El fútbol español llora y grita: «No tiene ningún sentido jugar»
La tragedia que vive Valencia tras el brutal paso de la DANA por su territorio es de tal magnitud que ha unido como pocas veces a los diferentes protagonistas del mundo del fútbol profesional español. Juntos lloran lágrimas de inconsolable dolor por las víctimas y de desolación por los terribles daños que ha causado el agua desbocada. Juntos también, claman de indignación por la que consideran incomprensible decisión de LaLiga de no suspender la jornada completa del fin de semana. Y, por encima de todo, han activado diversas iniciativas para recaudar y enviar ayuda a los devastados municipios valencianos. El primer desgarro público conocido fue el de Vicente Moreno . El entrenador de Osasuna , nacido hace 50 años en la localidad valenciana de Masanasa , se derrumbó durante la rueda de prensa previa al partido de Liga que su equipo disputó —y ganó (1-0)— este sábado ante el Valladolid en Pamplona: «Quería mandar ánimo y solidaridad a todas las personas que se han visto damnificadas por este desastre, a todos los que han perdido a sus seres queridos. Es muy duro para ellos y para los que tenemos allí familia, amigos, vecinos e hijos. Es muy duro no poder estar allí con ellos». Ese sufrimiento y el decaído ánimo de los técnicos y futbolistas valencianos repartidos por los clubes profesionales de toda España son argumentos principales de quienes abogan por el aplazamiento de todos los partidos. Sin embargo, la empatía no figura en ningún documento de identidad. Es patrimonio universal. Se escribe con las palabras de un argentino, Diego Simeone , que dirige al Atlético: «No tiene ningún sentido jugar esta jornada, es durísimo todo lo que está pasando y es emocionante ver cómo la gente está ayudando con una pala o con lo que tenga y la solidaridad de todos. Habla muy bien de España, del pueblo. Queremos ayudar lo que podamos. Hay gente pasándolo muy mal, es muy triste, pero a nosotros nos dicen de seguir y aquí estamos, siguiendo». La solidaridad no tiene idioma único. Se expresa, por ejemplo, en el inglés (traducido al castellano) de un ciudadano alemán, Hansi Flick , técnico del Barcelona : «Si yo pudiera tomar la decisión, quizá suspendería toda la jornada porque ha sido una tragedia para Valencia y para España». El club azulgrana juega hoy el derbi barcelonés ante el Espanyol . Su homólogo en el banquillo blanquiazul, Manolo Gonzále z, también habló claro: «La situación es muy grave y las vidas humanas están siempre por encima del fútbol». Las manifestaciones en contra de vestirse de corto y saltar al césped fueron multiplicándose. «Se debería haber suspendido la jornada, no tiene ningún sentido», afirmó José Bordalás , entrenador del Getafe . «Quien ponga los horarios y los partidos que se lo haga mirar. Creo que miran más por el dinero que por nosotros», declaró Maffeo , defensa del Mallorca. Su compañero de equipo, Lato , fue más breve, pero igual de contundente: «Nunca se debió jugar». Idéntica opinión manifestó Luis García Plaza , entrenador del Alavés: «No hay por donde cogerlo. Por favor, volquémonos todos en la ayuda, que los políticos ayuden y después que todo el mundo les echemos una mano. Todo mi cariño, el del cuerpo técnico, los jugadores y el club». La ola de protestas llegó a la orilla de LaLiga. Su presidente, Javier Tebas , no es de los que rehúyen el intercambio de pareceres, así que al mediodía de ayer insistió en justificar la decisión de mantener la agenda de partidos prevista, a excepción de aquellos que se deberían jugar en estadios ubicados en la Comunidad Valenciana. Tebas respondió a las quejas con un mensaje publicado en su cuenta de la red social 'X' (antes Twitter) : «Creemos que en la terrible situación que estamos viviendo España, el mejor mensaje no es parar, salvo las zonas afectadas. El mejor mensaje es estar en primera línea en nuestros puestos de trabajo como todos los trabajadores del resto de sectores, dando visibilidad, generando recursos y explicando al mundo que tenemos que estar todos manos a la obra para salir adelante». Más allá de opiniones, el fútbol español se puso en marcha desde el primer minuto para ayudar en lo posible a los miles de ciudadanos que han visto sus vidas arrasadas por la DANA. Así, el Real Madrid y el Villarreal anunciaron la donación de un millón y medio millón de euros respectivamente; los estadios de muchos clubes — Atlético, Real Sociedad, Mallorca, Betis, Sevilla ...— se han convertido en centros de recepción de alimentos y de todo tipo de material necesario en los municipios afectados; otros equipos han optado por entregar la recaudación íntegra del próximo partido que jueguen en casa — Girona, Getafe, Las Palmas, Tenerife ...—; o por realizar una subasta de las camisetas utilizadas por los futbolistas durante esos encuentros — Huesca, Zaragoza, Real Oviedo, Burgos ...—. Tanto dolor y solidaridad con Valencia quedan reflejados para siempre en los rostros de los protagonistas y de los aficionados presentes en las gradas de los estadios durante el sentido minuto de silencio que se guarda antes del comienzo de cada partido.
abc.es
El fútbol español llora y grita: «No tiene ningún sentido jugar»
La tragedia que vive Valencia tras el brutal paso de la DANA por su territorio es de tal magnitud que ha unido como pocas veces a los diferentes protagonistas del mundo del fútbol profesional español. Juntos lloran lágrimas de inconsolable dolor por las víctimas y de desolación por los terribles daños que ha causado el agua desbocada. Juntos también, claman de indignación por la que consideran incomprensible decisión de LaLiga de no suspender la jornada completa del fin de semana. Y, por encima de todo, han activado diversas iniciativas para recaudar y enviar ayuda a los devastados municipios valencianos. El primer desgarro público conocido fue el de Vicente Moreno . El entrenador de Osasuna , nacido hace 50 años en la localidad valenciana de Masanasa , se derrumbó durante la rueda de prensa previa al partido de Liga que su equipo disputó —y ganó (1-0)— este sábado ante el Valladolid en Pamplona: «Quería mandar ánimo y solidaridad a todas las personas que se han visto damnificadas por este desastre, a todos los que han perdido a sus seres queridos. Es muy duro para ellos y para los que tenemos allí familia, amigos, vecinos e hijos. Es muy duro no poder estar allí con ellos». Ese sufrimiento y el decaído ánimo de los técnicos y futbolistas valencianos repartidos por los clubes profesionales de toda España son argumentos principales de quienes abogan por el aplazamiento de todos los partidos. Sin embargo, la empatía no figura en ningún documento de identidad. Es patrimonio universal. Se escribe con las palabras de un argentino, Diego Simeone , que dirige al Atlético: «No tiene ningún sentido jugar esta jornada, es durísimo todo lo que está pasando y es emocionante ver cómo la gente está ayudando con una pala o con lo que tenga y la solidaridad de todos. Habla muy bien de España, del pueblo. Queremos ayudar lo que podamos. Hay gente pasándolo muy mal, es muy triste, pero a nosotros nos dicen de seguir y aquí estamos, siguiendo». La solidaridad no tiene idioma único. Se expresa, por ejemplo, en el inglés (traducido al castellano) de un ciudadano alemán, Hansi Flick , técnico del Barcelona : «Si yo pudiera tomar la decisión, quizá suspendería toda la jornada porque ha sido una tragedia para Valencia y para España». El club azulgrana juega hoy el derbi barcelonés ante el Espanyol . Su homólogo en el banquillo blanquiazul, Manolo Gonzále z, también habló claro: «La situación es muy grave y las vidas humanas están siempre por encima del fútbol». Las manifestaciones en contra de vestirse de corto y saltar al césped fueron multiplicándose. «Se debería haber suspendido la jornada, no tiene ningún sentido», afirmó José Bordalás , entrenador del Getafe . «Quien ponga los horarios y los partidos que se lo haga mirar. Creo que miran más por el dinero que por nosotros», declaró Maffeo , defensa del Mallorca. Su compañero de equipo, Lato , fue más breve, pero igual de contundente: «Nunca se debió jugar». Idéntica opinión manifestó Luis García Plaza , entrenador del Alavés: «No hay por donde cogerlo. Por favor, volquémonos todos en la ayuda, que los políticos ayuden y después que todo el mundo les echemos una mano. Todo mi cariño, el del cuerpo técnico, los jugadores y el club». La ola de protestas llegó a la orilla de LaLiga. Su presidente, Javier Tebas , no es de los que rehúyen el intercambio de pareceres, así que al mediodía de ayer insistió en justificar la decisión de mantener la agenda de partidos prevista, a excepción de aquellos que se deberían jugar en estadios ubicados en la Comunidad Valenciana. Tebas respondió a las quejas con un mensaje publicado en su cuenta de la red social 'X' (antes Twitter) : «Creemos que en la terrible situación que estamos viviendo España, el mejor mensaje no es parar, salvo las zonas afectadas. El mejor mensaje es estar en primera línea en nuestros puestos de trabajo como todos los trabajadores del resto de sectores, dando visibilidad, generando recursos y explicando al mundo que tenemos que estar todos manos a la obra para salir adelante». Más allá de opiniones, el fútbol español se puso en marcha desde el primer minuto para ayudar en lo posible a los miles de ciudadanos que han visto sus vidas arrasadas por la DANA. Así, el Real Madrid y el Villarreal anunciaron la donación de un millón y medio millón de euros respectivamente; los estadios de muchos clubes — Atlético, Real Sociedad, Mallorca, Betis, Sevilla ...— se han convertido en centros de recepción de alimentos y de todo tipo de material necesario en los municipios afectados; otros equipos han optado por entregar la recaudación íntegra del próximo partido que jueguen en casa — Girona, Getafe, Las Palmas, Tenerife ...—; o por realizar una subasta de las camisetas utilizadas por los futbolistas durante esos encuentros — Huesca, Zaragoza, Real Oviedo, Burgos ...—. Tanto dolor y solidaridad con Valencia quedan reflejados para siempre en los rostros de los protagonistas y de los aficionados presentes en las gradas de los estadios durante el sentido minuto de silencio que se guarda antes del comienzo de cada partido.