El gran cambio de la economía española: la exportación de servicios bate récords con personal “altamente cualificado”
El sector exterior de España es ahora mucho más que turismo. El extraordinario ritmo de crecimiento de las ventas a otros países de consultoría, ingeniería o de telecomunicaciones se apoya en trabajadores bien formados que cobran menos que en otras grandes economías de la eurozona
La economía sostiene el fuerte ritmo de crecimiento y el PIB avanza un 0,8% en el tercer trimestre
“Los nuevos pedidos procedentes de clientes extranjeros aumentaron sólidamente en octubre, extendiendo el período actual de crecimiento a ocho meses”, señala el último informe del indicador adelantado del sector servicios PMI, que elabora cada mes la agencia internacional S&P Global en base a 350 encuestas a empresas terciarias de España. El sector exterior se ha convertido en el gran motor de nuestra economía, con un papel crucial de las exportaciones de servicios y con una transformación estructural: esa fortaleza va más allá del turismo, y se concentra en las ventas de consultoría, ingeniería, arquitectura o relacionadas con la tecnología o las telecomunicaciones.
A finales de octubre, después de conocer el avance del PIB (Producto Interior Bruto) del 0,8% en el tercer trimestre, el más destacado en la eurozona —y que apunta a que 2024 se cerrará con un crecimiento de la actividad del 3%—, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, incidió en el comportamiento de las exportaciones de servicios no turísticos. Coincidiendo con él y con la mayoría de expertos, el economista Daniel Kral, de Oxford Economics, recalcó: “Es una historia de éxito”. Este analista muestra en el primer gráfico (con datos del INE) que recoge esta información que las exportaciones de servicios superan su tendencia previa al histórico shock de la pandemia. Es el único componente del PIB que lo hace, junto al “consumo público” —este último factor está directamente relacionado con el esfuerzo en el gasto de las Administraciones para aliviar las consecuencias de la COVID y de la crisis de inflación, e impulsar la recuperación—.
Pero el gran cambio de la economía hay que estudiarlo más a fondo. “No es solo gracias a la recuperación de los viajes desde el peor momento de la pandemia. Los servicios de alto valor añadido han contribuido más al crecimiento de los servicios como porcentaje del PIB”, continúa Daniel Kral. En el segundo gráfico de este reportaje se puede comprobar esta afirmación. La suma de la aportación de las exportaciones de “consultoría”, “telecomunicaciones”, servicios “financieros” y de “seguros”, “investigación” es mayor que las ventas relacionadas con los “viajes” y el turismo, según la Contabilidad Nacional del INE, en este caso con datos hasta el segundo trimestre de este año.
“Un elemento que explica el crecimiento diferencial de España [sobre todo respecto a una Alemania y Francia estancadas] ha sido la aportación positiva de la demanda exterior neta, que refleja tanto la expansión de las exportaciones de servicios como la relativa moderación de las importaciones”, asegura la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), en un informe publicado esta misma semana.
“Destaca el buen comportamiento de los ingresos por turismo que, lejos de agotar su dinamismo, mantuvieron en verano de 2024 una expansión notable, con incrementos del gasto medio por turista, un patrón estacional menos marcado de las visitas y una mayor diversificación de los países de origen de los turistas y de los destinos dentro de nuestro país”, prosigue esta institución, que finaliza: “A ello se añade el crecimiento notable de las exportaciones de numerosas actividades de servicios no turísticos como las actividades profesionales, servicios financieros, tecnologías de la información y telecomunicaciones, que constituye un rasgo común a otras economías europeas”.7
“Hay señales que parecen indicar un cambio estructural de nuestra economía: crecimiento económico compatible con nuevo empleo más cualificado y técnico, compatible con incrementos de productividad y también compatible con una balanza de bienes y servicios superavitaria en gran medida gracias al auge de servicios no turísticos. Queda pendiente ver si la economía española es capaz de aprovechar esta ventana de oportunidad para consolidar un modelo económico que deje de basarse en bajos costes y pasar a uno de mayor valor añadido y, por tanto, más resiliente”, opina Natalia Arias, economista del gabinete económico de Comisiones Obreras (CCOO).
Trabajadores cualificados y 'baratos'
Este gran cambio del sector exterior de España tiene causas y efectos positivos en el conjunto de la economía y en el mercado laboral, y no se ha agotado. “La confianza en el futuro se mantuvo alta en octubre. Las [empresas del sector servicios] encuestadas esperan que las condiciones del mercado sigan siendo positivas”, recoge el informe del PMI de octubre de S&P Global.
“Las empresas siguen buscando trabajadores adicionales para satisfacer la creciente demanda. El índice de empleo [del mismo PMI] alcanzó su nivel más alto en 18 meses, lo que subraya la confianza y el impulso en el sector servicios”, concluye este mismo centro de análisis. Precisamente en el mercado laboral hay una clave para entender que “la historia de éxito” de las exportaciones de servicios. Daniel Kral habla de “los cambios acelerados provocados por la pandemia en relación con el trabajo a distancia y el avance de la tecnología digital, que España está aprovechando gracias a su fuerza laboral altamente cualificada y al tradicionalmente alto desempleo juvenil (por lo que hay una buena oferta de mano de obra)”.
Es decir, según este economista, nuestro país se está beneficiando de varias circunstancias. Primero, de tener una oferta de trabajadores cualificados más amplia que otros países con un nivel formativo similar pero más pequeños o que partían de una tasa de paro inferior. Segundo, de que estos trabajadores cobran menos que en otras grandes economías europeas. Tercero, que una buena parte de estos perfiles son de gente joven.
“Es un panorama competitivo a nivel mundial, aunque otras fuentes potenciales, como Europa del Este, ya no son tan competitivas en cuanto a costes, debido a su convergencia económica, y están llegando a límites en cuanto a la oferta de mano de obra, ya que las empresas no pueden cubrir puestos de trabajadores altamente cualificados”, añade el experto de Oxford Economics.
Un primer análisis más en detalle de la balanza de pagos de la balanza de pagos (los datos sobre el comercio bienes y servicios con el exterior que publica el Banco de España) y de la Encuesta de Población Activa (la EPA del INE) permite aproximar esta conclusión. “Entre el primer semestre de 2018 y segundo de 2024 las exportaciones (brutas) de servicios no turísticos aumentaron un 72%”, señala el gabinete económico de CCOO.
Según aporta el sindicato, este aumento se explica principalmente por los siguientes subsectores. Primero, por “otros servicios empresariales [explica la mitad del incremento]”. Aquí resalta la categoría “técnicos, relacionados con el comercio y otros servicios empresariales”, que explica un tercio del crecimiento y que es un 'cajón de sastre' que está compuesta por ingeniería, arquitectura, actividades comerciales, seguridad, tratamientos de residuos... Por otro lado, “consultoría profesional y de gestión” es responsable de casi un 15% del aumento. El otro subsector con peso son las “telecomunicaciones, informática e información”, que explica casi una quinta parte del crecimiento de las exportaciones de servicios no turísticos. Por último, “transporte” (9%) y “servicios financieros” (9%) contribuyen a menor escala.
Es interesante analizar igualmente el incremento de estas exportaciones por destino geográfico: el 71% del aumento se concentra en el mercado europeo, en particular en la UE (principalmente en Francia, Alemania y Países Bajos). Fuera de la UE, destaca también el mercado de América del Norte.
Si esta información se intenta casar con la información y las categorías del mercado laboral que da la EPA, se puede percibir que, efectivamente, las empresas de los subsectores del sector de los servicios no turísticos que han protagonizado la mayor parte del crecimiento de las exportaciones en los últimos años han aumentado más el empleo que el conjunto de la economía, como se puede ver en el tercer gráfico de esta información, con datos que comparan el tercer trimestre de 2019 con el mismo periodo de este ejercicio —es un ejercicio de aproximación porque estos sectores también han mejorado sus ventas interiores—.
Si se sube un peldaño más en el estudio de la EPA, y se introduce la edad como variable, se observa que el incremento del empleo entre los más jóvenes en los sectores que más servicios exportan es incluso más importante, según se puede ver en el último gráfico de esta información.
En un análisis reciente y a fondo de la Encuesta de Estructura Salarial (EES) del INE de elDiario.es se puede comprobar que los jóvenes están entre los trabajadores más precarios. Nuestro país “dispone de la población más formada de su historia, que de hecho nuestra economía no es capaz de insertar y retribuir como corresponde. Población cualificada, buenas telecomunicaciones e infraestructuras digitales, un idioma común a 500 millones de personas, unos salarios inferiores a los de otros países europeos, la capacidad de seguir incorporando población cualificada por los todavía altos niveles de paro e inactividad, favorecen el que España pueda aumentando su volumen de actividad en estos sectores, mejorando su saldo exterior en servicios no turísticos”, reflexiona Luiz Zarapuz, economista de CCOO.
“El desarrollo de estas ramas de servicios de mayor valor añadido puede basarse inicialmente en unos salarios inicialmente más bajos, pero en el medio plazo la mayor demanda de estos perfiles/ocupaciones se debiera traducir en mejoras salariales, creación de empleo y descenso del paro. En la medida que estos sectores demanden más trabajadores, pueden atraer trabajadores de otros sectores peor remunerados que busquen mejorar. En todo caso, las condiciones laborales no vienen determinadas solo por el valor añadido generado por la actividad, ni por la cualificación de sus trabajadores, si no por su capacidad de organización colectiva a través de sindicatos y así lograr mejoras laborales y salariales”, concluye este experto.
Debilidad de inversión empresarial y de exportaciones de bienes
“En cambio, las exportaciones de bienes siguen mostrando un avance muy modesto en línea con la debilidad de la demanda de los países europeos que constituyen nuestros principales mercados de exportación y la competencia de China en sectores muy relevantes de la especialización exportadora española, como el automóvil”, lamenta la AIReF en su informe.
Otra debilidad de la economía de España es la inversión empresarial. Daniel Kral consdiera “ha sido sorprendentemente débil en España, dado que es un gran receptor neto de fondos de la UE [del Plan de Recuperación] y tiene un fuerte crecimiento en general. A medida que los tipos de interés bajan, las perspectivas de demanda mejoran y la absorción de fondos europeos se acelera (la fecha límite para la absorción del Plan de Recuperación es agosto de 2026), esto debería ser positivo para la inversión en capital”.