Luxemburgo mete el dedo en la llaga: "Vinícius provoca la persecución que denuncia"
"Tengo que respetar la decisión de todo el mundo, aunque yo no habría actuado de la misma forma. Hay que saber ganar, pero también es importante saber perder". Así, con la misma elegancia con la que recibió el Balón de Oro, respondió Rodri a la pregunta sobré qué le pareció que el Real Madrid se ausentara de la gala celebrada en París, al conocer que el ganador no sería Vinícius Júnior como sus diarios de cabecera dieron por hecho.
Más allá de la pataleta de Florentino Pérez, cuestionada por la mayoría de madridistas, y de manera especial por los que no anteponen su figura a la de la propia institución, subyace el hecho de si el brasileño era merecedor de recibir un premio tan subjetivo como es el Balón de Oro. Sin olvidar que uno de los tres requisitos para ganarlo tiene que ver con la clase y el juego limpio.
En este sentido, y a diferencia de la infantil defensa que ha recibido del Real Madrid, su compatriota Vanderlei Luxemburgo no tiene ningún reparo en criticar el comportamiento que Vinícius tiene sobre el terreno de juego. "Provoca la persecución que denuncia haciendo cosas que no debe", asegura el que fuera técnico madridista y, por tanto, conocedor de cómo se las gasta Florentino Pérez y esa especie de nacionalmadridismo que vitorea sus decisiones, sean cuales sean.
“Tengo una imagen en la que el rival le da la pelota con educación y Vini la tira al piso", dice el brasileño sobre una acción con Kimmich
"Tengo grabada una imagen en la que el adversario le da la pelota con educación y él la tira al piso. El rival la coge y se la devuelve, pero Vini la deja en suelo y se va riendo", comenta Luxemburgo sobre una escena que se hizo viral de Vinícius con Kimmich en la semifinal de la Champions del año pasado contra el Bayern de Múnich. "Ahí está su compañero Modric, a quien el rival le pone el balón en las manos y saca de lateral", añade el que fuera seleccionador brasileño entre 1998 y 2000.
El brasileño, efímero técnico del Real Madrid
Luxemburgo debutó en el banquillo del Real Madrid el 5 de enero de 2005 en un partido de tan solo 6 minutos. Un encuentro de Liga ante la Real Sociedad que comenzó el 12 de diciembre de 2004, con García Remón como técnico blanco, pero fue suspendido en el minuto 88 por una amenaza de bomba. Sin ningún título que justificara su continuidad, el brasileño no duró ni un año en el cargo, pues en diciembre de 2005 fue reemplazado por Juan Ramón López Caro.
Según contó Vanderlei en The Coaches Voice, "todo se precipitó tras una discusión con el presidente tras un partido ante el Getafe. Nos habían expulsado a Beckham y estábamos ganando 1-0. En el minuto 87 sustituí a Ronaldo, al público del Bernabéu no le gustó el cambio y a Florentino Pérez, tampoco. Después del partido me llamó y me preguntó: 'Míster, ¿por qué quitó a Ronaldo?'. Yo le respondí que era una decisión técnica, pero él me dijo: 'Aquí no se puede hacer eso'".
"Todo se precipitó para mí en el Real Madrid tras una discusión con Florentino por sustituir a Ronaldo", contó el técnico en una entrevista
Volviendo a Vinícius y el Balón de Oro, Luxemburgo discrepa con algunas voces que se escucharon en su país sobre el motivo por el que no se lo dieron a su compatriota. "No tiene nada que ver con el racismo. El racismo en el fútbol es tratado de una forma muy diferente", asegura el técnico que, en los últimos cuatro años, ha dirigido a Corinthians, Cruzeiro, Vasco da Gama y Palmeiras.
Por último, y coincidiendo con el regreso de Vinícius Júnior a su selección tras perderse los partidos de octubre, Vanderlei también destaca que “"si le dan una patada, Vini se levanta y agrede al rival, como si no le pudiesen dar una patada. Imagínate Pelé, cuántas patadas recibió. Imagínate a Zico... Él se irrita con las patadas, como si fuese una persecución por ser negro".
"Que Vini no sea Balón de Oro no tiene nada que ver con el racismo y se irrita con las patadas, como si fuese una persecución por ser negro"
Parece evidente que este viejo conocido del madridismo mete el dedo en la llaga con un jugador del que no solo es compatriota, sino que juega en un equipo que él tuvo la oportunidad de dirigir en la época de los llamados galácticos. Futbolistas a los que el propio Florentino reconoció que mimó demasiado, aunque nada comparado con lo que está haciendo con Vinícius. Quien, como dice Luxemburgo, "provoca la persecución que luego denuncia".