Badajoz, en el Bajo Aragón, en Málaga –'la desbandá', con entre 3.000 y 5.000 civiles asesinados, en Madrid –bombardeada sin piedad durante tres años de asedio, con noches donde cayeron “más de ochocientos obuses en diez minutos”, escribió Arturo Barea–, en Alicante, Cartagena, Granollers, Barcelona y, entre otros, en Bilbao y otras localidades vizcaínas. El 26 de abril se cumplió el 87º aniversario del símbolo de todos esos crímenes: la destrucción de Gernika. Su importancia no es sólo por ser cuna emblemática de las instituciones históricas vascas sino por ser la primera vez en la historia que se utilizaba el destructivo bombardeo en alfombra o de saturación. El primer bombardeo de una población civil en la guerra española tuvo lugar el 22 de julio de 1936. Dos Breguet XIX con los distintivos de la República –que procedían de la base aérea de Recajo, La Rioja, en poder de los sublevados–, bombardearon Otxandio, causando 61 muertos y numerosos heridos. Posteriormente, otras poblaciones vascas sufrieron bombardeos aéreos –Irún, Eibar, Aramaiona, Lamiako, Galdakao, Sondika, Bilbao...–, antes de los masivos contra Elorrio y Durango –que del 31 de marzo al 4 de abril de 1937 sufrió cuatro bombardeos de la Aviazione Legionaria en los que se arrojaron un total de 14.840 kilos de explosivos que causaron de 172 a 336 víctimas mortales, destruyeron 71 edificios y dañaron otros 234– y, a continuación, Gernika. Por la otra parte, la aviación republicana efectuó cerca de 50 bombardeos de poblaciones civiles a lo largo de 1938. El más mortífero fue el perpetrado el 7 de noviembre contra Cabra, Córdoba. Tres Tupolev Katiuska SB-2 arrojaron una veintena de bombas que causaron más de 100 víctimas y 200 heridos. El de Cabra es uno de los bombardeos olvidados –quizá porque no había periodistas para contarlo– sobre poblaciones indefensas en la Guerra Civil. El mismo caso de Villarreal de Álava (Legutio o Legutiano), que sufrió once bombardeos aéreos el 30 de noviembre y el 24 de diciembre de 1936, durante la única ofensiva que realizó el ejército vasco. El lunes 26 de abril de 1937 era día de mercado en Gernika y aunque se suspendió ante las noticias de probables bombardeos, numerosos baserritarras de los caseríos de los alrededores ya habían bajado a vender sus productos como hacían cada lunes y, a pesar de que se habían sellado los accesos a la ciudad, también habían llegado de los alrededores cierta cantidad de aficionados para presenciar el partido de pelota vasca convocado en el frontón aquella tarde y que también sería suspendido. De 16.30 a 19.45 horas, las alarmas de ataque aéreo no dejaron de sonar. Desde las bases de la Legión Cóndor en Vitoria y Burgos y de la Aviazione Legionaria, en Soria y Vitoria, llegaba en oleadas una potente escuadra compuesta por más de 40 bombarderos alemanes, una docena de cazas italianos y, según se descubrió a principios de siglo, un número indeterminado de aparatos de la aviación golpista con las misiones de protección de los bombarderos y ametrallamiento de las carreteras en torno a la población, no se sabe si también de bombardeo, lo que echó por tierra la última de las mentiras oficiales sobre la destrucción de la ciudad. La flota aérea iba armada con una cantidad de bombas que oscila entre las 50 toneladas que manejan los historiadores extranjeros, pasando por las 31 que calculan los historiadores franquistas sobre informes oficiales nazis de 1937 y las 28,22 que aceptan las autoridades vascas actuales. La cifra sobre la que hay mayor consenso es la de las bombas incendiarias que se arrojaron: 5.472 artefactos de un kilo –cilindros de aluminio y magnesio con 65 gramos de termita, mezcla de limaduras de aluminio y de óxido de otro metal (el de hierro se emplea para soldar raíles y piezas de acero) que, inflamada por una espoleta, reduce el óxido y eleva la temperatura del metal hasta los 2.760 grados centígrados–. Fue un consenso que, a la postre, resulta fundamental, pues minimiza la discusión sobre el número de aviones y el tonelaje de las bombas rompedoras y explosivas al contradecir y desmentir los alegatos franquistas de que no se buscaba la destrucción de Gernika. Durante tres horas y en sucesivas oleadas la acción conjunta de los diversos tipos de bombas arruinaron el 99% de los edificios de Gernika. Un 71% resultaron totalmente destruidos; un 7%, con graves daños; un 21%, con daños diversos e indemnes, un 1%. Entre estos, se salvaron de la quema el barrio residencial de la burguesía, una iglesia así como los supuestos objetivos militares: el pequeño puente de piedra sobre la ría de Gernika-Mundaka del río Oka y las industrias de guerra: Unceta y Astra, de armas cortas; Talleres de Guernica, que fabricaba bombas de aviación; Beistegui Hermanos, de piezas de ametralladora, y Joyería y Platería de Guernica, una fábrica de cubiertos reconvertida en industria de casquillos, además de Los Pirineo, fábrica de caramelos transformada en manufacturera de raciones de campaña. Tampoco sufrieron daños la Casa de Juntas y el Árbol de Gernika, un roble sembrado en el siglo XIV (y sustituido tres veces, en 1742, 1860 y 2005), ante el que los señores de Bizkaia juraban fidelidad a los fueros y, después, los reyes de Castilla, desde Alfonso XI en 1334, como herederos del Señorío vizcaíno. La inútil polémica del número de víctimas El brutal bombardeo, bautizado “Operación Rügen” (reprensión, reprimenda, castigo) por los nazis, causó un número de víctimas aún no determinado con exactitud. Tampoco el de residentes: el censo de 5.500 habitantes estaba disminuido por los movilizados y los refugiados en caseríos y otras ciudades e incrementado por combatientes acuartelados o en retirada, más tres batallones de gudaris acuartelados, unos 2.000 combatientes, un hospital de sangre y una residencia para convalecientes, además de los forasteros y caseros que habían acudido ese día, así como los de pueblos vecinos del frente oriental que, empujados por el avance de las tropas franquistas, se habían refugiado en Gernika. Las hipótesis más fiables, por alejadas de intenciones propagandísticas, estiman un tope de 6.500 personas las que podían estar en Gernika la tarde del 26 de abril de 1937. El número más o menos exacto de víctimas nunca se podrá conocer pues hay datos imposibles de establecer como los citados de los caseros y compradores que habían acudido al mercado, los cadáveres carbonizados o desintegrados y de los refugiados que huían del frente y se encontraban en Gernika, así como el consiguiente éxodo, que incluyó traslados de cadáveres. A ello se deben las oscilaciones que, desde el primer momento y a lo largo de los tres cuartos de siglo siguientes, ha sufrido la cifra de víctimas por partida doble, pues también ha sido víctima de las propagandas de ambos bandos, que la han magnificado hasta 10.000 y la han minimizado hasta 12. Sólo el general franquista Jesús Salas Larrazábal emprendió la tarea, por otra parte ciclópea, de levantar acta con nombre y apellidos de cada una de las víctimas, cifrándolas en 126. En un primer momento, el Gobierno Vasco del lehendakari José Antonio Aguirre proporcionó la cifra de 1.654 muertos y 889 heridos –una relación que extrañó, pues el número de heridos en un bombardeo suele duplicar e incluso triplicar el de fallecidos–, que una semana después rectificó por boca de Jesús María de Leizaola, vicepresidente y consejero de Justicia y Cultura, reduciéndola a 592 personas, que ya incluía heridos fallecidos en los hospitales de Bilbao. De dónde sacaran cifras tan precisas es un misterio para los historiadores vascos actuales, que creen imposible que tal exactitud pudiera responder a la realidad o a una información verdadera. El supuesto rigor de los números sería, pues, achacable a una maniobra propagandística para dar mayor credibilidad al dato: 1.654, 889 y 592 sugieren un recuento minucioso de las víctimas, impresión que no transmitirían de ser números redondos, 1.650, 900 y 600. Pero imposible de contabilizar en aquellos momentos, con muchos cadáveres carbonizados, descuartizados, bajo las ruinas aún en llamas, y en los posteriores. Las crónicas de los periodistas extranjeros con base en Bilbao que fueron los primeros en acudir a la ciudad mártir desvelaron al mundo el crimen, pero tampoco son precisas: George L. Steer, corresponsal del The Times de Londres, daba cuenta de cerca de un centenar de víctimas sólo en dos localizaciones, el hospital de las Josefinas y el refugio en construcción cercano a la Casa de Juntas. Christopher Holme, corresponsal de la agencia Reuters, dijo en su crónica del 28 de abril de 1937, que fue primera página del Times y del New York Times: “El ataque aéreo más atroz de todos los tiempos (...) [causó] cientos de muertos”. Y el corresponsal del también londinense Daily Express, Noel Monks, transmitió haber contado personalmente 600 cadáveres y en las siguientes crónicas de las nuevas visitas a Gernika, empujado por sus superiores una y otra vez a confirmar las estremecedoras noticias que enviaba, ante las contradictorias noticias puestas en circulación por ambos bandos en liza: “Volví al pueblo ennegrecido al amanecer [del día 28 de abril]. Las llamas se habían apagado pero las ruinas ardían lentamente. Vi más de ochocientos cadáveres. Otros trescientos cadáveres no eran reconocibles como tales porque no eran cuerpos, eran solo manos, piernas, brazos, cabezas y pedazos de carne humana. Muchos cuerpos tenían heridas de bala, balas de las ametralladoras de los aviones”. La agencia Associated Press calculó en 800 la cifra de muertos. Cástor de Uriarte, que era el arquitecto municipal de Gernika, en su libro Bombas y mentiras sobre Guernica (Bilbao, 1976) ha llegado a la conclusión de que “pueden calcularse los muertos en 250 y los heridos en muchos más”, como Raúl Arias Ramos, que también estima el número de víctimas mortales en 250 en su ensayo La Legión Cóndor en la Guerra Civil (2003). Otros estudios anteriores, citados por historiadores como Antony Beevor y Stanley Payne, barajaban cifras entre 250 y 300 fallecidos. Josep Maria Solé y Joan Villarroya, en 300 en España en llamas. La Guerra Civil desde el aire (2003). Y recientemente, el historiador Xabier Irujo Ametzaga, sobrino-nieto de Manuel de Irujo –del PNV, ministro sin cartera del gobierno de Juan Negrín, al que le telegrafió: “Gernika fue”, tras el bombardeo–, vuelve a las cifras de Aguirre en Gernika: 26 de abril de 1937 (2017), manteniendo que la cifra de muertos fue alrededor de los 2.000, sin que las fuentes sean determinantes. Personalmente, prefiero seguir los estudios del Gernikazarra Historia Taldea, el Grupo de Historiadores de Gernika, tiene documentadas, con nombres y apellidos de dos centenares de víctimas, en base desde los archivos locales, parroquiales, hospitalarios, cementerios, a los nacionales, registro civil, militares, franquistas, en ocasiones teniendo que ser reconstruidos por haber sido destruidos o manipulados, y a los internacionales, como los de la Aviazione Legionaria, habiendo desaparecido para siempre muchos de la Legión Cóndor, destruidos en la Segunda Guerra Mundial por un bombardeo. Aunque ellos mismos advierten que nunca podrá conocerse el número de víctimas con exactitud; entre los otros extremos citados que lo impiden, el hecho de que el suelo de la Gernika reconstruida, el actual, está en una cota de 1,50 a 1,80 metros sobre la anterior al bombardeo: no se retiraron las ruinas sino que se compactaron para que sirvieran de cimientos a las nuevas edificaciones; los cadáveres que no estuvieran a la vista reposan para siempre en el subsuelo guerniqués. Las mentiras, el negacionismo, el remordimiento En todo caso, fueran 200 o 2.000, consciente de que el crimen era incompatible con las ínfulas de cruzada y guerra santa de su propaganda, Franco trató de engañar al cardenal Eugenio Pacelli, secretario de Estado vaticano, próximo papa Pío XII (1939), y a la escandalizada opinión pública mundial, diciendo primero que no habían existido tales bombardeos y mucho menos por la aviación alemana o cualquier otra extranjera, puesto que no existían en la España nacional, dijo la emisión de la recién fundada Radio Nacional de España sino que había sido obra de “incendiarios rojos”, como, cuando cayó Bilbao, dijo que el Gobierno Vasco había minado Bilbao entera“con trilita”, pues había decidido destruirla por completo antes de que cayera en manos nacionales, pero que sus tropas habían podido evitarlo cortando antes la electricidad. El vesánico general Queipo de Llano añadió desde radio Sevilla, sin empacho y con cinismo: “Para nosotros es Gernika tan sagrada como para los mismos vascos y nunca hubiéramos cometido tal felonía de bombardearla. Esa labor ha sido de los dinamiteros asturianos, que han empleado los marxistas, para después achacarnos tal crimen”. La mentira de la propaganda franquista había dado resultados en los bombardeos anteriores de Irún, Eibar y Durango. Pero las fotografías de la desolación de Gernika, por mucho que los textos de acompañamiento se esforzaran en lo contrario, revelaban que tal grado de destrucción era imposible que hubiera sido perpetrada por simples dinamiteros en una acción improvisada. Para causar tal hecatombe, habrían sido necesarias semanas de trabajos para minar tantos edificios como habían sido destruidos y que ello se hubiera hecho a la vista de una población sumisa, que no sólo lo consintiera sin salvar siquiera sus enseres y sin huir de la destrucción planificada, sino que, al tener que explicar el número de víctimas, en todo caso elevado fuera el que fuese, hubo que inventar barbaridades como que se había metido a la gente en los refugios mientras que los milicianos empapaban la ciudad con bidones de gasolina. Se imponía una tercera versión: el gobierno de Salamanca emitió un nuevo comunicado el 2 de mayo, transmitido por la agencia Reuters, publicado por la prensa internacional pero censurado en la prensa franquista, en el que no se descartaba “que algunas bombas hayan alcanzado Gernika en los días en que nuestros aviones operaban contra objetivos militares importantes”. De no constituir “en ningún momento objetivo militar para la Aviación nacional”, Gernika había pasado a ser uno de los “objetivos militares importantes” en sólo una semana. Como un mal sueño, la devastación de Gernika persiguió a la dictadura durante toda su existencia, sin reconocer nunca la felonía perpetrada en comandita con nazis y fascistas, aunque en 1973 permitió la publicación del libro Arde Guernica del periodista Vicente Talón, del diario de los sindicatos verticales Pueblo, donde por primera vez se reconocía la autoría del crimen, reduciendo a “anécdota incierta” el mito de los dinamiteros y sin implicar a la aviación golpista, cuyo papel no se conoció hasta principios de este siglo, seguramente por la destrucción de casi la totalidad de los documentos que atestiguaban su intervención. Ricardo de la Cierva, uno de los historiadores más inequívocamente franquista –“historiador cortesano por excelencia”, lo define Ángel Viñas–, mantenía a principios de 1970 que sólo había habido doce víctimas mortales (Arriba, 30 de enero de 1970), si bien fue revisando sus afirmaciones –al igual que otros notables historiadores del régimen, como los hermanos Jesús y Ramón Salas Larrazábal– y años después, muerto Franco, las elevó al centenar. Entre 1967 y 1973, Ricardo de la Cierva publicó hasta nueve versiones, entre ellas que “la destrucción de la ciudad debe atribuirse a la acción simultánea del bombardeo y de los comandos de incendio del Ejército republicano en retirada”. Y aún colea: el general Rafael Dávila Álvarez, nieto del golpista general Fidel Dávila, jefe del ejército rebelde del norte, da por buenas las mentiras de su abuelo en La Guerra Civil en el frente Norte, nada menos que en 2021. Tras el final de la II Guerra Mundial, los gobiernos en el exilio vasco y republicano trataron de que se juzgaran en Nüremberg los bombardeos en alfombra como crímenes de guerra del Eje, pero los aliados ignoraron la petición, acaso por haberlos practicado ellos mismos, notoriamente en Dresde, con las mismas intenciones terroristas que sus enemigos nazis y fascistas.
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Jules Boykoff, escritor: "Los Juegos Olímpicos cogen todas las desigualdades de una sociedad y las empeoran"
Jules Boykoff (Madison, EEUU, 1970) es una rara avis. Profesor universitario, poeta, activista, escritor y exjugador de fútbol de élite en su juventud (llegó a representar a su país en la selección sub-23), es hoy una de las voces más autorizadas para hablar de la cara oscura del deporte, de las prácticas habituales del Comité Olímpico Internacional (COI) y, por extensión, la FIFA, en la gestión de sus grandes eventos, los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol. Y, lamenta, no tiene muchas cosas buenas que decir. Autor de cinco libros sobre los Juegos Olímpicos y colaborador habitual de prensa, su última publicación, ¿Para qué sirven los Juegos?, repasa la evolución que ha tenido el considerado mayor evento deportivo del planeta, sumergido en sus últimas ediciones en una espiral de represión ciudadana, militarización del espacio público y corrupción de la que el residente de la ciudad anfitriona apenas saca nada más que gentrificación y una pérdida de derechos civiles. Boykoff explica que los Juegos exacerban las desigualdades y califica de “hipócrita” al COI, instalado en una permanente campaña de relaciones públicas en la que suele hacer lo contrario de lo que proclama. “No hay pruebas de que acoger los Juegos Olímpicos ayude a los países autoritarios a ser más democráticos”, sostiene este profesor en alusión al argumento clásico tanto del COI como de la FIFA cuando hacen negocios con naciones como China o Arabia Saudí. Más bien sucede lo contrario. “Creo de hecho que la tendencia más importante es que cuando los países democráticos acogen los Juegos Olímpicos tienden a ser más autoritarios”, sostiene. Casi 15 años de experiencia cubriendo los Juegos y los efectos que tienen en las ciudades y sus poblaciones sostienen sus declaraciones, desde que observó esta tendencia en los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver (Canadá) de 2010. Y la tendencia se está reproduciendo en Europa con la celebración este verano de los Juegos en París, donde ya se están implementando medidas extraordinarias de seguridad bajo la teórica promesa (sobre la que Boykoff tiene muchas dudas) de la temporalidad. Esa situación que vivió en Vancouver ha escalado para París, según describe. ¿Es la tónica general, unos Juegos cada vez más represores? Lo que tengo claro es que el COI no ha mejorado los Juegos para el día a día de los habitantes de una ciudad o incluso para los atletas al menos desde Vancouver 2010, y en ciertos aspectos la ha empeorado. En mis investigaciones he averiguado que hay ciertas externalidades que son endémicas, que están arraigadas en el proyecto olímpico y que llegan a diferentes niveles según la ciudad anfitriona. Suelo decir que hay cinco problemas que generan sobrecostes en los Juegos. Porque siempre dicen que [organizarlos] va a costar x y acaban costando bastante más. Hay gentrificación, desplazamiento de poblaciones marginales, militarización del espacio público para proteger el espectáculo deportivo, greenwashing [el término define una especie de lavado verde de la imagen de una compañía o campaña en relación a sus políticas medioambientales] y corrupción. Simple y llana corrupción que se une a la falta de democracia dentro del espacio olímpico. Una cosa sí ha mejorado con los años: la maquinaria de relaciones públicas del COI. Sacan todo tipo de comunicados explicando lo bien que lo hacen todo, pero como alguien que ha vivido en varias ciudades olímpicas puedo decir que es muy difícil sostener que haya mejoras materiales para los residentes de una ciudad olímpica. ¿Dejan algo los Juegos o un Mundial para las ciudades una vez se acaba el evento en sí? Depende de los Juegos. En el discurso olímpico lo llaman legado y sí creo que a veces hay legados positivos. Por ejemplo, en Atenas de 2004, que la mayoría de la gente ve como un fracaso en el sentido de que gastaron mucho más de lo que se suponía, consiguieron un sistema de metro mejorado que habría sido difícil sin los Juegos. Soy un científico social, no tengo conclusiones preestablecidas. Miro las pruebas que tengo delante y sí, incluso en Barcelona, donde viví durante un tiempo, hubo algunos elementos positivos. Las fuerzas de seguridad del país usan los Juegos como excusa para sacar todo tipo de leyes, comprar armas especiales y aumentar su financiación, cosas que no lograrían en tiempos políticos 'normales' y que después se acaban quedando En muchas zonas se mejoró en algunos aspectos, aunque también se gentrificaron, no soy ajeno a la realidad. Pero los Juegos a veces traen cosas que se quedan después. En Vancouver construyeron una nueva línea de tren que conecta la ciudad con el aeropuerto y eso es genial. Pero la tendencia es que los Juegos Olímpicos tienden a no cumplir con sus promesas de legado. Ha escrito un ensayo mostrando su preocupación porque las medidas de seguridad para París 2024, que se venden como temporales, acaben implantadas. ¿Cree que es una situación probable? Siempre se imponen medidas en determinados momentos que luego se acaban quedando. Es una cuestión habitual con los Juegos y la militarización. Los responsables de París 2024 nos han dicho una y otra vez que estos van a ser unos Juegos diferentes. Pero lo que está pasando allí no es tan diferente de todo lo que acabo de contar. La videovigilancia con IA que está poniendo en marcha la policía es el perfecto ejemplo de lo que hemos visto una vez tras otra con los Juegos: las fuerzas de seguridad del país los usan como excusa para sacar todo tipo de leyes, comprar armas especiales y aumentar su financiación, cosas que no lograrían en tiempos políticos normales y que después se acaban quedando. Los Juegos se han convertido en una oportunidad para lanzar nuevas tecnologías bajo este espíritu olímpico y muy a menudo es para quedarse. En Francia están diciendo que es solo hasta 2025, pero ¿es muy difícil imaginarse al Gobierno diciendo que si no ha habido ataques es gracias a la tecnología que se ha puesto en marcha y que hay que dejarla? No parece, aunque vayan contra libertades civiles. ¿Cree que Francia está limitando derechos civiles por los Juegos? Absolutamente. Por ejemplo, la libertad de expresión a la hora de hablar de estos temas. La vigilancia por IA tiene un historial terrible en lo que respecta a su aplicación con las personas racializadas. Si nos fijamos en toda la investigación que se ha hecho, la IA es similar a los sistemas de reconocimiento facial en cuanto a su incapacidad para trabajar con las personas que no son blancas. Pensemos en las leyes especiales que se están poniendo en marcha en París, pensemos en todos los inmigrantes que están siendo recogidos en autobuses y sacados de la ciudad contra su voluntad. En Europa no se está hablando apenas de esto. Sería muy positivo tener conversaciones críticas sobre los aspectos positivos y negativos de los Juegos y que cada candidatura olímpica hiciera un referéndum público para que la gente que vive en la ciudad tenga la oportunidad de opinar. Y si la gente vota a favor, ¿qué vamos a decir? En los últimos años se han hecho referendos en muchas ciudades y los residentes han dicho no a los Juegos. ¿Está aumentando este rechazo o simplemente es la primera vez que lo vemos porque se está preguntando por primera vez? Entre 2013 y 2018 en una docena de ciudades de todo el mundo dijeron 'no, gracias' a los Juegos Olímpicos. A veces ocurrió cuando hubo un referéndum, como en Alemania o Suiza, otras solo con la mera amenaza de tener una votación pública. O, como ocurrió en Roma, Virginia Raggi fue elegida alcaldesa en una plataforma explícitamente antiolímpica. Se podría pensar que esto llevaría al Comité Olímpico Internacional a examinar en profundidad algunos de estos problemas, porque por eso la gente dice no a los Juegos Olímpicos. Pero en lugar de eso lo que han hecho es decir que ellos no son responsables de nada, que es cosa del comité organizador local y sus decisiones. En realidad lo que han hecho es duplicar los mismos problemas y volverse mucho más autoritarios en la forma de proceder. En lugar de adaptarse a estos problemas, de mantener un debate más amplio, han creado dos pequeños grupos de personas que eligen las sedes olímpicas en cuanto pueden. Un ejemplo de cómo funciona esto: el tipo al que se le ocurrió este plan es John Coates, de Australia. Él dijo: 'Si podemos conseguir que los líderes de una ciudad digan sí a los Juegos, se los adjudicamos aunque sea con 11 años de antelación. ¿Votación pública? No necesitamos eso'. Pues el primer país que se benefició de este nuevo sistema fue Australia, su país natal. Estamos hablando básicamente del COI, pero ¿todo esto es trasladable a la FIFA también? Absolutamente. Me suena el teléfono todos los días para contarme que en Toronto, que va a acoger el Mundial de fútbol de 2026, ya están diciendo que los 30 millones que se presupuestaron van por 380 millones. Y subiendo. Ya está en marcha toda la dinámica que hemos hablado sobre la militarización del espacio público, la gentrificación, greenwashing, etc. La FIFA es famosa por el greenwashing. Por ejemplo, en el Mundial en Qatar en 2022. Dijeron que era el más verde de la historia. Es como un chiste si nos fijamos en el impacto real. También es habitual que cuando se le da un evento a un país no democrático (Arabia Saudí o Qatar en fútbol, China en los Juegos Olímpicos) se argumente que estos eventos traerán democracia a estos países, escrutinio público, etc. Pero luego rara vez hay avances. Cuando en 2001 Pekín estaba pujando por las Olimpiadas de 2008 decían exactamente lo que estás diciendo. Que las Olimpiadas traerían los derechos humanos, que todo iba a ser democracia. Todos sabemos que eso no sucedió. Lo mismo ocurrió con Rusia. Mucha gente pensó que si organizaban los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 eso podría mejorar potencialmente los derechos humanos. Allí tenían algunas leyes anti LGTBQ bastante opresivas y la gente pensó que tendrían que abrirse un poco y hacer más espacio para las personas LGTBQ. Tampoco ha ocurrido. No diré que el dinero es la única cosa que impulsa a la FIFA y el COI, pero es un elemento importante en su toma de decisiones. Un ejemplo: Salt Lake City será la sede de los Juegos de 2034, aunque quería los de 2030. ¿Por qué 2034? Porque el contrato del COI con la NBC vence en 2032 y si los Juegos son en el 34 tendrán un gran incentivo para renovar el contrato Así que casi no hay pruebas de que acoger las Olimpiadas ayude a los países autoritarios a ser más democráticos. Creo de hecho que la tendencia más importante es que cuando los países democráticos acogen los Juegos Olímpicos tienden a ser más autoritarios. Tienden a introducir nuevos métodos, nuevas formas de vigilancia. Los Juegos hacen que las democracias sean más autoritarias. El COI (y la FIFA) siempre dicen ser apolíticos, pero luego más bien son políticos con lo que les interesa. O hablan de aprobar reglas que luego se posponen hasta que acaban los juegos. Es ridículo que el Comité Olímpico Internacional afirme que son apolíticos, es evidente que son políticos hasta la médula. Por ejemplo, ¿por qué hacen que todos los países marchen [en el acto de inauguración] por naciones? Podrían hacerlo por deporte, los nadadores con los nadadores, los futbolistas con los futbolistas. Cuando Ucrania fue invadida por Rusia varios responsables del COI se hicieron una fotografía con Volodímir Zelenski. ¿Cómo no es eso política? La mayoría de las personas que todavía afirman que los Juegos Olímpicos no son políticos están ordeñando la vaca olímpica con las dos manos. ¿Qué mueve al COI y la FIFA (aparte del dinero)? Tiene razón al pensar en el dinero cuando se trata de todas estas decisiones que toman la FIFA o el COI. Un ejemplo en el que mucha gente no piensa: ahora están a apunto de anunciar quién va a organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 y 2034. Están casi seguros de que Salt Lake City será la sede de los Juegos de 2034, aunque estaba pujando por 2030. ¿Por qué 2034? Porque el contrato del COI con el canal de televisión NBC, el principal de Estados Unidos, vence en 2032. Así que si el COI se queda con Salt Lake City después de 2032 es un gran incentivo para que la NBC, o tal vez otro rival, haga una gran oferta para continuar. Puedes entender muchas cosas sobre los Juegos o el Mundial si sigues el dinero, que es más o menos lo que he intentado hacer a lo largo de los años Un montón de decisiones que el Comité Olímpico Internacional hace no son obvias en su superficie. No diré que es la única cosa que los impulsa, pero es un elemento importante en su proceso de toma de decisiones y que sin duda se aplica tanto a la FIFA como al Comité Olímpico Internacional. Puedes entender muchas cosas sobre los Juegos o el Mundial si sigues el dinero, que es más o menos lo que he intentado hacer a lo largo de los años. Ha escrito todo un libro sobre la cuestión, pero le voy a pedir una respuesta resumida. ¿Para qué sirven los Juegos? En teoría son para los atletas, que son los que hacen que los Juegos sean especiales y es la única razón por la que alguien los ve. Pero también son para los actores de poder, que organizan los Juegos como una palanca para su propia popularidad, para su propia mejora económica. Son también para las cadenas que emiten los juegos. Son para las empresas, los patrocinadores. Así que son un montón de grupos. También los atletas se benefician, pero no todos. Un estudio realizado hace un par de años por un grupo llamado Global Athlete encontró que mientras en las grandes competiciones deportivas del planeta (la Premier League de fútbol, NFL, NBA, etc) los deportistas obtuvieron entre el 45% y el 60% de los ingresos totales, en los Juegos Olímpicos era el 4,1%. Entonces, ¿para qué son las Olimpiadas? ¿Cree que los atletas deberían dar un paso al frente y reivindicar más? Hay que hablar de eso, creo que es importante. Es verdad que no ha habido atletas recientemente que hayan dicho 'no voy a estos Juegos Olímpicos', como hizo [el jugador de baloncesto] Kareem Abdul-Jabbar en 1968 porque no creía en la empresa olímpica. Pero sí creo que estamos viendo atletas que vienen de deportes menos conocidos que están dispuestos a hacer el esfuerzo y usar las Olimpiadas como escenario. Hoy en día hay está menos penalizado. Aunque no me gusta la expresión, diría que hay atletas para los que es casi parte de su marca estar comprometidos políticamente. Pienso en [el exjugador de fútbol americano] Collin Kaepernick en Estados Unidos. Renunció a su carrera, pero lo está haciendo muy bien y le va bien, consiguió un gran contrato con Nike. Y luego están estos atletas de deportes menos conocidos que te puedo garantizar que no están contentos con cómo se están desarrollando los Juegos Olímpicos. Si se aplicase a Israel [el mismo criterio que a Rusia], deberían competir como atletas neutrales a título individual. El hecho de que no lo hagan es político, tiene que ver con el poder de los Estados Unidos dentro del Círculo Olímpico Pero yo no le afeo a los atletas que no se pronuncien sobre estos temas. Fui un joven de 19 años que jugaba en la selección nacional de fútbol masculina sub-23 y no tenía ni idea de nada; si me hubieran preguntado sobre política me da miedo pensar lo que hubiera dicho porque probablemente habría sido una estupidez, ya que estaba desinformado. Ser atleta es un trabajo a tiempo completo, así que el hecho de que muchos no estén hablando tiene sentido. Necesitan tiempo, necesitan recursos para tener confianza en sus posiciones sobre estos temas. Además, creo que vamos a ver en estos Juegos Olímpicos más atletas hablando sobre las injusticias, especialmente por la inclusión de Israel en las Olimpiadas, bajo su bandera y su himno nacional. ¿Considera hipócrita la posición del COI respecto a la participación de Israel en los Juegos? Escribí un artículo en el Irish Times en el que hablaba de lo que el COI ha hecho con Rusia y la justificación que ha dado para que Rusia participe con atletas neutrales individuales, y luego lo trasladaba a Israel. Si se aplicase a Israel, como a Rusia, deberían competir como atletas neutrales a título individual. El hecho de que no lo hagan es político, tiene que ver con el poder de Estados Unidos dentro del Círculo Olímpico y también con otros factores, como la desvinculación política del COI con Rusia a causa del dopaje. De hecho, habla mucho en el libro de la hipocresía del COI, que dice una cosa y hace la contraria muy a menudo. Una forma de entender los Juegos Olímpicos es pensar que son una máquina de desigualdad. Toman todas las desigualdades que existían antes en la sociedad y las empeoran. El Comité Olímpico Internacional dice siempre que va a resolver los problemas de la sociedad. Pero no lo hacen. Lo diré sin rodeos: son hipócritas cuando se trata de sus propios principios. El Comité Olímpico Internacional debería ser la Carta Olímpica. La he leído de principio a fin muchas veces y hay grandes ideas en ella. El problema es que el Comité Olímpico Internacional elige ignorar su propia Carta Olímpica cuando más le conviene. Han sido hipócritas durante demasiado tiempo. Y es un hecho que cada vez más gente se está dando cuenta.
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Los jóvenes pasan del independentismo y son más de derechas que sus padres: “Ahora Catalunya necesita otras cosas”
“Hay que votar para poder quejarte”, asegura María, de 19 años. Tiene claro que acudirá a las urnas el próximo 12M aunque la mayoría de partidos la hayan “decepcionado”. Estas serán las segundas elecciones en las que vote y en las anteriores tuvo claro que su apoyo era para el PSC ahora duda y puede que dé su voto a Sílvia Orriols, líder del partido xenófobo Aliança Catalana.  Escoge no por convicción, sino por “descarte”. Está descontenta y hastiada con la política llevada a cabo los últimos años, en especial con los independentistas, a los que reprocha que “no se interesan por el pueblo, sino por ellos mismos”. Aún siendo de una familia de izquierdas y haberse declarado favorable al procés hace unos años, ahora se considera de centro-derecha, asegura estar “contenta” de ser española y se considera cada vez menos independentista. Esta transformación ideológica es una tendencia que va en aumento entre la juventud catalana, que se está desvelando como la generación más conservadora en décadas. Los llamados Z están haciendo añicos la imagen del joven revolucionario de izquierdas que ocupó Plaça Catalunya durante el 15M, que se manifestó contra el plan Bolonia o aquella más veterana que desafiaba al franquismo. Ahora, la tendencia es contraria. Las últimas encuestas de opinión elaboradas por el CIS o por el CEO (su equivalente en Catalunya) revela que los jóvenes de entre 18 y 24 años tienen una clara tendencia a ser más conservadores. Por ejemplo, son el grupo de edad que se muestra más de acuerdo con eliminar impuestos, restringir las políticas migratorias y los que más creen que “el feminismo ha ido demasiado lejos”. Y eso se nota en la intención de voto. Según el último sondeo del CEO -el único realizado después de la convocatoria electoral del 12M-, el grupo más joven es el que menos tendencia tiene a votar a partidos de izquierda y, a su vez, en el que hay más intención de votar a la derecha. De hecho, es el grupo de edad en el que Vox tiene más apoyo, con diferencia.  Históricamente, los jóvenes siempre han preferido opciones políticas que tienden hacia los extremos y, precisamente por eso, son el grupo de edad en el que la CUP acostumbraba a tener más apoyo. En cambio, opciones más conservadoras como el PSC van ganando peso a medida que los votantes envejecen.  Pero, así como hace unos años la CUP era uno de los partidos preferidos por los jóvenes, ahora Vox tiene más apoyos. Esto demuestra el viraje de la juventud catalana y se explica, en parte, por cómo se informa este segmento de la población. Según el CEO, la principal fuente de información de los jóvenes menores de 35 años son las redes sociales y ahí, el dominio lo tienen los partidos de derecha y extrema derecha.  De hecho, Vox Catalunya es el partido con más seguidores (30.000), muy por delante del segundo, ERC, con 15.000. La tercera formación es Aliança Catalana, con 12.000 seguidores a pesar de no tener representación parlamentaria.  “Si me hacen elegir entre CUP o Vox, prefiero Vox”, asegura Laura de 23 años. Ella, que en las elecciones generales votó a ERC, ahora se decanta por partidos más extremos. Su voto será para la xenófoba Aliança Catalana porque, además de coincidir con sus propuestas, los prefiere a Vox porque son catalanes.  Ella siempre fue partidaria de la secesión, pero ahora sus principales preocupaciones son la inmigración y la seguridad. “Catalunya necesita otras cosas”, dice. Por ejemplo, apoya repatriar a delincuentes multireincidentes. “Suficiente gente mala nacional que sí que son problema nuestro”, argumenta y añade que, en su opinión, también “mucha gente que está chupando del bote pero no aporta nada”. ¿Culpa del feminismo? Según Marc Guinjoan, profesor de Ciencias Políticas en la UPF, especializado en comportamiento electoral y político, la evolución ideológica de los jóvenes es “una ruptura sorprendente y difícil de explicar”. Al ser una generación que apenas está empezando a votar, todavía es pronto para sacar conclusiones. Además, crecieron con la revolución digital y con la pandemia, dos fenómenos nuevos y sobre los que todavía no hay datos suficientes como para saber qué consecuencias han tenido. A pesar de eso, expertos como Guinjoan ya señalan a ciertos factores. El primero y más claro para el politólogo es la reacción a los movimientos feministas. “Parte de la juventud compra la idea de que las mujeres tienen privilegios y muchos hombres jóvenes se ven como damnificados por las políticas de igualdad”, apunta. La generación Z ha crecido con la precariedad y la inseguridad como bandera, así que las políticas de igualdad dirigidas a colectivos vulnerables como las mujeres o los migrantes hacen que muchos hombres jóvenes teman que se les estén robando las oportunidades vitales con las que contaban. El rechazo al feminismo es, para el politólogo, “una de las principales puertas de los jóvenes a ideologías conservadoras”. Alberto, de 18 años, es de los que cree que se ha ido “demasiado lejos”. Opina que hay personas que “se han visto perjudicadas por ciertas leyes que protegen a la mujer y no al hombre” e insiste en que “se ha dedicado demasiado tiempo a ciertos colectivos y tampoco hace falta”. Él votará al PP y lo hará buscando un partido que se haya preocupado por las “cosas realmente importantes” que, como para la mayoría de jóvenes catalanes, son el paro, la inflación y los precios de la vivienda. ¿Independencia o vivienda? Una de las cosas que marcan el cambio generacional son las preocupaciones. Durante muchos años, lo que más inquietaba a la sociedad catalana eran las relaciones entre Catalunya y el resto de España. Con el paso del tiempo, esta cuestión ha ido perdiendo peso, pero sigue siendo lo que más quita el sueño a una de cada cinco personas mayores de 50 años. En cambio, sólo preocupa al 7% de los jóvenes. El apoyo al independentismo también ha bajado en picado. Así como en octubre de 2017 se situaba en el 52,1% y siguió superando la mayoría hasta 2021, en abril de 2024 bajó hasta el 33%. Manel tiene 24 años, es progresista y solía optar por partidos independentistas. Pero en las elecciones del 12M seguramente votará Comuns. “Hay problemas mucho más urgentes”, asegura y califica de populistas aquellos partidos que ponen la cuestión nacional como principal punto a tratar en el programa electoral. Ha tardado años en desencantarse, en parte, por el componente emocional que tuvieron los años del procés y diversas jornadas históricas, como el referéndum del 1-O, en las que participó siendo adolescente. Y es que la emoción es clave para definir la línea ideológica, tal como recuerda el politólogo Marc Guinjoan. Eso explica que aquellos que son más jóvenes que Manel y no vivieron activamente esos años sean menos independentistas. A todo esto se suma que la presente generación de jóvenes es la que tiene un porcentaje más alto de nacidos fuera de Catalunya de la historia (cerca del 20%). “Son personas que naturalmente no tienen tanta vinculación con el procés”, resume Guinjoan.  De hecho, ante la falta de vinculación emocional con aquellos años, “el independentismo puede incluso generarles sentimientos negativos debido a que diversos partidos pueden haber descuidado cosas que para ellos son importantes, como la vivienda o la seguridad”, añade Marc Guinjoan. Eso es lo que ha llevado a Alberto a escoger al PP: huir de los partidos independentistas y del PSOE, que, según él, ha hecho demasiadas concesiones al separatismo al permitir la amnistía. Españoles sin complejos Estas elecciones también han sido un punto de inflexión para algunos más mayores, como Andrea. Tiene 24 años y siempre votó independentismo. Militó en un CDR y defendió una urna del 1-O. Pero asegura que está harta. “Esto no va a ningún lado. Sólo se preocupan por ellos. Si no, mira el 'show' que ha montado Puigdemont. Casi que quien ha hecho más por la independencia es Pedro Sánchez con la ley de amnistía”, explica esta joven. Por eso, se ha pasado los últimos meses asegurando a quien quisiera escucharla que, en cuanto pudiera volver a votar, lo iba a hacer por el PSC. Pero, cuando se convocaron elecciones cambió de idea. “Fue un calentón”, asegura, entre risas.  Pero su “calentón” no es un hecho aislado, a juzgar por los barómetros del CEO. En los dos últimos realizados antes de la convocatoria electoral, la opción preferida de los jóvenes de entre 18 y 24 años fue el PSC (con más de un 20% de intención de voto). De todos modos, una vez se hizo el anuncio de los comicios, el partido preferido volvió a ser ERC y los de Illa bajaron al 4,4%. Para Guinjoan, la proximidad a las elecciones puede haber hecho que muchos jóvenes se replanteen su voto y se decanten por una opción segura, por un partido al que ya han visto gobernar. “Son una generación que tiende, contra todo pronóstico, hacia lo conservador”, asegura y reconoce que se sorprendió cuando los jóvenes parecieron preferir al PSC. En el caso de Andrea, el motivo para acabar decantándose por Aragonès y no por Illa es distinto. “No estoy lista para votar a un partido unionista. Ya no soy independentista, pero de ahí a ser española...”, apunta. Para jóvenes de su edad, el término 'españolista' sigue cargado de connotaciones negativas. Andrea, por ejemplo, lo relaciona con “franquismo, dictadura y cosas rancias”. En cambio, los más jóvenes como María (19 años) o Alberto (18) no tienen problema en definirse como españoles y aseguran no ver ninguna connotación negativa en el término. Los motivos son diversos, pero uno de ellos, según Guinjoan, se explica en una encuesta que hizo recientemente Òmnium Cultural y en la que se muestra que los jóvenes de 18 a 24 años son los que creen con mayor firmeza que “hay que dejar de lado las políticas de revisión histórica del franquismo”. “No han vivido el auge del procés, pero tampoco tienen vínculos con la dictadura, cosa que les hace tener una visión totalmente diferente de España y de lo que significa para alguien en Catalunya”, asegura Guinjoan. Estamos frente a la primera generación con derecho a voto cuyos padres nacieron ya en democracia, con pleno acceso a Internet y que pasaron la plenitud de su adolescencia confinados. Todos ellos son factores demasiado recientes para ser analizados en profundidad, pero ya están siendo determinantes.  “Quizás siempre serán conservadores o quizás se volverán radicales con la edad. Quizás lo de esta generación sea circunstancial o quizás los jóvenes serán así siempre”, teoriza Guinjoan, que asegura que, sea como sea, con la generación Zeta ha habido un cambio de patrón a la hora de entender -políticamente- qué significa ser joven. 
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Hannah Arendt contra el general Franco
En 1941, Hannah Arendt (Linden-Limmer, 1906 - Nueva York, 1975) visitó el cementerio de Portbou (Girona) buscando infructuosamente la tumba de su amigo Walter Benjamin. “El cementerio da a una pequeña cala, directamente al Mediterráneo, y está esculpido en terrazas de piedra; en estas paredes de piedra es donde se introducen también los féretros. Es con mucho uno de los lugares más fantásticos y hermosos que nunca haya visto en mi vida”, escribió a Gershom Scholem en una carta del 17 de octubre de 1941, desde Nueva York, a donde consiguió llegar a duras penas tras haber sufrido el internamiento en los campos de concentración franceses y haber conseguido cruzar los Pirineos, atravesar España y embarcarse en Lisboa hacia el otro lado del Atlántico. Arendt fue apátrida durante 18 años, desde que el régimen nazi le negó la ciudadanía en 1933 hasta que consiguió la estadounidense en 1951. Agustín Serrano de Haro, científico titular en el Instituto de Filosofía del CSIC, ha reconstruido en Arendt y España, editado por Trotta, el paso de la pensadora por la dictadura del general Francisco Franco, en una obra que aporta valiosas claves sobre la trayectoria vital de la protagonista. Se trata de un “episodio crucial de la biografía de Arendt”, explica el autor a elDiario.es. Hannah Arendt —una mujer judía, apátrida y con antecedentes en Alemania (fue arrestada en 1933 tras pasar semanas en la Biblioteca Estatal Prusiana documentando el auge del antisemitismo por encargo de la Organización Sionista Alemana)— consiguió huir con su madre a través de Praga y Ginebra. Exiliada en Francia, en mayo de 1940 Arendt fue internada una semana en el Velódromo de Invierno de París tras un decreto del Gobierno francés a consecuencia de la declaración de guerra a Alemania. Paradójicamente, la mayoría de alemanes en Francia eran exiliados y perseguidos por el nazismo. El 23 de mayo fue trasladada, primero en autobús hasta la estación de Lyon de París y, de ahí, en tren al campo de concentración de Gurs, a los pies de los Pirineos. “Después de la invasión alemana, el Gobierno francés no tuvo más que cambiar el nombre de la empresa: tras habernos encarcelado porque éramos alemanes, no nos liberaron porque éramos judíos”, escribió en Nosotros, refugiados, un breve texto publicado originalmente en la revista The Menorah Journal en 1943 y recuperado por la editorial Altamarea. Construido un año antes y formado por 382 barracones, el campo de Gurs había albergado en una primera fase a soldados republicanos, además de brigadistas internacionales, que huyeron de España tras la victoria franquista en la Guerra Civil. En el campo, según afirma Elisabeth Young-Bruehl en su biografía canónica, Arendt “se hundió en una de las peores crisis de su vida”. En una carta a su exmarido, el filósofo Günther Anders, la apátrida describe la situación de las mujeres en el campo, “tan apretujadas a la noche que el más leve movimiento llevaba a caer sobre la vecina, rodeadas por el alambre de espino en el que se ponía a secar la ropa”. Tras cuatro semanas de internamiento y aprovechando el caos propiciado por el armisticio del 22 de junio y la desintegración de la Tercera República francesa, Arendt se las arregló para abandonar Gurs. “En medio del caos resultante, nos las compusimos para obtener documentos de libertad, con los que podíamos abandonar el campo”, relató en una carta publicada en 1962 en la revista Midstream. La pensadora aludió poco en sus escritos a su experiencia en los campos franceses. Sus biógrafos se han guiado por las pistas que dejó en su abundante correspondencia, disponible en los 'Hannah Arendt Papers' de la Congress Library, que también custodia los pasaportes que ilustran este reportaje. Sin embargo, su paso por los campos y su condición de apátrida fermentó algunos de los conceptos esenciales de su pensamiento y de su obra posterior. Certificado de identidad y de viaje expedido en Francia a Hannah Arendt en 1938. “Arendt sostenía que había que pensar a partir de la experiencia, y no sobrevolándola con conceptos o reconstruyéndola con ideas. Y ella desde luego experimentó las condiciones de vida en los campos de internamiento de la República francesa, y también, muy significativamente, el tipo de decisión administrativa y de control solo policial que puso en pie esos campos”, explica Serrano de Haro. La mayor parte de los internos que sobrevivieron a las condiciones del campo fueron deportados a centros de exterminio en 1942 y 1943. Arendt logró llegar a Lourdes, donde se encontró casualmente con Walter Benjamin. La exiliada hizo caso omiso a la orden del régimen colaboracionista de Pétain que obligaba a los judíos a registrarse en la prefectura de Policía. A principios de julio, se encaminó a casa de una amiga cerca de Montauban, una localidad occitana que albergaba a numerosos exiliados republicanos —entre ellos Manual Azaña, fallecido allí el 3 de noviembre de 1940— y a huidos de los campos de toda Francia, gracias a la ayuda de su alcalde, el socialista Fernand Balés.  En la calle mayor de Montauban, “por una de esas afortunadas triquiñuelas de la Historia” se topó con su marido, Heinrich Blücher, con quien se fundió en un “gozoso abrazo”, según relata Elisabeth Young-Bruehl en su biografía de Hannah Arendt. Blücher (Berlín, 1899 - Nueva York, 1970), un antiguo espartaquista reconvertido en crítico con el estalinismo y huido de Alemania en 1934, había sido evacuado cuando los alemanes ocuparon París y consiguió huir hacia el sur. Tras el reencuentro, el matrimonio movió cielo y tierra en Marsella para superar, con apoyo de organizaciones de auxilio internacional y de ayuda judía, los complicados trámites legales que les permitirían abandonar la Francia de Vichy. Todo ello a pesar de ser apátridas y exiliados (Arendt, además, judía) y probablemente portar documentación falsa.  En Marsella, Walter Benjamin confió a Arendt y Blücher sus manuscritos, entre ellos las Tesis sobre la filosofía de la Historia, con la esperanza de que los hicieran llegar al Institut für Sozialforschung de Nueva York. Fue el 20 de septiembre, durante el último encuentro del matrimonio con su amigo, seis días antes de su suicidio tras su paso fallido por la frontera. Monumento a Walter Benjamin en Portbou. Benjamin había enviado una copia a Gershom Scholem aunque el manuscrito nunca llegó a Jerusalén. También había entregado a su amigo Georges Bataille una segunda copia y ambos la habían ocultado en la Biblioteca Nacional de París. “Aunque Arendt no estaba al corriente de este hecho y, por tanto, ella tendría un gran temor por la copia que llevaba y pensaba única”, precisa Serrano de Haro. El texto fue entregado en mano a Theodor Adorno en Nueva York tras haber pasado de forma semiclandestina por España. Sin embargo, el manuscrito de Arendt bajo el título original alemán de Rahel Varnhagen. Vida de una judía alemana de la época romántica, que también viajaba en la maleta de la pensadora, se perdió en las primeras mudanzas en Nueva York y no fue recuperado, aunque incompleto, hasta que una amiga a la que le había confiado una copia en París se lo entregó en 1945. La “lucidez” y el “coraje” de Arendt El matrimonio, en definitiva, se salvó de milagro: “Todo pudo acabar de otra manera, o más bien de manera fatal, que era casi la única alternativa”, dice el autor. ¿Una simple cuestión de suerte? “Es verdad”, afirma Agustín Serrano de Haro, “que a Arendt la suerte le fue propicia, la que no tuvo Walter Benjamin; ella misma podía reconocerlo así. Pero junto a esto debe constar también su lucidez y coraje de no hacerse en ningún momento ilusiones acerca del curso de los sucesos. Si ella no hubiera abandonado el campo de Gurs sola y con solo su cepillo de dientes, o si se hubiera registrado ante las autoridades de Vichy, su suerte habría estado echada, como la estuvo para quienes siguieron las sugerencias y órdenes de aquellas autoridades, en la creencia vana de que 'no todo era posible'”. Su breve etapa española, en pleno proceso de fascistización del régimen franquista con la Gestapo campando a sus anchas, queda soslayada en las biografías de Harendt. “El paso por España seguía teniendo algo de azaroso, de peligroso, por las posibles arbitrariedades de las autoridades policiales, por sorpresas en los pasos fronterizos, sin mencionar que ella y su marido debían de contar con alguna documentación falsificada, ya que no se habían registrado en Vichy”, recuerda Serrano de Haro.  El autor ha reconstruido el paso por España con las pocas referencias en la correspondencia de Hannah Arendt y con testimonios de experiencias similares a modo de “fuentes indirectas”, como el de Lisa Fittko en De Berlín a los Pirineos: Evocación de una militancia, además de bibliografía especializada. No ha hallado rastro de la filósofa y de su marido en el Archivo General del Ministerio del Interior (en el Arxiu Històric de Girona figura una tal Jerzy Arendt, detenida en Blanes en septiembre de 1942 por paso clandestino de frontera). Con una infraestructura ferroviaria gravemente dañada por la guerra y billetes que sólo se podían adquirir en cada una de las estaciones de partida, las escalas y los retrasos en su periplo por la Península debieron ser largos. “Los detalles del paso por nuestro país (duración, ruta, circunstancias de las conexiones ferroviarias y esperas en las estaciones, visión de las ciudades, etcétera) he podido reconstruirlos por testimonios de otras personas en fuga, de condición muy similar, sobre todo mujeres judías, y en el período de tiempo próximo, entre octubre de 1940 y diciembre del 1941”, afirma el autor. Pasaporte norteamericano de Hannah Arendt. El 22 de mayo de 1941, Hannah Arendt y Heinrich Blücher llegaron a Nueva York desde Lisboa con 25 dólares en el bolsillo y una asignación mensual de 75 dólares de la Zionist Organisation of America, según la biógrafa Elisabeth Young-Bruehl. Poco después llegó su madre, la socialdemócrata Martha Arendt. En Estados Unidos, Arendt inició una carrera universitaria, un ámbito que no era precisamente su preferido pero que estabilizó las condiciones del matrimonio, y se convirtió en una de las más importantes pensadoras de la filosofía política, siempre con una voz independiente y crítica, singularmente en relación con la fundación del Estado de Israel. En Nosotros, refugiados, Hannah Arendt describe así el fardo de los judíos europeos supervivientes: “Perdimos la casa: es decir, la intimidad de la vida cotidiana. Perdimos el trabajo, o sea, la confianza de que somos de alguna utilidad en este mundo. Perdimos el idioma, o sea, la naturalidad de las reacciones, la sencillez de los gestos, la expresión espontánea de los sentimientos. Abandonamos a los parientes en los guetos polacos, nuestros mejores amigos fueron asesinados en los campos de exterminio, y esto significa la laceración de nuestras vidas privadas”. El primer franquismo en los textos arendtianos La experiencia propia en los campos franceses marcó su pensamiento político y, especialmente, su obra Los orígenes del totalitarismo, publicada apenas un lustro después de la caída del nazismo y planteada con un “método heterodoxo”, según apunta Salvador Giner en el prólogo a la edición española, que la sitúa “fuera de todas las convenciones de la teoría política de su tiempo, así como también fuera de la historiografía convencional”. La propia Arendt reconoce que escribió el ensayo, un rastreo de la innovación política radical de los regímenes totalitarios y del imperialismo, en un “contexto de incansable optimismo y de incansable desesperación”. Su experiencia de apátrida en Europa emerge en la distinción entre los campos de internamiento y el purgatorio concentracionario del Gulag o el infierno en la tierra de Auschwitz. “En su pensamiento la experiencia debe promover distinciones y no subsunciones o identificaciones globales que borren las diferencias significativas”, matiza Serrano de Haro. ¿Cómo encajaba la tipificación del primer franquismo en los textos arendtianos? “La tesis de Arendt de que el franquismo es una dictadura militar, de tipo no totalitario, tiene que ver con su propia determinación restrictiva de cuáles son en rigor los regímenes totalitarios, que en realidad no coincide siquiera, o sin más, con la dictadura nazi o con la bolchevique, sino solo con aquélla en el período entre 1938 y 1945 y con el estalinismo en el período entre 1937 y 1939, quizá ampliable a la hambruna provocada en Ucrania en 1930”, explica Serrano de Haro. “En general”, abunda el autor, “su enfoque es contrario a incluir bajo la rúbrica de totalitarismo la violencia orientada a la conquista del poder o a la consolidación en él, por cruel que la represión generada sea, por ejemplo, en contextos bélicos o posbélicos”. Francisco Franco con Adolf Hitler en Hendaya (Francia) el 23 de octubre de 1940. “De hecho, ella misma recomendaba para el caso de España el escalofriante libro de Georges Bernanos Los grandes cementerios bajo la luna sobre la represión del bando sublevado en Mallorca”, recuerda el autor de Arendt y España. Serrano de Haro advierte que “con el acontecimiento totalitario se trataría siempre de una inflexión o salto, a la vez cualitativo y cuantitativo, de dictaduras ya terribles y ya consolidadas con vistas a una reconfiguración global de toda la realidad, sin reconocer límites nacionales ni europeos, sin atenerse a intereses limitados de poder. La ideología totalitaria como una suerte de apropiación de la Historia universal a través de esta violencia sustancial y exponencial no es una cosmovisión que busque estabilizar un orden social o asegurar una dominación política. No puede tampoco ejercerse en un Estado jerarquizado, monolítico, sino en uno 'dual', en que el nervio del poder reside solo en las unidades de élite o en la policía política, no en el Ejército”. A Hannah Arendt siempre le sorprendió la persistencia del antisemitismo en España, a tenor de la expulsión de los judíos, ordenada por los Reyes Católicos en 1492: “En cambio, lo que sí destaca Arendt son las virtualidades del antisemitismo para la propaganda ideológica y la movilización en diferentes contextos políticos; la conspiración judía servía para dinamitar un Estado de Derecho y para perseguir fines dictatoriales incluso en esos países donde no quedaba ya población judía, como era el caso de España en los años treinta”. Spanish Refugee Aid El libro de Agustín Serrano de Haro, además del rastro de Ortega y Gasset en Los orígenes del totalitarismo y las miradas Arendt hacia la Guerra Civil, dedica un revelador capitulo al papel de la pensadora al frente de la dirección ejecutiva, entre 1960 y 1967, de Spanish Refugee Aid, organización estadounidense fundada por Nancy Macdonald y dedicada a la ayuda del exilio republicano español no comunista, especialmente socialistas y anarquistas. La exclusión de la ayuda a refugiados comunistas en los estatutos de Spanish Refugee Aid se basaba en “motivos prácticos e ideológicos”. Los refugiados comunistas, recuerda el autor, “sí contaban con redes de auxilio internacional y, además, la organización norteamericana quería mostrar con hechos que se podía ser a la vez antifranquista y anticomunista”. Las actividades de la Spanish Refugee Aid incluían el envío de ropa, dinero en efectivo o productos de primera necesidad además de atención médica o programas de reunión familiar. Arendt encabezó esta organización no gubernamental, que contaba con Pau Casals y Salvador de Madariaga como presidentes honoríficos, en un periodo en que ya se había convertido en un referente intelectual de primer orden (sus crónicas para The New Yorker reunidas en 'Eichmann en Jerusalén. Un informe sobre la banalidad del mal', con la consiguiente polémica y ruptura más que definitiva con el sionismo, se publicaron en 1963): “Esta implicación suya se produce en un momento en que ella había alcanzado ya un muy alto reconocimiento intelectual, tanto en EEUU como en Alemania”. Carta de Nancy Macdonald, fundadora del Spanish Refugee Aid, a Hannah Arendt. En 1957, seis años después de haber obtenido la nacionalidad estadounidense, la pensadora escribió: “Mientras la humanidad esté organizada nacional y territorialmente en Estados, una persona apátrida no es simplemente expulsada de un solo país, de origen o de adopción, sino de todos los países —pues ninguno está obligado a recibirla y a concederle la ciudadanía—, lo que significa que en realidad ha sido expulsado de la humanidad”. De nuevo, la vivencia de la evasión de Europa se asoma en esta etapa de su vida. Donatella Di Cesare, profesora de Filosofía en la Universidad de La Sapienza, lo explica en un texto que acompaña a la edición de Nosotros, refugiados: “La experiencia decisiva para ella fue la de una huida, atormentada y llena de riesgos, que empezó en 1933, cuando debió abandonar la Alemania nazi, y se prolongó hasta 1951, cuando finalmente le fue concedida la nacionalidad americana. Durante dieciocho largos años, los más difíciles de su vida, fue una judía alemana apátrida, obligada a sufrir la falta de derechos políticos, y también la ausencia de derechos humanos. Esta condición fue la base de su pensamiento filosófico”. También de su acción pública. “Es muy llamativo”, observa Serrano de Haro, “el período relativamente largo, siete años, en que ella ejerce esa presidencia ejecutiva de Spanish Refugee Aid, que la obligó a bastante trabajo de gestión, de recaudación de fondos y de organización de actividades, dedicaciones que no le eran especialmente gratas”. Dos años después de cesar en la dirección de Spanish Refugee Aid, la firma de Hannah Arendt destacaba en un telegrama enviado al secretario general de las Naciones Unidas en protesta por los desmanes del régimen franquista. “Toda esta dedicación de Arendt a unos compatriotas nuestros casi olvidados de todos tiene algo de conmovedor para los españoles”, concluye Agustín Serrano de Haro.
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Los recursos, la acusación popular o el colapso judicial: los expertos constatan la dificultad de luchar contra el 'lawfare'
El concepto de 'lawfare', usado para designar el uso de los tribunales para conseguir objetivos políticos, se ha convertido en uno de los protagonistas del debate político y la campaña electoral de las elecciones catalanas después de que un juez haya decidido investigar a Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez por una denuncia de Manos Limpias y de que este, tras unos días de “reflexión”, haya anunciado que combatir estas actuaciones se convertirá en un objetivo del Ejecutivo central. Pero el objetivo, tal y como constatan varios expertos consultados por elDiarioes, puede no tener un recorrido claro. Cinco juristas de distintas ramas del derecho opinan sobre el 'lawfare' y las posibles reformas legales para combatirlo, en los casos en los que consideran que exista. Mencionan posibles cambios en la configuración de la acusación popular, la necesidad de agilizar el sistema de recursos y apelar a la propia conciencia de los jueces de que, en ocasiones según opinan, pueden estar siendo utilizados para conseguir un fin político a través de sus resoluciones judiciales. El magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y catedrático de Derecho Civil en la Universidad de Granada, Miguel Pasquau, entiende que existe un uso indiscriminado del término 'lawfare' cuando la pregunta real es si existe un riesgo “de que se instrumentalice la Justicia para obtener resultados políticos con la complicidad o la tolerancia de algunos jueces”. La respuesta, indica, “es muy difícil” ya que “no se puede decir ni sí ni no, no hay un sistema para verificarlo”. Miguel Pasquau: “Tiene que ser a través de un proceso judicial” La cuestión, entiende este magistrado, provoca “relatos paralelos de unos y de otros que abundan en la polarización y sirven de poco”. En España, “como en cualquier parte del mundo”, explica, “puede haber malas prácticas judiciales” y la pregunta es si las herramientas existentes son suficiente para combatirlas. Para Pasquau es “difícil” pensar en mecanismos distintos a los que ya existen, aunque eso no significa “que sean suficientes”. “Hay garantías, hay recursos, la mala práctica tiene menos espacio porque ahí es más difícil el voluntarismo”, argumenta. “También está el delito de prevaricación, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos... estamos llenos de garantías. Pero son garantías que no han impedido que en ese primer momento, en el juzgado de instrucción se hayan podido conseguir objetivos políticos”. En ese momento, apunta, una denuncia pasa al juzgado, de ahí salta a la prensa y de ahí al debate político, momento en el que el denunciante “consigue ya una buena parte de los objetivos que pudieran perseguirse. Importa mucho más la noticia del juzgado que finalmente la sentencia”. “¿Qué más podríamos hacer?”, se pregunta Pasquau. “Muy poco. Solo los jueces pueden determinar que hay una mala práctica judicial, es una regla fundamental. ¿Quién puede determinar eso? Desde luego no el Parlamento, el legislativo no puede juzgar a un juez. Tienen que ser los jueces. Tiene que ser a través de un proceso judicial, a través de los recursos, de las querellas por prevaricación y a través del recurso de amparo, no hay otra manera”. El magistrado también invita a que la crítica a las resoluciones judiciales sea “leal, seria, con argumentos, en un debate serio” y que, además, no desemboque en “la reacción inmediatamente corporativista del mundo judicial, que considera un agravio que se ponga en duda” la decisión de un juez. Otra posibilidad, explica el magistrado del tribunal superior andaluz, tiene que ver con la acusación popular y el riesgo de que asociaciones o partidos consigan instrumentalizar procesos judiciales según sus intereses. “La acusación popular mal ejercitada provoca distorsiones, puede ser utilizada para darse notoriedad o para efectivamente instrumentalizar la Justicia”, señala. Cualquier “control de seriedad” de estas acusaciones populares, tal y como existe en otras jurisdicciones como la civil o la contencioso-administrativa, tendría que ir precedido de “un proceso serio de reflexión” por cómo cualquier limitación puede chocar con la posibilidad de que la sociedad civil intervenga en procesos judiciales sin dar el “monopolio” de la acusación a la Fiscalía. “Que los partidos no puedan ejercitar la acusación popular me parecería algo admisible, quizás un buen paso, pero no sería definitivo. Y la puede ejercitar un chiringuito”, lamenta. “Sería positivo que pensáramos algún tipo de controles racionales que no impidieran el ejercicio a la acción popular, pero sí un filtro similar al que hay en otras jurisdicciones”. María Jesús del Barco: “Los ciudadanos pueden estar muy tranquilos” María Jesús del Barco, magistrada decana de los juzgados de Madrid y portavoz de la mayoritaria y conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, considera que el debate político en torno al 'lawfare' gira en torno a algo que “no existe”. “Nuestro país es un estado de derecho donde los jueces estamos comprometidos con la Constitución y aplicamos la ley. Los ciudadanos pueden estar muy tranquilos, más allá de las acusaciones interesadas, los jueces siguen siendo independientes”, remarca. Ella considera que el camino para discrepar de una resolución judicial es “el sistema de recursos establecido en la ley”. “Lamento informar a los políticos que han cometido delitos de que los jueces no hemos actuado con criterios políticos, sino con criterios legales, nada más”, remarca. Se puede recurrir, asegura, y también discrepar, pero “no puedes decir que los jueces prevarican porque eso es el 'lawfare': acusar a los jueces de dictar resoluciones injustas a sabiendas”. La decana de los jueces de Madrid vincula la utilización de este término y la apertura del debate público a las condenas de los políticos independentistas catalanes y los posteriores pactos entre el PSOE y sus partidos. “¿Por qué hablan de 'lawfare'? Porque no les interesa la aplicación de las normas y que funcione el estado de derecho, que supone también aplicar el Código Penal a los políticos cuando cometen delitos. Es mejor desprestigiar la labor de un juez y decir que no hay que cumplir las sentencias, que es en lo que definitiva se quiere, está todo inventado”, lamenta. Cualquier posible reforma, añade, tendría que pasar por reforzar la independencia judicial y por un “cambio de mentalidad política”. Joaquín Urías: “El 'lawfare' no significa prevaricación judicial” Joaquín Urías, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla, no pone en duda que “estos días estamos sufriendo una situación de 'lawfare'”, pero pide acotar mejor el concepto. “Estamos usando la palabra para aludir a realidades diferentes. Técnicamente alude a la utilización de los tribunales para interferir en la política. En esa medida, 'lawfare' no significa prevaricación judicial. Es un error en España, parece que está acusando a los jueces de prevaricar”. Él diferencia entre casos como el de Victoria Rosell, en los que un juez ha sido condenado por prevaricar, y otros en los que los jueces “son simplemente instrumento de grupos de presión que acuden a los tribunales y a los jueces no les queda más remedio de investigar porque ha recibido una denuncia”. Urías llama a hacer “un buen diagnóstico” para ver cuándo un juez “es instrumento, pero no actor voluntario” en estos procesos y que los propios jueces “tomen conciencia de que a veces son manipulados para actuar políticamente”. Por ejemplo, cita el profesor universitario, cuando “una empresa de aguas demanda a Ada Colau, lo que está intentando no es denunciar un asunto sino frenar una política”. Una solución, para Urías, no pasa por restringir el acceso a la acusación popular, aunque haya que ser “más estricto” en la admisión cuando “hay un tufillo de que hay motivación política”. También apunta a la posibilidad de “reducir el tiempo de instrucción”, citando el caso de absueltos en el caso Mercasevilla que “durante 11 años se presentó como que habían robado”, así como el caso de Mónica Oltra. “Hay casos en los que el sistema de recursos no es bastante” explica antes de abrir la posibilidad de implantar indemnizaciones para afectados. “Eso llevaría a que se piense antes”, añade. “Hay que buscar mecanismos para que eso no suceda, y si sucede que responda alguien”. Paz Lloria: “Se puede mejorar agilizando la Justicia” La catedrática de Derecho Penal en la Universitat de València, Paz Lloria no cree que “con carácter general” exista una actuación judicial coordinada para perjudicar a rivales políticos. “Cuando a un juez le llega algo con un mínimo de base evidentemente tiene que entrar, tiene esa obligación”, considera. Pero sí hay asociaciones o grupos que “pueden instrumentalizar la Justicia, personas que se dedican a presentar denuncias o querellas con un mínimo de soporte para judicializar situaciones”. El concepto de acusación popular es, para esta jurista, una de las posibilidades a estudiar. “Es una cuestión que desde hace mucho tiempo discutimos si es razonable tal cual está configurado”. Esta figura, argumenta, “tiene una razón de ser democrática” pero es necesario que “cualquiera no se pueda erigir en garante de la posibilidad de iniciar un procedimiento penal, debe estar sustentada por una buena fundamentación para la aceptación de la denuncia”. Una posibilidad, sostiene, es que “vaya acompañado de una acusación pública o particular, y si no que la popular no pueda ir sola”. Y entender que el concepto político del 'lawfare', explica, lleva años existiendo en otros procedimientos. “Estamos hablando también de violencia por poderes. Hombres que se dedican a presentar denuncias continuamente a sus mujeres para que se vean involucradas en procedimientos judiciales que son costosos y pierdan capacidad económica o resistencia emocional. Esto no es nada nuevo, no ocurre solo en política”. El sistema de recursos, asegura, es “bastante garantista” y una vía de mejora es “la agilización de la Justicia”. Para la catedrática, “la instrumentalización de la Justicia también hace que sea más lenta. Un buen control primario a la hora de admitir o no admitir demandas o denuncias o querellas ya sería una buena mejora”. También acelerar los procesos. “Que los recursos fueran más ágiles, sobre todo cuando estamos recurriendo autos, no sentencias”. Y, añade, que los medios de comunicación hagan autocrítica sobre cuándo una actuación judicial merece ser llevada a una portada: “Si no nos hacemos eco de algo que carece de sentido, nos evitamos el efecto Streisand. Y desalentamos situaciones que pueden ser muy lesivas para los sujetos que se ven sometidos a ella, aunque luego salgan absueltos. El eco es muy importante y ahí tenemos que comprometernos toda la sociedad”. Nicolás García Rivas: “El 'lawfare' es un problema político” Nicolás García Rivas es catedrático de Derecho penal de la Universidad de Castilla-La Mancha: “Cuando se habla del 'lawfare' en general es una lucha política en la que se utiliza el derecho. El derecho es un instrumento de la política y en general es legítimo. Lo que no me parece tan legítimo es el 'lawfare' judicial que yo creo que sí existe en España, una utilización tergiversada del derecho usado políticamente en un sentido determinado”. El catedrático usa el término “partido judicial” para explicar que aunque “no son todos los jueces” sí hay magistrados “de tendencia conservadora y ultraconservadora” que “han tomado las riendas de la lucha política contra la izquierda y todo lo que significa la izquierda”, apuntando como punto de partida al procés de 2017. Sobre la acción popular, García Rivas asegura que “desde hace mucho tiempo sobraría, hay otros sistemas jurídico-penales donde no existe”. Al margen de eso, no está de acuerdo con reformas que puedan llegar a “meter mano” a un 'lawfare' que, considera, es real. “Poner cortapisas a la función judicial me parece muy complicado y no estoy de acuerdo. Me parece que el 'lawfare' es un problema político y usar mecanismos de restricción o intervención judicial, aparte de esta de la acción popular, yo no estoy de acuerdo en absoluto”, concluye, en conversación con este periódico.  
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eldiario.es
María Eugenia Rodríguez Palop: "Conjugar la convivencia de diferentes culturas políticas es el gran reto inconcluso de la izquierda"
María Eugenia Rodríguez Palop (Llerena, 1970) es una profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid que entró en la política institucional en mayo de 2019, cuando encabezó la lista de Unidas Podemos al Parlamento Europeo. Ahora concluye esa legislatura y su nombre no estará en la papeleta de Sumar el próximo 9 de junio, después de que la plataforma de Yolanda Díaz eligiera a Estrella Galán como número 1 y de las posteriores negociaciones con los partidos para el resto de la lista –Jaume Asens (comunes), Compromís, Manu Pineda (IU) y Más Madrid–. Rodríguez Palop coordinó el programa electoral de Sumar para las elecciones generales del 23J y, desde el pasado sábado, ocupa la secretaría de Internacional y Europa dentro de la Ejecutiva de la formación de la vicepresidenta primera. En julio se producirá el relevo de escaños en el Parlamento Europeo y se dejará atrás una legislatura con avances inesperados en integración –fondos europeos de la pandemia con deuda comunitaria–, gestión de la crisis –suspensión de las reglas fiscales– y en materia de transición ecológica, que en sus últimos meses ha avanzado con la aprobación del Pacto Migratorio, la ola reaccionaria que puede estar por venir tras las elecciones europeas. La aún eurodiputada ha estado esta semana en la redacción de elDiario.es, 24 horas después de que concluyera el periodo de reflexión que se dio a sí mismo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras los ataques sufridos contra su esposa. “A mí la carta me pareció un acierto”, reflexiona Rodríguez Palop: “Creo que está bien que los líderes políticos y las personas que ocupan cargos de responsabilidad muestren sus sentimientos y sus emociones. Las feministas siempre hemos dicho que lo personal es político, y yo creo que es algo muy bienvenido, que nos permite reflexionar sobre las personas que hay detrás de los cargos”. ¿Y qué le ha parecido el fruto de esa reflexión? Eso lo tendremos que valorar con el tiempo. Lo importante es que el punto y aparte no se convierta en puntos suspensivos y, por tanto, que se dote de contenido a esos cinco días. Ya hay propuestas sobre la mesa: hace falta desbloquear el Consejo General del Poder Judicial porque no podemos continuar con esta deriva que desacredita al Poder Judicial; hace falta meterle mano a los medios; repensar sobre la actitud ciudadana de youtubers y de influencers en las redes. También hace falta derogar la Ley mordaza, lo sabemos de hace tiempo, porque el derecho a la protesta se tiene que salvaguardar. Y hace falta eliminar la crispación en sede parlamentaria, porque la gente ha dejado de escuchar a los parlamentarios y los ha dejado de respetar. Entonces, si estos cinco días sirven para hacer esos cambios, para que todos pensemos sobre esto y tomemos una iniciativa transformadora, pues bien está lo que bien acaba. Algunos de los asuntos apuntados por el presidente en estos últimos días hacía tiempo que venían siendo denunciados por otras personas y colectivos, que han sufrido persecución, lawfare, etc, como raperos, independentistas, miembros de Podemos, de IU. Hace tiempo que se venían señalando carencias democráticas desde algunos ámbitos y la respuesta en aquel momento era otra. La parte criticable es que es tarde para mucha gente, es tarde para la gente que ha sufrido penas de cárcel, para los exiliados, para quienes se han tenido que retirar del mundo de la política por la presión de medios y de redes sociales que, cuidado, no están solamente en manos de la derecha y la extrema derecha, también hay izquierda y otras posiciones. ¿Cuando decía que también hace falta meter mano a los medios, en qué sentido es? Hay mucho que se puede hacer para ganar en transparencia y calificar adecuadamente qué es un medio de comunicación y qué no es un medio de comunicación. Se ha hecho esa reflexión también en relación a las acreditaciones para entrar en el Congreso, porque hemos visto situaciones profundamente lamentables protagonizadas por supuestos medios. Hay que penalizar no solamente a quien comete delitos de odio y de otras características en los medios, sino también a los medios que los amparan, los difunden, los replican. Este fin de semana, coincidiendo con el periodo de reflexión del presidente, se ha elegido la nueva ejecutiva de Sumar, de la que forma parte como responsable de Internacional y de Europa. ¿Cómo ve esta nueva fase que se afronta? Sumar tenía que dotarse de una organicidad y por fin tiene esa organicidad. Y ahora tiene que empezar a andar y ver cómo se conjuga la convivencia de diferentes culturas políticas y de partidos, movimientos y personas en el mismo espacio. Es el gran reto de la izquierda, y es un reto inconcluso desde hace muchísimo tiempo. Hace un año aproximadamente se celebró el acto de Magariños, que supuso el punto de salida de Sumar. Desde entonces se produjo la lista unitaria del 23J con con un montón de actores que antes no habían concurrido juntos. Eso se rompió, Podemos está en el Grupo Mixto y ha habido competición electoral en Galicia y en Euskadi. Y ahora vendrán las europeas con una lista de Sumar y otra de Podemos, encabezada por Irene Montero. ¿Qué opina de esa competición y división? Yo siempre aposté por la lista unitaria y por la incorporación de Podemos. De hecho, lideré una lista de Unidas Podemos porque siempre he creído en la confluencia, y me incorporé a Sumar porque era una confluencia. Nunca he sido una persona orgánica ni de partido. Y sigo creyendo que hay que aprender a articular en la pluralidad y en la diferencia. Que esto no haya salido bien o no haya salido todo lo bien que hubiéramos querido a lo largo de este tiempo, no dice nada acerca de si es o no es deseable. Yo creo que es deseable. Recordaba que en 2019 encabezó la lista de unidad de Unidas Podemos para las elecciones europeas, y ahora se daba por descontado que pudiera repetir en la lista de Sumar para las elecciones europeas de junio. ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué al final no repite en la lista de Sumar? Ha sido el producto de una negociación donde se ha decidido optar por otros candidatos. A mí me apena muchísimo no repetir. Reivindico, por supuesto, mi trabajo y el trabajo de mi equipo. Los resultados son claros, pero no reivindico un escaño porque los escaños no son de nadie y no tienen nombre y apellido. A mí me avala mi trabajo. Ese trabajo se ha dado por terminado en el Parlamento Europeo y no tengo mucho más que decir. Espero poder ser útil en otro lugar, y estoy segura de que voy a seguir luchando por las mismas causas, esté donde esté. Y hay muchos sitios en los que yo he estado antes, como la universidad, y en los que puedo llegar a estar en el futuro y desde donde esa lucha puede ser muy útil y muy transformadora. Insisto en que todo el mundo es prescindible, también yo, y los escaños no son nominales. Esa lucha suya siempre ha estado atravesada por el feminismo, el ecologismo, los derechos humanos, los derechos civiles, por confrontar desde esos espacios la ola reaccionaria... Y en esos ámbitos también se ha desarrollado su tarea en el Parlamento Europeo, como vicepresidenta de la Comisión de Mujeres e Igualdad de género del Parlamento Europeo y miembro de la de Empleo y de la de Agricultura. Estoy muy orgullosa de haber formado parte del Parlamento Europeo en esta legislatura, que creo que ha sido la legislatura de las Mujeres. Hemos pedido la reforma de la Carta de Derechos Fundamentales para incorporar el derecho al aborto como derecho autónomo; hemos conseguido la ratificación del Convenio de Estambul en la parte en la que la Unión Europea era competente; hemos luchado para que la violencia de género fuera un eurodelito y, aunque no lo hemos conseguido, sí hemos conseguido sacar adelante una directiva de violencia contra las mujeres donde falta el tipo penal de la violación, si bien está contemplado en la parte preventiva y se plantean un montón de medidas que van a mejorar la vida de las mujeres en toda la Unión Europea, donde solamente tenemos dos leyes de violencia de género. También hemos sacado, y ahí he sido protagonista y estoy muy contenta, una reforma de la directiva de trata donde se plantea la criminalización de la demanda y de la gestación subrogada cuando se cumplen los requisitos del tipo penal de la trata, que son dos cuestiones bastante ambiciosas y que ha salido adelante en el Pleno con solo siete votos en contra. Es decir, que hemos negociado muy bien y hemos hecho muy buena pedagogía. Y hemos apoyado la ratificación del Convenio 190 de la OIT, donde se aborda todo lo que tiene que ver con el acoso y la violencia en el trabajo. Además, hemos sacado una estrategia europea de cuidados, que ya sabemos que es un espacio profundamente feminizado; una directiva de transparencia salarial que aborda la brecha salarial de género, que se traduce en una enorme brecha de pensiones; hemos sacado la directiva de salarios mínimos, teniendo en cuenta que el 59% de las personas que reciben salario mínimo son mujeres... Así mismo, se ha apostado por que la transición ecológica y digital tuviera perspectiva de género, y se pudiera formar a personas más vulnerables para incorporarse a ese cambio. También hemos apostado por el Pacto Verde, y ahí protagonicé el trabajo en la estrategia de la granja a la mesa en la pata alimentaria del Pacto Verde: como también he estado en agricultura, he trabajado sobre la reforma de la PAC. En fin, creo que ha sido desde el punto de vista social, ecologista y feminista, una legislatura envidiable que no va a tener parangón, me temo, en los años próximos. De hecho, al final de la legislatura se ha estado viendo cómo las derechas se han ido descolgando del desarrollo del Pacto Verde Europeo, muy contaminadas por un debate en torno al campo, como si fuera incompatible el campo con la transición verde. Hemos tenido el acoso, y espero que no derribo, de las grandes multinacionales en el ámbito de la alimentación, y de los fondos de inversión, que han planteado desde el minuto uno una contraposición casi estructural entre las políticas ambientales o agroambientales y la política agrícola tradicional. Yo creo que eso obedece a un falseamiento absoluto de la realidad, y además a la ocultación del auténtico problema que tienen los agricultores, que es no solamente el cambio climático, sino también la falta de fertilidad en los suelos, la desertificación y la falta de agua, que no solamente ha provocado el cambio climático, sino también determinadas políticas agrícolas y maneras de abordar la producción agrícola y agroganadera. Entonces, querer meter la cabeza debajo del ala como la avestruz y engañar a los agricultores no es buena cosa. Eso ha encontrado un canal o una posibilidad. Primero con la guerra de Ucrania y ahora, con las sucesivas crisis asociadas a los conflictos y a la nueva política belicista o defensiva de la Unión Europea, se ha aprovechado para suspender en buena parte las exigencias que, ya de manera bastante esquelética, había incorporado la política agrícola común en temas ambientales. Entonces, ¿la culpa no es de la Agenda 2030 como dicen las derechas? La culpa no es de la Agenda 2030, me temo que no. De hecho, la Agenda 2030 yo creo que ni se la han leído. Es curioso cómo agitaban eso la derecha y la extrema derecha para frenar el Pacto Verde siempre. Incluso había un cartel electoral de Vox en el que tiraban la Agenda 2030 a la basura. La derecha y la extrema derecha se han aprovechado de la falta de pedagogía, de la aceleración en las tomas de posición respecto de la cuestión verde en la Unión Europea y, también, por supuesto, de errores que se han cometido en la implementación del Pacto Verde. Yo, por ejemplo, he sido muy crítica con determinadas apuestas energéticas. Una cosa es que tengamos que desarrollar las energías renovables y otra cosa es que sea de recibo que tú apuestes por llenar hectáreas y hectáreas de campos fértiles de placas solares, o instalaciones eólicas, o que se apueste por minas a cielo abierto en la parte oeste de la Península Ibérica. Está claro que se ha abierto ahí también un nicho de inversión que han querido aprovechar los mismos que querían aprovechar el nicho inmobiliario de la construcción. Y la gente también ha visto eso, se ha visto acosada por un proceso acelerado donde había malas intenciones: el acoso que reciben los agricultores por parte de este tipo de empresas multinacionales y por parte de los fondos de inversión es inaceptable. La legislatura arrancó marcada por una pandemia que nadie podía imaginar. Y se produce una respuesta ante una crisis total diferente a como la UE afrontó la crisis anterior: se mutualizó deuda, se hicieron unos fondos de de recuperación como nunca habían existido... Parecía casi que se podía estar ante un relativo cambio de paradigma. Y ahora empiezan a aparecer síntomas de retroceso. Lamentablemente, sí. De hecho, lo más importante es que se suspendió el Pacto de Estabilidad, y eso nos dio desahogo para desarrollar el pilar social y todas esas políticas tan positivas de las que he hablado antes. Y ahora vuelve otra vez el fantasma de la austeridad, y lo hemos visto en el Semestre Europeo, se vuelve a las andadas de forma profundamente lamentable. En parte ya se está viendo el ascenso de las derechas y la extrema derecha en diferentes estados de la Unión Europea. Y ahora de manera oportunista hay gente como Ursula von der Leyen, por ejemplo, a quienes no les importa volver al punto de partida. La pandemia demostró que cuando hay voluntad política se pueden hacer cambios rápidos, sustanciales, efectivos y muy positivos. Y, por tanto, hay una Europa mejor que es posible. También en el Pacto Migratorio se ha visto cómo pueden penetrar los discursos más duros de la extrema derecha y de la derecha, que tiene mucho que ver con la correlación de fuerzas que hay en el Consejo. Al final, cuantos más gobiernos conservadores haya en el Consejo más difícil será que se impongan posiciones progresistas en la UE. El Pacto Migratorio se ha saldado de manera lamentable, con una solidaridad a la carta por la que tú puedes pagar 20.000 euros por no reubicar personas. Y que esos 20.000 euros puedan ir a destinados a la Europa fortaleza para cerrar todavía más a Europa. Ese chovinismo del bienestar del que hablaba Jürgen Habermas en su momento, el racismo cultural, el fomento del miedo al otro que nos va a quitar los servicios sociales, nos va a atracar y atacar. Todo eso no nos hace ningún bien. Y, además, estimula claramente las políticas de las derechas y de las extremas derechas, que son las políticas del miedo. Nosotros hemos votado, por supuesto, en contra del Pacto Migratorio, y me llevo un sabor agridulce, porque creo que podía haberse avanzado de otra manera. Hemos cerrado Europa más con políticas de expulsión que no cumplen con el derecho internacional y con el derecho de asilo y refugio, con más militarización, con más externalización de fronteras, con más países gendarmes, con más pánico, en definitiva. Yo creo que eso conduce al darwinismo social y ahí quienes pierden pues son los de abajo. A menudo se dice que el discurso del miedo siempre despierta los peores instintos. Ahora se está denunciando mucho la posibilidad de una guerra, y siempre parece que después de la enunciación de una idea a continuación viene su materialización. Si, la profecía autocumplida. Sí. Muchas veces estamos en la distopía del bote salvavidas, en la que tú estás dentro y el otro está fuera y no cabe nadie; la parábola de El banquete de la naturaleza maltusiano. Y eso es terrible, porque yo creo que deberíamos estar en la utopía de la nave Tierra, si lo queremos ver así, más que en la distopía del bote salvavidas. Y es una cuestión simplemente de manera de ver las cosas, como todo el mundo sabe en Filosofía Política, materia que he enseñado en mi vida académica: que el hombre sea un lobo para el hombre o no lo sea, pues es algo que podemos elegir. Simplemente. No hay absolutamente ninguna tesis fidedigna de carácter antropológico que demuestre que somos seres en esencia egoístas y que tenemos que temer al otro o tenemos que tener miedo de que el otro nos ataque. Podemos cooperar en lugar de competir. Y eso lo podemos elegir. Las derechas han elegido un modelo social y nosotros, personas de izquierdas, deberíamos elegir el otro. Y si tenemos dudas con eso, si no lo tenemos claro, entonces nos hundiremos, iremos flaqueando hasta desaparecer. La izquierda en España ha defendido históricamente la autonomía de la defensa en contraposición a la OTAN, que al final es una organización militar cuyo jefe está en la Casa Blanca. Sin embargo, el debate en estos últimos meses ha pasado desde esa autonomía europea a una suerte de belicismo europeo. La espiral belicista es clarísima. Empezamos hablando de la legítima defensa de Ucrania, que es evidente que tiene sentido. Hablamos también de Gaza, y pensamos que la gente tiene derecho a defenderse frente a un ataque que es ilegítimo e ilegal, y frente a una agresión, sea del tipo de la que Israel está desplegando sobre Gaza, sea del tipo de la que Putin desplegó sobre Ucrania. Y de ahí, hemos pasado a una carrera armamentística, al incremento desmesurado de los presupuestos en defensa, a asumir que hay que derivar recursos del pilar social al defensivo, y a que la única forma de defendernos es volver a armarnos. Yo creo que eso hay que resistirlo: no podemos volver a los años de la Guerra Fría ni a años anteriores peores. Hay que pararlo. Dice que hay que pararlo. Pero parece que estamos en una espiral de declaraciones, Von der Leyen dijo hay que tener un comisario de Defensa, aunque no vaya a tener competencias en los ejércitos porque es una cosa de los Estados. Ella arrancó la anterior legislatura diciendo que había que apostar por la transición verde y digital, y ahora pareciera que la agenda pasa por lo militar. La agenda de Von der Leyen ha demostrado ser muy oportunista durante toda la legislatura. Ella no empezó defendiendo ni a las mujeres ni al Pacto Verde. Recordemos que fue presidenta tras una segunda votación que salió adelante solo por nueve votos, porque justamente no defendía ni el Pacto Verde ni la agenda feminista. Después lo ha hecho y lo ha hecho relativamente bien, ya lo comentábamos antes, pero ahora no tiene ningún empacho en volver a ser la ministra de Defensa que siempre fue. A mí es una persona que no me genera ni la más mínima adhesión. Ya voté en contra en su momento y ahora votaría en contra: no tengo ningún interés en que esta señora sea la presidenta de la Comisión. Dicho esto, creo que la defensa no pasa únicamente por incrementar el armamento ni por dotarnos de más y mejores ejércitos. Se ha olvidado la existencia de la ONU, por ejemplo, y creo que sería interesante volver a plantearse el papel de la ONU, en qué manera se puede democratizar y se puede profundizar el mandato de la ONU, que también es un mandato defensivo, solo que desde otros esquemas de seguridad. Además, la seguridad solo puede ser real si es seguridad de todos y para todo, porque si es solo la seguridad de algunos y en algunas cosas, siempre será insuficiente. Creo que si pensáramos más en la ONU y menos en la OTAN nos iría mejor. Quizá estos sean algunos de los asuntos que más fricciones puedan generar entre el grupo de La Izquierda, que es en el que estaba inscrita, y los Verdes, que es otro el grupo al que fueron integrantes de la lista de UP y al que irán también de la lista de Sumar. Bueno, los Verdes son variados, como también es variada La Izquierda [The Left]. Y algo que sucede en el Parlamento Europeo, y que no todo el mundo sabe, es que no hay ninguna homogeneidad en los grupos parlamentarios. En La Izquierda ha habido gente, tengo que recordar, lamentándolo mucho, porque es mi grupo parlamentario, que ha votado en favor de Israel en las sucesivas votaciones que hemos tenido y en resoluciones donde se ha pedido el alto al fuego, y se han opuesto a ese alto al fuego. ¿Los alemanes? Y los nórdicos, y algunos franceses en según qué resoluciones y según qué enmiendas. No hay homogeneidad, y en los Verdes se ubican ERC y el BNG, que han votado de manera distinta al resto del grupo. Hay, además, libertad de voto y hay muchas cosas que los parlamentos estatales deberían aprender del Parlamento Europeo, que es el mejor lugar donde se puede trabajar políticamente y donde se puede legislar. En todo caso, mi filiación política es claramente la de The Left, porque desde ahí creo que es más fácil defender ciertas cosas, aunque entiendo que se puede hacer buena política casi que desde cualquier grupo parlamentario. Hablando de eso, de que es un buen sitio para trabajar el Parlamento Europeo: si uno piensa en la legislatura de estos cinco años en Bruselas, ni existía Gobierno de coalición en España, ni Sumar, Pablo Iglesias todavía no había sido vicepresidente, por el camino han ido pasando diversas elecciones, Carles Puigdemont está a punto de volver porque se ha negociado una ley de amnistía.. Pero, en cambio, en Bruselas... Aquello permanece. Y eso es bueno. La parte positiva es que permite trabajar con más tranquilidad. A mí me parece muy positivo. Yo siempre he pensado que lo verdaderamente republicano son los procedimientos. Hay personas republicanas y personas que no lo son, pero eso no garantiza nada, lo que garantiza una política republicana, más democrática y más profundamente democrática, son los procedimientos. Y hay un elemento importante para legislar y para hacer política, que es el tiempo. No hay absolutamente nada que se pueda hacer ni se pueda hacer bien sin tiempo. Si tú estás permanentemente acosado por elecciones posibles, probables y permanentemente rodeado de medios de comunicación que incentivan el conflicto, la polarización y por lo tanto, la llegada, entre comillas, inevitable de esas supuestas elecciones, eso no te permite concentrarte en el trabajo ni te permite legislar adecuadamente. En el Parlamento Europeo no pasa eso. Sabemos que tenemos cinco años, son cinco años seguros y eso fomenta al menos dos cosas importantes: uno, hacer proyectos a medio o largo plazo en esos cinco años, que es una carrera universitaria, que es un proyecto de investigación en la universidad, un plazo adecuado; y dos, negociar con el que tienes al lado, porque salvo que se marche por voluntad propia o le pase cualquier otra cosa desgraciada, es la persona con la que vas a tener que trabajar. Eso permite que seas más creativo a la hora de desarrollar argumentos persuasivos. Y eso es muy importante, porque estimula la racionalidad, que no es sino la capacidad argumentativa y desestimula la locura y la perturbación. Creo que es importante, porque todos tenemos momentos de locura y todos nos podríamos dejar llevar por la pasión en un momento dado. Hay procedimientos que expulsan o, al menos amortiguan, esa salida. Eso pasa en el Parlamento Europeo, y pasa justo lo contrario en cualquier parlamento estatal. Y hay otra cuestión: nosotros no interesamos a los medios más que puntualmente, y eso es algo bueno, porque no siempre tenemos cosas que contar. Es que hay muchos periodos en la vida en los que uno no tiene nada que decir ni nada que contar. Y está bien que esté callado sin más, y que hable cuando corresponda; esto es, cuando haya hecho algo de interés. Y no todos estamos haciendo cosas de interés todos los días, hacemos cosas de interés algunas veces, si es que tenemos la suerte de hacerlas alguna vez. Por tanto, no pasa nada por estar en el perfecto ostracismo durante una temporada incluso larga. Falta mucho silencio en política, mucho, y está bien que no tengamos tanto foco mediático. Los políticos profesionales que van allí se agobian, porque descubren rápidamente que a pesar de las hiperventilaciones y de las necesidades permanentes de llamar la atención, los medios no ven ninguna necesidad de cubrirles. Y, bueno, pues a mí me parece que eso está muy bien. Yo creo que nos ayuda a trabajar, a pensar, a dialogar, y aunque los resultados no siempre son de nuestro agrado, por supuesto, porque a veces perdemos en esas negociaciones, como ha pasado con el Pacto Migratorio, y en otros casos no. Pero sí permite que los procesos sean más razonables y más racionales. Históricamente el Parlamento Europeo también ha sido la parte más ambiciosa desde un punto de vista progresista, si queremos, en comparación con el Consejo o la Comisión. También es verdad que tradicionalmente las familias que han dominado las instituciones han sido socialdemócratas, democristianos y liberales. Ahora a veces se ha basculado con apoyos de Verdes y La Izquierda, y a veces con los ultraconservadores. Sin embargo, parece que las nuevas elecciones pueden traer un cambio de ese mapa hasta el punto de que pueda haber mayorías estables de las derechas con liberales y la extrema derecha. Todo indica que puede ser así. Son muy importantes estas elecciones. El Parlamento Europeo siempre ha sido la institución más progresista. Si se compara con la Comisión, y desde luego con el Consejo, que es retardatario por definición. Y esto también lo digo para quienes aspiran a volver al Estado nación, que sería profundizar aún más en la regresión, por eso quienes quieren volver al Estado nación son precisamente los más reaccionarios. El Parlamento siempre hemos sido la parte más progresista. ¿Esto puede cambiar? Sí, puede cambiar. Ursula von der Leyen en el debate del lunes ya abría la posibilidad de un acuerdo con ECR, donde está Vox y donde está también Meloni. Y esto ya nos está dando pistas de qué es lo que puede venir. A mí me da mucha pena, porque The Left incluso puede crecer, pero nosotros, como grupo pequeño en la Cámara hemos tenido que pelear muchísimo para modificar cosas, para incorporar enmiendas, y pensar que ese trabajo puede llegar a ser incluso inútil durante cinco años porque haya un rodillo por parte de la derecha y la extrema derecha es demoledor. Me parece letal, y además una homogenización ya entre Comisión, Consejo y Parlamento que nos puede llevar a una Unión Europea que nos recuerde a momentos de los que hemos salido. Yo siempre he sido eurocrítica, pero mi paso por el Parlamento me ha hecho ver muchas cosas positivas de la Unión Europea y del Parlamento que no había visto antes. Espero no tener que volver a posiciones que han sido felizmente superadas. Aunque, bueno, si hay que protestar contra la Unión Europea y llega el caso, ahí estaremos. Tras las elecciones del 9 de junio, a principios de julio habrá un pleno en el que los diputados salientes dejan el paso a los diputados que llegan. ¿Qué hará a partir de entonces? Yo dejo de ser eurodiputada el 16 de julio y, a partir de ahí, está todo abierto. Todo el mundo sabe que soy profesora universitaria, que la universidad es mi casa, y para mí trabajar desde la universidad es un honor; hay que poner en valor lo que hacen los universitarios en la investigación, en la docencia, de manera que no descarto eso y tampoco descarto otras salidas profesionales. Estoy abierta a todas las posibilidades, la verdad. Y tendría que ver, bueno, en qué medida esas salidas profesionales son más o menos compatibles con mi continuidad en una ejecutiva o con el desarrollo de funciones orgánicas. Está todo abierto y todo se puede redefinir.
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eldiario.es
Moncloa confía en remontar el vuelo tras el 12M mientras ve a Feijóo “desconcertado y desaparecido”
Objetivo Catalunya. Tras los cinco días de abril, Moncloa tiene la vista puesta en el próximo domingo. “Pedro Sánchez remontará sin duda el vuelo  tras el 12M”. El vaticinio es de un socialista que confía en que el resultado de Salvador Illa en las elecciones catalanas sirva de acicate a un Pedro Sánchez que en este puente de mayo “ha cargado pilas tras recibir un apoyo entusiasta” durante su visita por sorpresa a la Feria de Abril en Barcelona. El presidente almorzó después con el alcalde de la Ciudad Condal en un conocido restaurante y “contó igualmente con el cariño de la gente”, añade el mismo interlocutor, para quien estos días han supuesto un “chute de energía” para el líder de los socialistas. Si Salvador Illa, además de ganar las elecciones, obtiene un buen resultado y, de paso, consigue gobernar la Generalitat cobraría sentido la estrategia de Sánchez con Catalunya y el independentismo. “El discurso del PP [añade un veterano del PSOE] quedaría sepultado y, además, se cerraría para siempre la página del procés”. De momento, en el Gobierno y en Ferraz la consigna es no hablar de pactos postelectorales, entre otros motivos, porque nadie descarta que la política de vetos cruzados y la rivalidad entre los partidos de Puigdemont y Aragonés haga imposible la gobernabilidad y haya que repetir elecciones.  El candidato de los socialistas catalanes se ha visto así obligado a matizar unas declaraciones en las que hace unos días se abrió a un pacto con Junts en el caso de que priorice la independencia. Ahora, descarta cualquier entendimiento con los de Puigdemont porque ambos partidos, añade, “tienen lógicas incompatibles”.  Los escenarios que se abren tras la cita con las urnas del 12M son varios, pero el más beneficioso para Sánchez sería sin duda que los independentistas no sumaran mayoría absoluta y poder reeditar su apuesta a nivel nacional, esto es un gobierno del PSC con Sumar -comunes- con apoyo externo de ERC. Pero ese escenario necesitaría inexorablemente un aumento notable de escaños del PSC, que parte de los 33 que sumó hace cuatro años y que la candidatura de Jéssica Albiach, claro, no retroceda respecto a los ocho diputados que obtuvo entonces.  En lo que resta de campaña, Sánchez no tendrá más agenda que Catalunya y no sólo porque sea consciente de la importancia que el resultado tiene para su proyecto político, sino también por el respaldo y las muestras de apoyo que allí ha encontrado tras sus cinco días de reflexión y su clamor por la regeneración democrática. El presidente reivindica una “política limpia” frente a los que practican la estrategia de “los insultos, bulos y desafiliaciones” con la que ha logrado instalar el marco de una necesaria agenda de reformas con la que acabar con la politización de la justicia y poner coto a la desinformación. Toda una dosis de recuerdo sobre la responsabilidad del PP en el bloqueo del CGPJ por razones estrictamente partidistas y porque mantiene en el órgano de gobierno de los jueces una mayoría, que no se corresponde con la del Parlamento y que no está dispuesto a perder. Frente a un Sánchez al que ven fortalecido tras su ¿crisis emocional?, en La Moncloa pintan a un Feijóo “desconcertado con que el presidente haya resurgido de nuevo” y “desaparecido” ya que ni siquiera acudió a la tradicional recepción del 2 de mayo en la Puerta del Sol. Si fue por evitar a Ayuso o por tomarse dos días de descanso, sólo él lo sabrá, pero su ausencia ha alimentado análisis para todos los gustos. No en vano, en Génova admiten que el presidente del Gobierno ha vuelto a imponer un marco emocional del que sale reconfortado mientras el PP tiene dificultades para sacar partido de la comisión Koldo en el Senado y a su líder le cuesta desmarcarse del discurso duro del ayusismo  para no ser devorado internamente. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Esto, unido a que la comisión del caso Koldo impulsada por el PP en el Senado no está resultando como esperaban en Génova, ha elevado el nivel preocupación entre los cuadros y abierto la espita de la crítica interna. “Más allá de los habituales circos de Ayuso, a los que ya casi ni se presta atención [sostiene un estrecho colaborador de Sánchez], en el PP no se vislumbra más estrategia que la de redoblar el nivel de insultos. No parece que sea ésta la mejor manera de responder a un momento en el que urge rebajar el nivel de decibelios en la política, especialmente en la M-30 madrileña”. Los socialistas defienden que la toxicidad que desprende la esfera pública y el permanente clima de confrontación no se percibe, en ningún caso, más allá de Madrid, y que mantener la tensión puede penalizar a un Feijóo que además sabe que, en este momento, no hay entre los socios parlamentarios de Sánchez intención alguna de provocar una crisis que pueda aupar al PP al Gobierno. Y aún así, el jefe de la oposición persiste en su estrategia: exacerbar la crítica con intención de pescar en el caladero de Vox y cegar así cualquier posibilidad de entendimiento con el nacionalismo vasco o la derecha catalana de Junts.  Y todo ello a un mes de unas elecciones europeas en las que Feijóo vuelve a someter a examen su continuidad como líder, después del irrelevante resultado en las autonómicas de Euskadi y de las catalanas del próximo domingo, en las que el PSC volverá a ser previsiblemente primera fuerza política e insuflará con ello oxígeno a Sánchez para movilizar a la izquierda ante los comicios al Parlamento de Estrasburgo. Mucho más, después de que los socialistas hayan logrado imponer un marco, como el de la desinformación y la regeneración democrática que creen que les puede ser propicio en un momento en el que la ultraderecha avanza en Europa. Es en este mismo contexto en el que, tras el informe de la ONU sobre las llamadas “leyes de concordia”, el Gobierno volverá a hacer del miedo a la derecha y de los acuerdos PP-Vox el eje de la campaña socialista. Esta semana el informe del Relator Especial y del Grupo de Trabajo sobre desapariciones forzadas de la Organización de las Naciones Unidas ha denunciado que las normas aprobadas por los gobiernos autonómicos, como contrarreforma a la legislación sobre Memoria Democrática del Ejecutivo de Sánchez, ponen en riesgo el cumplimiento de la legislación internacional sobre la preservación de la memoria histórica de graves violaciones de derechos humanos.  Un terreno, el de la memoria histórica, resbaladizo sin duda para los populares y que les iguala a la ultraderecha por más que hayan salido todos en tromba a descalificar el informe de Naciones Unidas. Con Vox o sin Vox, el caso es que entre algunos barones empieza a cundir la sensación de que Feijóo no termina de cuajar y que Sánchez puede otra vez dar la vuelta a una tendencia que algunos en Génova veían como la consolidación al alza de su propia marca. Veremos.
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Adiós a los sobres de kétchup y el minibote de champú
Es un adiós, aunque matizado, a infinidad de paquetes de plástico de un solo uso que hoy engordan la enorme montaña de basura con la que lidia, sobre todo, el mar. Para 2030, los supermercados, restaurantes u hoteles españoles deberán acabar con los sobres unidosis de salsa o los microbotes de champú. También deberán permitir que un cliente rellene su propia taza de café para llevar. Así lo aprobó el Parlamento Europeo hace una semana, en una decisión que allana la nueva norma europea sobre empaquetado. El objetivo principal es reducir el ingente número de envases que se utilizan a diario. Entre 2009 y 2020 el volumen total creció un 20%, según Eurostat. En 2021 los envases generaron 84 millones de toneladas de basura (el 20% de plástico). Unos 180 kg por persona y año. La regulación busca una rebaja del 5% para 2030, 10% para 2035 y 15% para 2040. La pregunta es ¿cómo? Pues, por un lado, prohibiendo que se ofrezcan algunos de los tipos de envases desechables más generalizados y, por otro, recurrir más a la reutilización y la recarga de envases propios. En otras palabras, terminar con muchas minidosis de comida o cosméticos y permitir ir a un take away con tu propio recipiente para llevarte la comida o la bebida. Nuevas reglas para los envases en la Unión Europea A partir de 1 de enero de 2030 La nueva normativa prevé que no se vendan Envases de frutas y verduras frescas sin procesar. Las clásicas bandejas de tomates o zanahorias, por ejemplo (*) Los alimentos y bebidas que se sirven en las cafeterías y restaurantes “que no necesitan más elaboración y suelen consumirse en el propio envase” Porciones individuales. Como son las monodosis de, por ejemplo, salsas como el kétchup o el azúcar Los “envases pequeños de higiene personal”, como los microbotes de gel Bolsas de plástico “muy ligeras” (15 micras o menos) Bares, cafeterías o restaurantes de take away deberán permitir que los clientes lleven sus propios recipientes –adecuadamente limpios– para llevarse la comida o la bebida. También que un porcentaje de sus propios envases sean reutilizables (*) En España, la regulación nacional ya prevé esta medida aunque no se ha implementado totalmente GRÁFICO: IGNACIO SÁNCHEZ. FUENTE: PARLAMENTO EUROPEO Nuevas reglas para los envases en la Unión Europea A partir de 1 de enero de 2030 La nueva normativa prevé que no se vendan Envases de frutas y verduras frescas sin procesar. Las clásicas bandejas de tomates o zanahorias, por ejemplo (*) Los alimentos y bebidas que se sirven en las cafeterías y restaurantes “que no necesitan más elaboración y suelen consumirse en el propio envase” Porciones individuales. Como son las monodosis de, por ejemplo, salsas como el kétchup o el azúcar Los “envases pequeños de higiene personal”, como los microbotes de gel Bolsas de plástico “muy ligeras” (15 micras o menos) Bares, cafeterías o restaurantes de take away deberán permitir que los clientes lleven sus propios recipientes –adecuadamente limpios– para llevarse la comida o la bebida. También que un porcentaje de sus propios envases sean reutilizables (*) En España, la regulación nacional ya prevé esta medida aunque no se ha implementado totalmente GRÁFICO: IGNACIO SÁNCHEZ. FUENTE: PARLAMENTO EUROPEO La cantidad de cosas que todavía son de usar y tirar La ley prohíbe desde julio de 2021 una batería de elementos plásticos desechables (un buen bocado del flujo de basura hacia los océanos) como los platos y cubiertos, paquetes de comida y bebida de poliestireno, pajitas, removedores o bastoncillos. Pero quedaban un montón de envases de uso habitual que también se desechan apenas abiertos. Entre los empaquetados cotidianos que deberían desaparecer en Europa están: Los envases de frutas y verduras frescas sin procesar. Las clásicas bandejas de tomates o zanahorias, por ejemplo. “Esta medida ya estaba prevista en España con el último real decreto de empaquetado, pero ha pasado el plazo y todavía no se ha implementado”, dice el responsable de consumo y biodiversidad en Greeenpeace, Julio Barea. La norma española permite una serie de excepciones que debían concretarse en un listado de variedades exentas. La fecha tope para adaptar los supermercados llegó el 28 de diciembre de 2023. Los alimentos y bebidas que se sirven en las cafeterías y restaurantes “que no necesitan más elaboración y suelen consumirse en el propio envase” como una ensalada rápida. Porciones individuales. Como son las monodosis, por ejemplo, de azúcar o de salsas como el kétchup, mostaza o mayonesa. Los “envases pequeños de higiene personal”, como los microbotes de gel o champú que se ofrecen en hoteles. Bolsas de plástico “muy ligeras” (15 micras o menos). Estas últimas especificaciones “sí son novedosas para la realidad española”, cuenta Barea. En 2022, la propia Comisión Europea evaluó que había una “pobre implementación” de numerosos aspectos de la Directiva de Residuos de Envases debido a la “creciente generación” de desechos de envases (a pesar de las disposiciones legales para que se redujera), las barreras para el reciclaje y la reutilización de envases como el propio diseño de los paquetes o la mezcla de componentes. Y por último, la baja calidad de los materiales que hacía que los fabricantes prefirieran plástico virgen. “Los principales problemas son de mercado y de regulación”, concluía. “La directiva de 2019 se había quedado un poco corta. Todavía hay muchos tipos de envases de un solo uso en circulación y huecos por donde pueden escaparse”, analiza el responsable de residuos de Ecologistas en Acción, Carlos Arribas. Así, que “a pesar de que se haya aguado un tanto la ambición desde la primera versión, creo que es un paso adelante”. Julio Barea también coincide en que es un avance “porque armoniza la materia en la Unión Europea” y destaca “que se abre claramente la puerta a poner en marcha un sistema de devolución de envases” –llevar botellas de refresco al comercio y recuperar parte del precio–. Sin embargo, matiza: “Se le ha introducido la salvedad de que se debería implementar si no se alcanza una recuperación de envases del 90% hacia 2040”. No gracias, traigo mi taza Además de sacar de la circulación envases, las nuevas normas europeas indican que “los distribuidores finales de bebidas y comida para llevar tendrán que ofrecer a los consumidores la opción de aportar su propio recipiente”. Eso implica que el cliente tendrá el derecho a que le rellenen un envase propio (adecuadamente limpio) para llevarse un refresco o una bebida caliente, pero también comida. Al mismo tiempo, la regulación indica que esos mismos establecimientos deberán ofrecer un porcentaje de los envases que vendan de manera que sean reutilizables más adelante. Lo compras, te lo llevas, los lavas y puedes regresar al negocio para que te lo rellenen. “Un 10% de aquí al 2030”, especifica la regla europea a punto de culminarse (ya cuenta con el acuerdo entre el Parlamento y la Comisión, solo faltan los Estados). Precisamente el pasado lunes se cerraba en Ottawa (Canadá) la cuarta ronda de negociaciones para redactar el tratado internacional (legalmente vinculante) sobre basura plástica. “Vemos que hay una coincidencia sobre acabar con los usos perjudiciales y evitables del plástico”, ha dicho la directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen. Y entre ellos destacan “los plásticos de un solo uso”. Con todo, “el tiempo está en nuestra contra, la basura de plástico sigue chorreando hacia los ecosistemas”, ha descrito Andersen en la ciudad canadiense. La negociación definitiva será en Corea del Sur del 25 de noviembre al 2 de diciembre. 
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Bette Gordon, profesora en Columbia: "La única solución es que los jóvenes se levanten, como hicimos con Vietnam"
Lo primero que hace la cineasta Bette Gordon (Estados Unidos, 1950) antes de comenzar la entrevista es mostrar su gran preocupación por lo que está sucediendo en la Universidad de Columbia, donde ella ejerce como profesora en la Escuela de Artes, con la represión policial a los estudiantes que se manifiestan contra la guerra en Gaza. Gordon –referente del cine experimental en Estados Unidos y pionera de la realización de películas con enfoque feminista en los años 80– ve en estas protestas similitudes y diferencias con lo que sucedió en los años 60 en su país, cuando una generación luchó contra la guerra de Vietnam y las mentiras del Gobierno estadounidense de la época. La realizadora visita por segunda vez Galicia para asistir al festival Play-Doc de Tui (Pontevedra), esta vez como miembro del jurado internacional del evento, que celebra su XX edición y se ha consolidado como una de las mejores citas del cine documental en España. Gordon ve con mucha preocupación la posibilidad de que Donald Trump vuelva a ser presidente de su país el próximo otoño y confiesa ser incapaz de entender un fenómeno que lleva a millones de compatriotas a estar “hipnotizados” por una persona que es “incapaz de articular ideas”. ¿Cómo cree que sería volver a filmar hoy en día filmes que uuted realizó en los años 80, como Variety o United States of America? ¿Serían películas parecidas o muy distintas a las originales? No lo sé. Cuando hice Variety mucha gente me vino después a preguntar por qué no hacía una segunda parte, pero yo creo que cada cosa tiene su momento único para hacerla. Cada film que hago responde a algo que siento en un momento concreto. Cuando hice United States of America con el artista James Benning no había un plan, no había un guion y el film se fue construyendo a medida que se hacía. Todo responde a cómo veo el mundo en el momento en el que algo se está haciendo. No me gustan los remakes, por ejemplo. No los veo nada originales. Precisamente, James Benning hizo un remake de United States of America durante la pandemia y lo hizo igualmente viajando en auto por todo el país y filmando, pero aún no he visto ese trabajo, aunque un día lo veré. Para mí hacer un remake de algo es triste. Antes, para experimentar algo tenías que ir a los lugares y vivir la experiencia, pero hoy en día todo se hace a distancia, la gente no va a ningún lado. Está siempre pendiente de los teléfonos y eso me parece muy aburrido. En teoría la tecnología puede servir también para unir a las personas, pero al final nunca están juntas; solo se unen virtualmente. Ha habido movimientos importantes como Occupy Wall Street o Black Lives Matter que sirvieron para galvanizar a la gente y hacer que la gente saliese a la calle y no estuviese solo pendiente de sus teléfonos. Ojala haya más movimientos así. Estados Unidos va a afrontar una encrucijada con las elecciones a finales de año y parece que la posibilidad de que Trump vuelva a ser presidente es muy real. ¿Qué cree que puede pasar en el país si esto finalmente sucede? Vivo con miedo a que eso pueda suceder, y como yo hay mucha gente, claro. No es solo el hecho de que sea un líder de ultraderecha, es que su capacidad de hablar es muy reducida y es incapaz de articular ideas, lo que hace es repetir constantemente eslóganes. ¿Qué nos dice esto de la gente que lo sigue? Nadie es capaz de explicar este fenómeno. No hay forma de dialogar con una gran parte del país. Es como si estuviesen hipnotizados o perteneciesen a una secta. Me preocupa mucho lo que puede suceder con la gente joven. Nuestra generación creció con las imágenes de la guerra de Vietnam y eso movilizó a la gente y decidimos que no íbamos a admitir las explicaciones del Gobierno y protestamos en las calles contra aquella guerra. También pasó después en Irak y ahora pasa con las manifestaciones en las universidades contra la guerra en Gaza porque los estudiantes se sienten traicionados por el Gobierno y saben que Estados Unidos sigue apoyando a Israel. Estoy muy preocupada por lo que está sucediendo con los derechos de las mujeres en Estados Unidos porque están en riesgo los que han conseguido en los últimos años. Sucede con el tema del aborto en algunos estados, como Arizona, Texas o Tennessee, donde están muriendo mujeres por no poder ser atendidas por médicos. La única esperanza que nos queda es que la gente joven se levante y vaya contra los republicanos porque, si Trump vuelve a ganar, habrá una ley federal que impida a las mujeres tener control sobre sus cuerpos. Nos convertiríamos en algo como lo que describe Margaret Atwood en El cuento de la criada. Esa es la narrativa republicana porque el discurso de Trump no es político, es sobre el poder y por eso es muy peligroso. La única solución es que la gente vote a Biden aunque no esté al cien por ciento de acuerdo con él y también que los jóvenes se levanten como hicimos nosotros contra la guerra de Vietnam. Amigos míos murieron por luchar contra eso y no podemos rendirnos ahora, tenemos que luchar contra lo que está pasando. Si Trump vuelve a ganar, me iré del país porque vivir aquí sería una pesadilla, aunque aún no sé a dónde iría. Espero que la gente se dé cuenta que hay que evitar un desastre y votar por la opción menos mala aunque no te convenza del todo. ¿Cómo analiza lo que está sucediendo ahora en las universidades estadounidenses con las protestas contra la guerra en Gaza? ¿Puede ser un signo de esperanza entre los jóvenes frente a todos los problemas de los que nos ha hablado? Es duro para mí hablar de esto. Por una parte, yo creo en el poder de las voces y de las manifestaciones, sin embargo, la mayor parte de los estudiantes en Columbia protestaban sobre todo por el hecho de que los impuestos de Estados Unidos sirvan para financiar una guerra en la que mueren mujeres y niños, y luego había otro pequeño grupo que instalaron tiendas de campaña y organizaban debates sobre lo que estaba pasando. Ellos gritaban consignas con las que los otros estudiantes seguramente no estaban de acuerdo. Se puede decir que había dos tipos de protesta al mismo tiempo. Y la verdad es que no había nada de violencia allí, la gente veía las tiendas de campaña y sabía que era contra la guerra en Gaza. La facultad y los profesores apoyamos esa libertad de expresión porque creemos que el debate y el desacuerdo es bueno mientras no haya violencia. Parte de los estudiantes empezaron a sentirse inseguros con la situación que se había creado, aunque no había violencia. Hay que tener en cuenta que hablamos de universidades privadas que funcionan como corporaciones y a ellos no les gusta demasiado el debate y el desacuerdo. En cambio, yo y muchos profesores pensamos que eso es bueno para que los estudiantes puedan aprender. Lo que sucedió es que a las inmediaciones del campus empezó a llegar todo tipo de gente para unirse a la protesta y los medios de comunicación mostraban a esas personas gritando y protestando, no mostraban lo que sucedía en el interior del campus. Los medios enseñan lo que les interesa y no lo que realmente ocurría dentro de la universidad. Es otra consecuencia del capitalismo en el que vivimos. Lo que está pasando ahora explica en buena manera lo que ha pasado con Trump en Estados Unidos. Es un problema sobre todo de falta de educación y de no debatir sobre las ideas.
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