Henry Fonda es presidente y la censura se derrumba: luces, cámara, Cineuropa
La gran pantalla protagoniza las próximas dos semanas en Compostela. En su trigésimo octava edición, Cineuropa oferta un repertorio que reúne más de 130 títulos, con un ojo puesto en la censura en el cine y otro en las transformaciones sociales surgidas a caballo de grandes corrientes cinematográficas, especialmente en EEUU. En este vasto repertorio, que como otros años se segmenta en las secciones gallega, europea, internacional, documental y de nuevos cineastas, el festival salpica algunas proyecciones con coloquios con sus directores, suma ciclos culturales –con uno dedicado al imaginario de los personajes de Henry Fonda y otro al famoso método naturalista de Marlon Brando– y celebra la entrega de un trío de premios a cineastas. La edición lleva como lema 'Henry Fonda for President', nombre de la película de ensayo estrenada en la Berlinale de este año que a la vez emula los eslóganes de las campañas electorales norteamericanas. Y una referencia directa al citado ciclo de Cineuropa –una de sus propuestas más relevantes–, pero también al enfoque de este año, que explora la ligación entre cultura y sociedad a través del cine, tomando como escenario la nación estadounidense, y como heraldo, al actor Fonda, que llegó a interpretar tres veces al jefe de Estado en sus películas. El objeto de estudio es el «imaginario colectivo» que se generó en torno a su figura, los ideales que personificaba, cuenta, en conversación con ABC, José Luis Losa, director del festival. En retrospectiva, representa una «visión melancólica, casi como una elegía» nacional a través de la pantalla, para «una Norteamérica que nunca volverá». «En la película se habla de 'los Estados Unidos de Henry Fonda'; una nación de gente decente, que lucha por los derechos civiles. En momentos difíciles, como la Gran Depresión, [Fonda] tuvo precisamente un papel importantísimo«, abunda. Cita 'Las uvas de la ira', una de aquellas »películas que movilizaban, que ayudaban a la gente a solidarizarse y a participar«. Eso sí, con los pies en la tierra: »No se trata de idealizar la democracia norteamericana, ni tampoco la manera en que Hollywood ha empleado esa ideología. Muchas veces se ha servido de ella para el cine, pero en el caso de la figura de Fonda y de esta película, que es un ensayo, se convierte en algo muy político«. Otra piedra angular es la censura, en sus distintas formas, y el audiovisual que quedó sepultado. Es el caso de dos grandes apuestas de esta edición: las proyecciones de 'From Darkness to Light' y de '7291'. En este último caso, Cineuropa ofrece el estreno mundial de un documental que disecciona la gestión que tuvieron las residencias de ancianos en Madrid durante la pandemia, «aquella tragedia» que dejó una cifra de fallecidos homónima al título. Una película de Juanjo Castro que «tuvo problemas» para estrenarse en otros festivales de España por sus duras críticas al gobierno de Díaz Ayuso y a los después apodados «protocolos de la vergüenza», refiere Losa; pero cuya proyección tuvo clara desde el principio el director del certamen compostelano. Otro exponente, 'From Darkness to Light', supone el intento de Jerry Lewis por contar una historia en la que él representaba a un payaso en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial que distraía a los niños que se dirigían a las cámaras de gas. Una idea «tan disparatada, tan bizarra», que sufrió un profundo rechazo y, de hecho, dinamitó la carrera del cineasta norteamericano. Pero este año, en Venecia, se estrenó en torno a una hora de metraje recuperado de una obra que resultó estar casi completa, con intervenciones de grandes de la actuación como Martin Scorsese y Robert De Niro que desgranan cómo afectó el filme al cineasta, cómo «lo quemó». Una película «maldita» dentro del mundo del cine, un mito del que hasta «llegó a decirse que no existía», añade Losa. Con treinta y siete ediciones a sus espaldas, y pronto una más, Cineuropa se sigue consolidando como una puesta 'a pie de calle' del mundo del cine, que hoy puede quedarle al espectador más lejano que hace unos años por el auge de las plataformas. El festival tomará la capital gallega hasta el próximo 24 de noviembre.
abc.es
Henry Fonda es presidente y la censura se derrumba: luces, cámara, Cineuropa
La gran pantalla protagoniza las próximas dos semanas en Compostela. En su trigésimo octava edición, Cineuropa oferta un repertorio que reúne más de 130 títulos, con un ojo puesto en la censura en el cine y otro en las transformaciones sociales surgidas a caballo de grandes corrientes cinematográficas, especialmente en EEUU. En este vasto repertorio, que como otros años se segmenta en las secciones gallega, europea, internacional, documental y de nuevos cineastas, el festival salpica algunas proyecciones con coloquios con sus directores, suma ciclos culturales –con uno dedicado al imaginario de los personajes de Henry Fonda y otro al famoso método naturalista de Marlon Brando– y celebra la entrega de un trío de premios a cineastas. La edición lleva como lema 'Henry Fonda for President', nombre de la película de ensayo estrenada en la Berlinale de este año que a la vez emula los eslóganes de las campañas electorales norteamericanas. Y una referencia directa al citado ciclo de Cineuropa –una de sus propuestas más relevantes–, pero también al enfoque de este año, que explora la ligación entre cultura y sociedad a través del cine, tomando como escenario la nación estadounidense, y como heraldo, al actor Fonda, que llegó a interpretar tres veces al jefe de Estado en sus películas. El objeto de estudio es el «imaginario colectivo» que se generó en torno a su figura, los ideales que personificaba, cuenta, en conversación con ABC, José Luis Losa, director del festival. En retrospectiva, representa una «visión melancólica, casi como una elegía» nacional a través de la pantalla, para «una Norteamérica que nunca volverá». «En la película se habla de 'los Estados Unidos de Henry Fonda'; una nación de gente decente, que lucha por los derechos civiles. En momentos difíciles, como la Gran Depresión, [Fonda] tuvo precisamente un papel importantísimo«, abunda. Cita 'Las uvas de la ira', una de aquellas »películas que movilizaban, que ayudaban a la gente a solidarizarse y a participar«. Eso sí, con los pies en la tierra: »No se trata de idealizar la democracia norteamericana, ni tampoco la manera en que Hollywood ha empleado esa ideología. Muchas veces se ha servido de ella para el cine, pero en el caso de la figura de Fonda y de esta película, que es un ensayo, se convierte en algo muy político«. Otra piedra angular es la censura, en sus distintas formas, y el audiovisual que quedó sepultado. Es el caso de dos grandes apuestas de esta edición: las proyecciones de 'From Darkness to Light' y de '7291'. En este último caso, Cineuropa ofrece el estreno mundial de un documental que disecciona la gestión que tuvieron las residencias de ancianos en Madrid durante la pandemia, «aquella tragedia» que dejó una cifra de fallecidos homónima al título. Una película de Juanjo Castro que «tuvo problemas» para estrenarse en otros festivales de España por sus duras críticas al gobierno de Díaz Ayuso y a los después apodados «protocolos de la vergüenza», refiere Losa; pero cuya proyección tuvo clara desde el principio el director del certamen compostelano. Otro exponente, 'From Darkness to Light', supone el intento de Jerry Lewis por contar una historia en la que él representaba a un payaso en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial que distraía a los niños que se dirigían a las cámaras de gas. Una idea «tan disparatada, tan bizarra», que sufrió un profundo rechazo y, de hecho, dinamitó la carrera del cineasta norteamericano. Pero este año, en Venecia, se estrenó en torno a una hora de metraje recuperado de una obra que resultó estar casi completa, con intervenciones de grandes de la actuación como Martin Scorsese y Robert De Niro que desgranan cómo afectó el filme al cineasta, cómo «lo quemó». Una película «maldita» dentro del mundo del cine, un mito del que hasta «llegó a decirse que no existía», añade Losa. Con treinta y siete ediciones a sus espaldas, y pronto una más, Cineuropa se sigue consolidando como una puesta 'a pie de calle' del mundo del cine, que hoy puede quedarle al espectador más lejano que hace unos años por el auge de las plataformas. El festival tomará la capital gallega hasta el próximo 24 de noviembre.