Gran manifestación por las medidas de PP y Vox contra el catalán en Balears: "Con 70 años tengo que volver a protestar"

Los tonos verdes de las camisetas eran distintos, pero en Balears este color tiene un significado especial, más aún cuando se trata de una protesta. Once años después, otra marea verde -que recuerda claramente a la que se enfrentó al expresident José Ramón Bauzá (PP) por querer desmantelar la escuela en catalán en las Islas- ha inundado esta tarde el centro de Palma, concretamente, la Plaça Major.

Aunque el Correllengua nació en 1995 y siempre ha sido un acto reivindicativo a favor del catalán, esta edición ha cobrado aún más fuerza, si cabe, por las políticas que han adoptado PP y Vox en contra de la lengua propia de Balears. La crispación de la ciudadanía que defiende la lengua ha ido en aumento durante los últimos meses y este domingo miles de personas han salido a la calle para manifestar su descontento.

Si bien desde las administraciones públicas PP y Vox -que gobiernan en la mayoría de instituciones de las Islas desde las elecciones de mayo del año pasado- abogan reiteradamente por el retroceso de la lengua catalana, la sociedad civil ha decido responder con manifestaciones y movilizaciones a favor de su uso. En esta ocasión, “Sí a la llengua” ha sido el lema escogido para la Diada de la Llengua -o Correllengua-, coorganizada entre Joves de Mallorca per la Llengua y la Obra Cultural Balear (OCB).

El acto de este domingo ha empezado a las 17.00 h de la tarde con la congregación de todos los participantes y una “ballada” popular a cargo del grupo Magranes. Esta hora previa al acto central de la jornada ha servido para animar el ambiente mientras las cuatro “Flames per la Llengua” del Correllengua, que estos días han recorrido las cuatro islas, llegaban a su destino final: la Plaça Major de Palma. 

Desde la Porta Pintada y inundando la calle de Sant Miquel, acompañadas por batucadas y las agrupaciones de “xeremies” de toda la isla, las cuatro llamas han llegado a una plaza abarrotada de gente de todas las edades (según los organizadores, unas 40.000 personas, dato que Delegación de Gobierno no puede confirmar porque es un “acto lúdico” y no una manifestación) que las ha recibido con castellers y mapas con forma de Mallorca y una senyera pintada, la bandera representativa de Balears.

Una vez allí, en el escenario, se han iniciado los parlamentos. Primero, las cantautoras Mar Grimalt y Miquela Lladó han leído el manifiesto que ha acompañado estos días el Correllengua. Además, también han intervenido el presidente de la asociación Joves de Mallorca per la Llengua, Pau Emili Muñoz, y el presidente de la Obra Cultural Balear, Toni Llabrés.

Neus Duran, la secretaria de Joves de Mallorca per la Llengua, y Josep Buades, miembro de la entidad, han asegurado en declaraciones a elDiario.es que están “muy contentos” con la edición del Correllengua de este año. “La sociedad mallorquina ha respondido con toda la fuerza”, explican. También argumentan que una jornada como la de hoy “sirve como termómetro para ver cuántos son y en qué punto están” en relación a las personas que defienden el catalán de los ataques de PP y Vox.

Además, se han podido ver tanto las camisetas de esta edición del Correllengua como las que se utilizaron hace once años contra el TIL, el sistema trilingüe (castellano, catalán e inglés) que quiso implementar sin éxito José Ramón Bauzá en la escuela balear. Duran y Buades argumentan que “estamos viviendo un paralelismo” porque las dos movilizaciones están enmarcadas en un “contexto de ataques a la lengua catalana”.

Desde la otra parte organizadora, la Obra Cultural Balear, su presidente, Toni Llabrés, ha confirmado que el acto reivindicativo de este domingo es “una demostración de fuerza en la calle del pueblo mallorquín hacia su lengua y una exigencia al Govern de Prohens de rectificar”.

En la calle había manifestantes de todas las edades. Una asistente explica a elDiario.es que es “super necesario que nos movamos”. “No hubiera pensado que, a mis 70 años, tuviera que volver a protestar por este tema con la senyera. Cuando éramos jóvenes luchamos mucho y ahora estamos retrocediendo”, declara.

De hecho, la manifestación de este domingo ha sido el colofón final que ha coincidido con el desenlace de cinco días de Correllengua, que este año ha hecho partícipes a todas las islas, estrenándose en Menorca y les Pitiüses (“Correllengua Interilles”), para celebrar el 30 aniversario de la entidad organizadora, Joves de Mallorca per la Llengua. Desde el pasado miércoles 1 de mayo, hasta hoy, día 5, la “Flama per la llengua” ha recorrido 59 municipios de las cuatro islas, reuniendo a unos 15.000 participantes.

El Correllengua es una carrera no competitiva de relieves que consiste en entregar como testigo la llama. Su ritual es muy sencillo: la “Flama” ha salido cada día desde un punto distinto y se ha trasladado andando, corriendo o en bicicleta (al estilo de la olímpica) entre los diferentes municipios de cada isla, sin ser nunca apagada. A su llegada, se ha leído un manifiesto reivindicativo. Además, en algunos de los pueblos se han organizado conciertos o “ballades” populares para recibirla. Es el caso de sa Pobla (Mallorca), donde ayer por la noche se celebró un concierto a cargo de los menorquines Rudymentari y del popular grupo catalán Gossos, quienes celebran su retorno.

Esta actividad cultural se celebra con el objetivo de promover y defender el uso del catalán. La idea nació en 1995 con la finalidad de demostrar, como argumentan desde Joves de Mallorca per la Llengua en su página web, la “vitalidad de la lengua catalana y formentar su uso social”. Habitualmente, se organiza de forma bianual, alternándose con el Acampallengua, otra actividad que promueve la entidad. Más concretamente, Joves de Mallorca per la Llengua es una asociación juvenil sin ánimo de lucro que, desde 1994, luchan por defender la lengua y la cultura propias de Mallorca. 

Políticas de ataque constante al catalán

Vox, que sostiene el Ejecutivo autonómico de Marga Prohens (PP) en el Parlament gracias a un acuerdo rubricado el año pasado, ha presionado a los populares para retirar el catalán en la mayoría de ámbitos públicos, como la administración, la sanidad o la educación, para así acabar con la inmersión lingüística en el archipiélago balear. Por ejemplo, una de las primeras medidas que llevó a cabo el Ejecutivo autonómico del PP cuando llegó al poder fue aprobar, mediante un decreto de medidas urgentes, que la acreditación del catalán para trabajar como sanitario público en Balears se convertía en un mérito y no en un requisito, como venía sucediendo hasta el momento.

Por otra parte, los conflictos en materia lingüística en educación tampoco han parado de sucederse. De hecho, los populares estuvieron a punto de no aprobar los Presupuestos autonómicos porque Vox les exigía como condición que eliminasen el catalán como lengua vehicular en la escuela, lo que en la práctica supone eliminar la inmersión lingüística, necesaria para que los alumnos adquieran unas competencias sólidas en catalán -lengua minorizada en el archipiélago- . En contrapartida, Vox presume de haber implementado la “libre elección de lengua”. Con esta opción, recae en las familias y la dirección de los centros escoger si los niños estudian en castellano o en catalán.

Esta medida ha despertado las críticas de la comunidad educativa balear, que directamente habla de “segregación lingüística”. Además, la inmensa mayoría de centros educativos de todas las Islas ya se manifestaron en forma de fotografía protesta: el profesorado de cada instituto o colegio, con vestimenta negra en señal de luto o con las camisetas de la marea verde contra el TIL -el sistema lingüístico trilingüe en castellano, catalán e inglés que quiso implementar sin éxito el expresident Bauzá en la escuela balear-, posaba con letras gigantes con el lema “La llengua no es toca” (“La lengua no se toca”).

Quien tampoco queda absuelta de polémicas es la administración pública, porque aunque aún se trata de un proyecto preliminar, tanto el Partido Popular como Vox votaron a favor de una moción presentada por los segundos con la que quieren “garantizar que el desconocimiento del catalán no penalice en el acceso a la función pública”, como explica el documento. 

Además, más allá del Govern autonómico, a nivel municipal, la lengua propia también vive un grave retroceso. Uno de los casos más recientes ha sucedido en el Ayuntamiento de Calvià, también gobernado por PP y Vox, donde el catalán ha dejado de ser oficialmente la lengua usual del Consistorio por primera vez en 35 años. Así, han aprobado un nuevo reglamento que regula las lenguas oficiales y ahora la administración municipal podrá usar indistintamente tanto el castellano como el catalán.

Aunque todos los ataques anteriores ya son motivo más que suficiente para la movilización, la Diada per la Llengua que ha tenido lugar este domingo cobra aún más sentido después de los últimos acontecimientos: Vox quiere cambiar el Estatut y sustituir la denominación catalán por la de ‘lenguas baleares’. Todo esto viene propiciado por la distinción con el título de “Real” que la Casa Real ha otorgado recientemente a la Acadèmi de sa Llengo Baléà.

Se trata de una entidad contraria a la unidad del catalán que defiende erróneamente que en Baleares no se habla esta lengua, sino el pseudoidioma balear, a pesar de que el Estatut d'Autonomia reconoce que se habla catalán, al igual que la mayoría de expertos en la materia e incluso el propio Govern del PP. De hecho, y ante el aluvión de críticas que ha recibido la institución por la concesión del título, la Casa Real ha justificado su decisión con unos supuestos informes de “distintas instituciones competentes”, según afirmaron desde Zarzuela, pero que no ha querido hacer públicos.